COVID-19 es el nombre que se le ha dado a la enfermedad causada por un tipo de virus que, por sus características, se ubica en la familia de los coronavirus. A este nuevo coronavirus se le ha nombrado SARS-Cov2. Todo parece confuso cuando comenzamos a entrar en los términos, pero en este pequeño artículo informativo, trataré de explicar todos los detalles.
¿Qué es un virus?
Los virus son partículas de origen biológico muy complejas que pueden invadir a un ser vivo para reproducirse. Estas partículas no están vivas, pero contienen información genética que les permite multiplicarse. Esta información genética, puede ser leída e interpretada por las células como las de nuestro cuerpo y por eso pueden invadirnos.
¿Si no están vivos por qué se reproducen?
No lo sabemos. El origen de los virus sigue siendo un misterio para la ciencia. Pero no, no se hicieron en un laboratorio. Solo sabemos que estas partículas se reproducen dentro de cualquier ser vivo. Siempre están mutando y por azar, estas mutaciones pueden eliminarlos de la naturaleza o darles la capacidad para infectar a los humanos o a otros organismos.
¿Y los coronavirus?
Los coronavirus son un tipo de virus con características moleculares muy parecidas entre ellos (por ejemplo, su corona), estos virus en particular, son capaces de invadir aves y mamíferos incluyendo al humano.
¿Es cierto que todo empezó por una sopa de murciélago?
Muchos coronavirus han sido descubiertos en los murciélagos y es posible que el origen del nuevo coronavirus que ahora nos ataca provenga de uno, sin embargo, los científicos consideran la posibilidad de que antes de poder llegar al humano, tuvo que infectar primero a otro organismo y el candidato propuesto como intermediario es el pangolín. Pero la culpa no es ni del murciélago ni del pangolín, la culpa es de la actividad humana que desmedidamente ha invadido el territorio y la vida de estos animales. Entre más invasión de sitios naturales exista, mayor será la probabilidad de encontrarnos con virus como este o incluso con otros más letales.
¿Este es el primer coronavirus que logra infectar a los humanos?
No. Se conoce que los coronavirus pueden infectar a los humanos desde 1965. Actualmente sabemos que existen 7 coronavirus capaces de infectarnos, 4 de ellos solo nos producen resfriados comunes, los otros 3 sí han generado enfermedades más graves.
¿Cuáles son esos 3 coronavirus más patogénicos?
El primero lo conocimos en el 2002 y se originó en China. Lo llamaron SARS-Cov por las siglas en inglés “severe acute respiratory syndrome coronavirus” (síndrome respiratorio agudo severo). Este virus no fue tan exitoso para invadir a las células de los humanos y por lo tanto no logró afectar a la población mundial. No obstante, generó los suficientes daños como para que los científicos se pusieran a estudiar más a los coronavirus. El segundo coronavirus conocido, capaz de infectar a los humanos con consecuencias graves, brotó en el 2013, en el Medio Oriente, por lo que se le llamó MERS-Cov por las siglas en inglés “Middle East respiratory syndrome coronavirus” (síndrome respiratorio del Medio Oriente). Este virus si fue muy agresivo, pero, no era tan bueno infectando a nuestras células por lo que solo se quedó en ese territorio (como dato curioso este virus provino de un camello). Por último, encontramos al virus SARS-Cov 2 (nombrado de esta manera por su parecido con el descubierto en 2002). Este como todos sabemos surgió en diciembre de 2019 en China y desafortunadamente ha sido muy exitoso para infectar a los humanos. Sin embargo, aunque no lo parezca, no es tan agresivo como otros virus.
¿Cómo logran infectarnos?
Las células tienen mecanismos para comunicarse entre ellas a través de “puertas”, estas puertas se abren con “llaves” muy específicas. Los coronavirus a través del tiempo lograron fabricar en su superficie (por mutaciones azarosas), llaves muy parecidas a las que abren la puerta de nuestras células y por eso logran entrar a nuestro cuerpo. Como dato curioso, la puerta que deja entrar al SARS-Cov 2 en las células de los humanos se llama Enzima Convertidora de Angiotensina (ECA). La angiotensina es una hormona que en el cuerpo regula la presión arterial. Esta puerta, se encuentra principalmente en las células de los pulmones, corazón, riñones e intestino; es por eso que el SARS-Cov 2, afecta principalmente a estos órganos.
