Línea Uno CDH

Covid-19 Info

Consejo de Desarrollo Hispano.
Boletin 23. Septiembre 11, 2020

Nueva Sesión Parlamentaria Federal

por Duberlis Ramos

El parlamento federal ha sido prorrogado por el Primer Ministro Justin Trudeau y reiniciará sus funciones  nuevamente el 23 de Septiembre con el inicio de una nueva sesión de la cámara de los comunes definida por el nuevo discurso del trono. La pompa y la circunstancia en la más clara tradición de las instituciones británicas en Canada ahora nuestra, se apoderara de la imaginación ciudadana y de nuestra atención cívica pues la pandemia y subsecuente turbulencia económica marcada por una recesión de tamaño mega todo esto estará en la balanza en esta nueva sesión parlamentaria.

 

¿Qué significa todo este proceso y por qué es importante? El prorrogar el parlamento significa extender su periodo de funcionamiento fuera del periodo originalmente acordado, y esta es una capacidad otorgada al primer ministro siempre y cuando esta sea corroborada por el gobernador general de Canadá. Como en otras prácticas institucionales tal cosa es solo un formalismo pues en este caso la gobernadora general asiente de acuerdo a la tradición ya establecida. Esta acción es prerrogativa de la corona la cual es practicada bajo el consejo y petición del primer ministro. La consecuencia de la prorrogación es que termina la sesión parlamentaria, y junto con esto se termina el debate, acabando de esta forma todas las discusiones y proyectos legislativos en proceso… mueren en la orden del día. Esta situación da paso entonces a una nueva sesión parlamentaria que comienza todos los negocios de gobierno simplemente de cero.  (Tecnicidades existen para restablecer negocios del parlamento)

 

Cuando el 18 de Agosto pasado el gobierno Trudeau prorrogó el parlamento, sin duda que teniendo muy en cuenta las implicaciones y los diferentes escenarios que plantea esta situación ya que obviamente no se puede dejar de observar el contexto y su propio reconocimiento de que Canadá ha de revisar su futuro. En particular la coyuntura post crisis de salud, a más de los otros temas en la agenda pública de estos días marcados por altos niveles de ansiedad e incertidumbre para grandes sectores y regiones canadienses. En este caso particular la próxima sesión parlamentaria estará marcada desde ya por un discurso del trono el cual ha de proponer el nuevo mapa de acción gubernamental que trace un derrotero post pandemia, o mejor planteado, provea a la ciudadanía y gobierno un plan que responda a las inquietudes, esperanzas y valores del momento actual proyectadas en un plan de trabajo y  presupuesto el cual pueda facilitar la cristalización de expectativas de muchos sectores los cuales han sufrido duramente el impacto del COVID-19.

 

El momento es delicadamente peligroso para el gobierno Trudeau, primero, porque volviendo  a los procesos técnicos, y considerando que es gobierno minoritario, la aprobación de esta propuesta presupuestaria a los canadienses debe ser apoyada por lo menos por otro partido en el parlamento que le permita sumar los votos y así generar una mayoría y continuar su mandato. Un voto de no confianza en mociones de presupuesto significa automáticamente colapso del gobierno y por ende la necesidad de nuevas elecciones generales. Si bien es cierto en medio de la pandemia tales elecciones no son deseadas aparentemente por la población, es claro que las diferentes colectividades políticas se preparan desde ya frente a esta posibilidad. Particularmente cierto es esto después de la elección del nuevo leader del partido conservador Erin O’Toole. No olvidemos que el partido verde también está  en proceso de liderazgo en medio de un despegue de la atención a la problemática ecológica.

 

En suma, el entorno político federal aparece iniciando un drama significativo que definirá la próxima sesión parlamentaria ya que la minoría liberal podría ser derribada al producirse diferencias de opinión, y en cualquier momento, una moción de no confianza podría implicar nuevos comicios.

 

Las diferentes posiciones y plataformas políticas.  Siguiendo a las corrientes de la política contemporánea en el mundo occidental, esta probablemente tendrá menos especificidad y mayor enfoque en posiciones generales y líneas gruesas ideológicas. Para comenzar, el Partido Liberal deberá jugársela en cuanto a su record de dos periodos consecutivos y fundamentalmente sus políticas dedicadas a la gestión de la crisis pandémica, las relaciones económicas con Estados Unidos y  China, la alienación de las provincias del Oeste de Canadá y política energética, déficits no anticipados, impuesto al carbono, y como de costumbre mantener el balance de la unión canadiense incluyendo la diversidad de aspiraciones de la Provincia de Quebec y ahora las provincias del Oeste.

 

Si bien es cierto, todas estas temáticas pertenecen a la sociedad global en su conjunto, y que todos los sectores políticos y partidos tienen sus propias perspectivas, lo que marca diferencias son la elección de rutas alternativas y los énfasis en cómo se hacen las políticas públicas y las prioridades. Un gran tema para comenzar es la política fiscal y el manejo de presupuestos y el déficit de la actualidad. La continuidad del gobierno como decíamos depende del apoyo de un segundo partido político, y una materia a observar en esta área es un acuerdo potencial Liberal NDP dado por afinidades que podrían darse fundamentalmente en materias de política social tales como prestaciones sociales más allá de la pandemia, incluyendo equidad en el empleo, una nueva estrategia nacional anti racista y hasta la posibilidad de considerar un acuerdo en el área de un ingreso universal mínimo!

 

Finalmente, no debemos olvidar que llegamos a esta intersección en el camino de la política canadiense por un escándalo el cual en opinión de observadores políticos fue lo que motivó la prorroga actual. Esta situación ha terminado con las operaciones en Canada de la organización de caridad WE cuyo mandato era la promoción de las actividades juveniles a lo largo del país. De hecho, un paso en falso en un contrato con el gobierno federal causado por elementos  de proceso contrario a las reglas regulares de otorgamiento de proyectos y conflictos de interés, asunto cuya verificación está pendiente.

 

Este último hecho marcará una clave importante para la política de Canada en los próximos días. La importancia del escándalo, dependiendo de la noción de cada parte en Ottawa formará parte de un juego político que puede hacer descender la política parlamentaria a niveles altos de confrontación, lo cual a su vez puede dañar sin dudas la confianza y la cohesión del país en momentos tan importantes como este. Los actores claves de este drama serán el Primer Ministro, Erin O’Toole, líder Conservador, Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Democrático, Yves-François Blanchet, líder del Bloc Québécois, a más del Partido Verde cuyo nuevo liderazgo está en proceso.