Línea Uno CDH

Covid-19 Info

Consejo de Desarrollo Hispano.
Boletin 15. Julio 16, 2020

El toque personal vía Zoom

por Edna Amador

Los seres humanos somos seres sociales y la interacción es vital para nuestra salud física y mental, algo que ha sido estudiado y comprobado por la ciencia.  En los últimos tiempos la queja más escuchada ha sido por la pérdida casi total de la comunicación verbal y cara a cara, porque tal vez sin percatarnos la gran mayoría pasábamos demasiado inmersos en nuestros aparatos móviles.

“El primero que saque el celular paga la cuenta” ha sido una broma común entre familiares o amigos que se reunían en un restaurante u otra ocasión especial.

Y luego este año llegó el novel coronavirus a trastocar nuestras vidas.

Esta nueva realidad de encierro y cuarentena sería mucho más llevadera si no implicara la pérdida del tan importante contacto social. Ahora es cuando reconocemos que la calidez del abrazo de un familiar o amigo es algo que no se puede sustituir con un “emoji”.  A todos nos hace falta ese toque personal que nos abriga el espíritu.

Con la pandemia, seguimos inmersos en nuestros aparatos móviles, tal vez más que antes y sumándole la ironía de que ahora nos refugiamos en la comunicación digital porque es la única forma de acercarnos a todos los que quisiéramos abrazar y con los cuales hace apenas unos meses no nos preocupaba tanto conversar de tú a tú.

Hemos ampliado nuestro círculo en Facebook Messenger, Instagram y WhatsApp, y de ser una plataforma que se usaba más que todo para reuniones corporativas, convertimos a Zoom en otro medio social.

Primero fueron las invitaciones a celebraciones virtuales y aunque todos se atropellen para hablar a la vez, no niego que es emocionante recibir la invitación y alistarme con una copa de vino para sentarme frente a la pantalla a platicar con caras conocidas.

Pero como vivimos una pandemia, de las celebraciones digitales con brindis y risas ahora hemos pasado a un nuevo capítulo, el luto virtual.

En lo personal no he sido amiga de rituales, pero hoy tengo que reconocer que el significado emocional del ritual funerario – la velación, los abrazos solidarios, las palabras de apoyo, las flores, vídeos, álbum de fotografías, servicios religiosos y la procesión hacia la última morada son vivencias que en compañía fortalecen al doliente.  Como humanos necesitamos esa interacción social que ayude a sobrellevar la carga emocional de los primeros días del luto. 

La pandemia del Covid-19 ha dejado a miles sin ese proceso de duelo y me achica el corazón la soledad con que muchos deben llorar y enterrar a sus muertos. 
Y a falta de ese contacto social tan vital para los seres humanos, es nuevamente irónico que nos toque agradecer que en esta nueva y aislada realidad al menos contamos con Facebook Live, YouTube y Zoom para solidarizarnos con familia y amigos en luto.

En la comunidad hispana hay un grupo muy apegado al ritual funerario y es el de los adultos mayores. Muchos de ellos tienen experiencia rudimentaria o nula en el uso de la comunicación digital. Es nuestra responsabilidad enseñarles el uso correcto y seguro de las plataformas digitales y medios sociales, e integrarlos en vídeo llamadas. Estoy segura que ellos apreciarán el participar en un rosario a través de zoom, además de las fiestas virtuales de cumpleaños.

Comunicarse e interacción social es de humanos, humanos somos todos.