¿Entonces, si estas puertas no están en la piel, por qué nos infectamos al tocar superficies contaminadas?
La probabilidad de infectarnos por tocar algo contaminado es muy pequeña. La piel es un órgano totalmente impermeable, ningún microorganismo puede atravesarla, a menos que exista una herida. Por lo tanto, tocar algo contaminado no nos va a infectar. Nos infectamos si nos tocamos la nariz, la boca o los ojos con las manos sucias.
¿Pero, cuánto dura el coronavirus en el suelo, en las latas del súper mercado, en el mostrador de la tienda…?
No importa. Lo importante es que el virus no puede atravesar nuestra piel y este puede ser destruido con agua y jabón. Entonces, con que nos lavemos las manos después de tocar algo contaminado será suficiente. Sé que esa respuesta no los deja muy contentos así que este es el dato: 72 horas en superficies de plástico y acero inoxidable; menos de 4 horas en superficies de cobre y menos de 24 horas en superficies como papel y cartón. Pero recuerden, lo más importante es que se destruye lavándonos las manos.
¿Si no nos contagiamos por tocar superficies contaminadas, como nos contagiamos?
La principal fuente de contagio son las gotitas de saliva de una persona infectada. Las gotitas de saliva salen expulsadas de la boca de una persona al comer, hablar, reírse, toser y estornudar; es increíble la distancia a la que pueden llegar. Por eso es recomendable el uso de cubre bocas, porque así protegemos a otros y también nos protegemos otro poquito a nosotros mismos. Otra ventaja de usar el cubre bocas es que nos recuerda no llevarnos las manos a la cara.
¿Por qué nos enfermamos cuando nos infectamos por un virus?
Cuando un agente extraño entra a nuestro cuerpo y logra reproducirse de manera descontrolada, todas nuestras células responden para atacarlo. Existen básicamente dos tipos de respuestas contra los agentes extraños, las primeras son llamadas respuestas inmunitarias inespecíficas, estas son el primer frente inmunológico y ocurren ante cualquier infección, o sea que van contra cualquier cosa extraña que entre al cuerpo. Las segundas son las respuestas inmunitarias específicas que ocurren cuando nuestro cuerpo ya conoce al invasor (como cuando nos vacunan) y sabe cómo atacarlo. En el caso de una infección por SARS-Cov 2 las respuestas son inespecíficas, porque esta es la primera vez que nuestros cuerpos se enfrentan a este virus.
¿Por qué estoy hablando de todo esto? Porque la enfermedad COVID-19, es producida por la respuesta de nuestro cuerpo ante estas acciones inmunitarias. Si, estas acciones inmunitarias se producen para defendernos del invasor, pero a veces sin querer, nos hacen daño. Dentro de las respuestas de defensa inespecíficas que usa nuestro cuerpo, tenemos principalmente dos:
1) Elevación de la temperatura: Esto sucede porque nuestro cuerpo sabe que muchos microorganismos mueren cuando nuestra temperatura, que normalmente se encuentra a 37 °C, sube un par de grados más.
2) Inflamación: Esta es una respuesta provocada por la comunicación que existe entre nuestras células, es la forma en la que entre ellas se avisan que hay un invasor y donde se encuentra localizado. Por eso puede doler la garganta cuando hay una infección de tipo respiratoria, porque el primer tejido dónde puede empezar a crecer un invasor es la garganta y entonces se inflama.
Por lo tanto, los síntomas de la enfermedad se producen por la respuesta de nuestro sistema inmunitario y es lo que nos hace sentir enfermos. Mientras más tarde nuestro sistema en deshacerse del invasor, más fuertes serán los síntomas.
¿De qué depende que algunas personas enfermen más gravemente que otras?
