Línea Uno CDH

Covid-19 Info

Consejo de Desarrollo Hispano.
Boletin 12. Junio 23, 2020

Viñetas 12

Qué Tal Jefe … ¿ Como Está ?

En ocasiones anteriores he mencionado lo incomodo que se siente el hacer una extensa curva evasiva en la acera cuando, se va a encontrar o sobrepasar a otro transeúnte. Sin embargo, a medida que ha ido pasando el tiempo y el distanciamiento físico se ha vuelto en este nuevo normal “normal,” una actitud de aceptación hacia este hecho se ha ido asentando en nosotros, la gente. ¿Será resignación o aceptación de la presente realidad lo que lo causa, diría yo, hasta una jovial y placentera reacción de aceptar este movimiento de hacer un rodeo hacia otras personas, o que estas lo hagan hacia nosotros?  Mi experiencia diaria, en mi caminata matinal me demuestra eso. El estado anímico en algunas personas es hasta placentero, no solamente responden a tu saludo de movimiento de mano o cabeza, sino que hasta con una breve e improvisada conversación. Por ejemplo:

    • Con el trabajador de mantenimiento y limpieza del parqueadero del Mall de Jane y Finch, un hombre latino hispano con quien en el pre corona virus el intercambio era un “Buenos Días” rápido y pasajero.  Hoy en día es: “Buenos Días… Como está?” “Pase un Buen Día”, etc. No sé su nombre ni él sabe el mío. La pandemia nos ha hecho conocidos.

    • Un día de esos, que serian las 5 de la mañana más o menos, después de mi intercambio con el trabajador antes mencionado; en la parada de buses estaba un hombre de entre treinta y cuarenta años, con su mochila al hombro, y un casco de construcción guindando (colgado) de esta. Me imagino se dirigía a su trabajo. El, a pesar de mi curva del distanciamiento social, como respuesta a mi saludo de mano me dice:
¿Que tal jefe, como esta?  ¿Haciendo su ejercicio mañanero? Está bien eso. En este tiempo hay que mantenerse activo y en forma. Que le vaya bien. La expresión “Que tal jefe,” me dio una familiaridad solidaria: a) el vio que soy adulto mayor, y esa es una muestra de respeto y deferencia hacia los hombres mayores en unos países de Centro América; y b) que soy latino/hispano. En mi caminata no uso mascarilla.

En mi caminata yo tomo fotos, ya sea de la salida del sol, de flores, de aves, de bichos y bichitos, etc. En esta ocasión me encontraba concentrado tomándole foto a una rosa; cuando de pronto oigo el ronco ladrido de un perro que se aproximaba en carrera abierta hacia donde yo me encontraba. Al principio no lo distinguía bien porque aun estaba oscuro y el perro era negro. Fue hasta cuando este estaba a unos metros de mi, vi que era un Doberman Pinscher bien crecido, que su cabeza se elevaba a unos tres pies más o menos estando en sus cuatro patas.

Mi encuentro con Duke

En una viñeta anterior mencioné que los perros huelen cuando uno tiene miedo; en esta oportunidad, pensando en eso, comencé a hablarle en ingles tal como: “Hi. Are you having your morning walk … taking advantage of the good weather?” (Hola. Andás haciendo tu caminata de la mañana… aprovechando el buen clima)? Eso sin hacer ningún movimiento brusco que le fuera a asustar o provocar.

De pronto el dueño viene corriendo, llamándole la atención ¡“Hey you, be good!!!” (Eh tu, pórtate bien). El era un joven de unos veinticuatro-veinticinco años.  En ese momento yo ya estaba sobándole la cabeza al perro. Digo perro porque en la improvisada y corta conversación que sobrevino me dijo el género. Que era cachorro todavía, que era juguetón, y que se llamaba Duke. Me dijo también que en esta pandemia de que hay que quedarse en casa, Duke era su compañía; que sin el, él ya estaría o “deprimido o loco”. “I would be depressed or crazy already without him.”  Dijo señalando el perro. Después de otras palabras amigables, y hasta intercambiar nuestros nombres y orígenes etno/culturales, nos despedimos jovialmente.  

Yo retomé con mi caminata a lo que el perro comenzó juguetonamente dándome empellones con su cabezota. Esta vez amigables. Me imagino que al ver el intercambio amigable entre su amo y yo le dio tranquilidad, y mi cercanía a ambos no representaba peligro, o amenaza. Después de unos segundos hombre y perro siguieron su camino quien sabe para donde; yo el mío en busca de algo que me atrajera el ojo para fotografiar.
A Duke me lo he encontré en una ocasión más. Me reconoció y la iemprendió con sus jugueteos bruscos. Quise tomarle foto para la viñeta; su constante movimiento no me lo permitió. 

Estimadas y estimados colegas; amigas y amigos, en esta ocasión he querido compartir con ustedes dos cortas viñetas de mi vida cotidiana y una larga recopilación de avisos y rótulos relativos al COVID-19. “Bueno sería que siguiéramos, aunque sea la mitad de esas recomendaciones” Me dice una adulta mayor a quien le hablé de esta recopilación. Y con ello digo: “Hasta la Próxima … Mantengámonos Sanos y Salvos”


Cordialmente 

Luis Carrillos
Rótulos y Avisos En Abundancia 

Haga Click aquí para verlos