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Consejo de Desarrollo Hispano.
Boletin 14. Julio 9, 2020

Celebración y reflexión

por Rodrigo Briones

Bajo los modos de gobierno neoliberales, independientemente de la institución,
toda relación social se reduce a un acto de comercio.”
Cuando en los albores de la cobertura universal de salud para todos los canadienses en la década del setenta, el sector de los adultos mayores quedaba afuera del paraguas protector del estado, el paradigma del neoliberalismo empezó a mostrar su rostro mas cruel.
Sumidos como estamos en la pandemia y sus efectos, tenemos que sorber con amargura la tremenda cifra: 81% de las victimas de Covid19 en Canadá son adultos mayores.

Mientras se disipa la nube de pólvora de los fuegos de artificio celebrando el Día de Canadá, cabría preguntar que es lo que estamos celebrando. O más atinadamente porque lo estamos celebrando.
“Debemos reconocer dónde hemos sido condicionados para agradecer a las entidades, instituciones y órganos de gobierno blancos / coloniales por permitirnos existir. Debido a la larga historia de colonización en nuestras patrias, ha habido un condicionamiento de agradecer a las entidades de los cuerpos coloniales por permitirnos existir y sobrevivir, porque esa agencia (capacidad de agenciar, de hacer), a través de la colonización, ha sido despojada de nosotros.
Para los inmigrantes que alimentaron a los países occidentales, esto se debe a que la colonización creó directa / indirectamente un clima inseguro o violento en la propia patria. Si bien podemos estar agradecidos por nuestra seguridad en esta tierra, debemos reconocer que, muchas personas, no necesitaríamos estar aquí si la colonización no hubiera afectado la dinámica / clima político en nuestros propios países.”

Quedé atrapado entre estas dos citas la primera referida al neoliberalismo de un artículo The Language of Neoliberal Education by HENRY GIROUX – MITJA SARDOČ
mientras la segunda es un texto que me llegó por algunos de los medios sociales a los que estoy suscripto.

Claro que cualquiera podría decir que es poco serio tomar esto como base, aunque… si el río suena es porque algo trae; como solía decir mi tía criada a la orilla de un tranquilo arroyo de montaña. De esos cauces que cuando llueve en el cerro se transforma en un alud de barro y agua que se lleva todo por delante.

El primer día de julio celebramos el acuerdo de tres (hoy) provincias por el cual establecían un acuerdo administrativo de las tierras sobre las que se habían asentado franceses e ingleses.  ¿Ah? Y los pobladores originarios… bueno… ellos habían acordado y firmado (algunos) ceder el uso de la tierra a los llegados del mar.  Claro que ceder el uso tiene significados diversos para cada uno de los signatarios, para unos es usar pidiendo permiso y agradeciendo a la madre tierra (Pachamama dirán en el sur) para los otros es uso, tenencia y propiedad.

Durante 150 años ha habido muchos cambios administrativos, inclusión de nuevos territorios, cambio de estatus de algunos de ellos, en fin. Un entuerto de dependencias e intentos de independencia que nos hace arribar a estas tierras con esto que hoy festejamos: Canadá.
Hay una fuerte ligazón entre el poder imperial, representado por la Reina Isabel, cara del papel moneda mas usado y nuestra vida cotidiana. Si bien hoy festejamos el Día de Canadá, no debiéramos trasladar automáticamente el festejo de nuestras latinoamericanas fechas patrias, gestas de independencia del poder español, con esta celebración de independencia gradual y dependencia cambiante pero existente.

En nuestro país, Canadá, los resabios del poder colonial están presentes, sólidos pilares: la replica del parlamento inglés con todos los símbolos originales, se reproduce en cada casa de las leyes locales y nacionales: el Parlamento. Los provinciales unicamerales y el federal con dos cámaras (Uper House) de Senadores (Lower House) Cámara de los comunes.
Rápido repaso de las tareas, el gobierno federal legisla en áreas de importancia nacional, tales como: Servicio postal nacional, defensa Nacional y derecho penal. Mientras que los gobiernos provinciales legislan en áreas de mayor importancia local, tales como: Cuidado de la salud y Educación publica. Claro que no todo es tan claro como lo acabo de resumir, porque hay responsabilidades compartidas, presupuestos que derivan del poder federal para salud, del poder provincial para educación y seguridad que es municipal entre otros.

Al final del día se trata de ordenar la vida y las actividades de los ciudadanos en cada lugar, entre ellas las económicas. Por ejemplo: en las provincias marítimas la pesca es una gran discusión; mientras que en las praderas la agricultura y ganadería fueron durante año el eje de la economía, hasta que se empezó a separar la arena del betún.

Llegado a este punto o bien uno ha perdido el hilo o yo estoy desvariando.

El cómo es regulada, ordenada, legislada la vida y las actividades de los ciudadanos se transformará en la calidad de esa vida y sus actividades.

Cuenta la historia que, para la época posterior a la gran depresión de 1930, había en nuestro mundo una discusión entre quienes creían que el estado debía regular la vida y aquellos que creían en la libertad individual como principio rector. Allí entró en escena el alemán Alexander Rüstow  quien en 1938 fue el primero en acuñar el termino neoliberalismo para diferenciarlo del liberalismo clásico y meter una cuña ideológica entre ambas tendencias en pugna.

Lo cierto es que han pasado muchas discusiones bajo el puente, y por arriba también, hasta que a raíz del golpe de estado en Chile en 1973 un grupo de economistas formados en Chicago – los Chicago Boys – implementaron un sistema económico con mínima injerencia del Estado movido solamente por los vaivenes del mercado. Allí se empezó a hablar entonces de neoliberalismo para identificar una política nueva frente a las cosas y las vidas de los pueblos. Con Ronald Regan como presidente de Estados Unidos y Margaret Teacher como Primer Ministro de Reino Unido el nombrado neoliberalismo se entronizó en la escena económica mundial.

Espere señor escritor, pero la Reina Isabel era la reina cuando Margaret Thatcher era la primera ministra del Reino Unido, ¿o no?
Si, si, pero nosotros ya habíamos tenido el episodio del “Fudle Dudle” y la pirueta detrás de la Reina durante el encuentro del G7 en 1977, dos años antes de la llegada de la Dama de Hierro. Estamos hablando de Pierre Elliot Trudeau quien durante su largo mandato como Primer Ministro (1968–79, 1980–84) hizo del cambio social y cultural sus objetivos políticos, incluida la búsqueda del bilingüismo oficial en Canadá y los planes para un cambio constitucional significativo que moldearon el Canadá moderno que nos toca vivir hoy.

Claro hay una correlación entre lo que sucede en la metrópoli y lo que sucede en las posesiones de ultramar, diríamos si estuviéramos en la época colonial. Hay correlación, pero con matices… nuestro país no es el Reino Unido ni los Estados Unidos, pero los puentes que nos unen son sólidos, quizás tan sólidos como los símbolos presentes en las legislaturas.

Las acciones de los gobiernos nos afectan directamente, y cuando hemos visto desde antes de la pandemia cual ha sido la legislación que protege a los seniors podemos empezar a preguntarnos si la vida de los adultos mayores, o mejor expresado, la muerte de los adultos mayores no es un acto de comercio.