Principalmente de la capacidad de los diferentes cuerpos para soportar la lucha del sistema inmunológico. Es decir, las respuestas inmunitarias que mencioné arriba pueden ser dañinas para nuestro organismo. Por ejemplo, la inflamación puede afectar más órganos que ya se encuentran inflamados por otras enfermedades que a órganos sanos. Así mismo, cuando los virus se multiplican en el cuerpo pueden matar a muchas células y si nuestros órganos ya tienen daños previos, pueden sufrir todavía más. Por eso, entre más fuertes y sanos nos encontremos cuando nos enfrentemos al virus, mejor recibiremos esos síntomas. Desafortunadamente la comunidad hispana, se encuentra dentro de la población más vulnerable al virus y esto se debe a la mala salud que muchos arrastramos desde niños. Por ejemplo, la obesidad y diabetes tan común en la población latinoamericana, provocada principalmente por una mala alimentación.
¿Por qué los adultos mayores son más vulnerables?
Es importante mencionar que antes de que este virus llegara a Latinoamérica, la población de adultos mayores era considerada la más vulnerable. Hoy sabemos que no es así. Las personas con problemas de salud previos como obesidad, diabetes e hipertensión son mucho más vulnerables. Por otro lado, las personas mayores de 65 años siempre han sido susceptibles a las enfermedades respiratorias, probablemente debido a una menor capacidad para orquestar una respuesta inmune eficaz. Adicional a esto los cambios que sufre nuestro cuerpo durante el envejecimiento también favorecen las infecciones y como vimos arriba, la respuesta inmunológica también podría afectarlos más.
¿Por qué los niños no se enferman?
Probablemente con lo que ya hemos platicado sea más fácil entender que, aunque los niños pueden infectarse por el coronavirus e incluso llegar a ser foco de infección para los adultos, ellos no resienten la respuesta inmunológica como las personas adultas, porque los órganos de su cuerpo se encuentran más sanos. A pesar de esto, en países como México, se han presentado casos de enfermedad graves por infección de SARS-Cov 2 en niños y esto tristemente se debe a que la población infantil en este país tiene altos índices de obesidad y diabetes.
¿Existen tratamientos farmacológicos para prevenir la enfermedad COVID-19?
Lamentablemente todavía no hay medicamentos que prevengan la enfermedad.
Los médicos han encontrado medicamentos para contrarrestar algunos de los síntomas que pueden comprometer la vida de algunos pacientes graves. Sin embargo, estos tratamientos no pueden ser auto medicados, ya que sus efectos secundarios siempre deben ser vigilados por un médico.
¿Qué puedo hacer si me enfermo de COVID-19?
Lo único que podemos hacer en caso de sentirnos enfermos es:
1) Platicar con nuestro médico para informarle de nuestro estado y nuestros síntomas, así si estos empeoran podamos acceder a un tratamiento de manera rápida.
2) Debemos mantenernos tranquilos, el estrés puede predisponer a la enfermedad en las personas normalmente sanas. Se sabe que los equilibrios hormonales pueden cambiar drásticamente en personas estresadas, por ejemplo, en momentos de estrés la hormona cortisona que tiene efectos antiinflamatorios puede elevarse a niveles muy altos, lo que evita que exista una respuesta inflamatoria adecuada y por lo tanto disminuir las defensas normales que tiene nuestro cuerpo contra una enfermedad.
3) Descansar, mantenernos hidratados y alimentarnos bien es muy importante.
¿Cuándo se va acabar esta enfermedad en el mundo?
Aunque los avances en el conocimiento del virus y la enfermedad se están obteniendo rápidamente, este virus como muchos otros que han aparecido en la historia de la humanidad, no se va ir, llegó para quedarse y hasta que no encontremos una vacuna, estamos en peligro de contagiarnos y enfermarnos. Por lo que no debemos bajar la guardia.
¿Cómo me puedo cuidar?
Lo más importante es mantenernos tranquilos, el miedo puede ser mucho más peligroso que este virus. Dentro de los consejos más importantes están: usar cubre bocas y mantener una distancia de 1.5 metros** con otras personas, por último, lavarse las manos y no tocarse la cara es primordial. Mantenernos informados nos da herramientas que nos ayudan a cuidar nuestro bienestar, sin embargo, mucha información sobre la enfermedad COVID-19, que encontramos en los medios de comunicación es nueva y mucha puede ser muy precipitada o falsa por lo tanto hay que tomarla con precaución.
La autora tomó como fuentes principales, libros de texto básicos de microbiología y artículos científicos recientes.
* Autora: Ixchel Osorio Paz, Profesora del Departamento de Biología Celular, Universidad Nacional Autónoma de México.
