Línea Uno CDH

Covid-19 Info

Consejo de Desarrollo Hispano.
Boletin 24. Septiembre 17, 2020

El fútbol, pasión de multitudes

por Alejandro A. Morales

Es difícil concebir por estos días, una ciudad o país que no vibre con el deporte. En aquellos países afluentes y desarrollados son numerosos los deportes que se practican o sean seguidos en la televisión o la radio. Aunque, cualquiera que sea la zona geográfica o continente hay uno que se ha transformado en el deporte rey: el fútbol, nacido en la vieja Inglaterra como como “football”, del cual existen diferentes versiones según sea el país y del cual emanaron otros tales como el rugby, el football americano, el canadiense, el australiano, con diferentes reglas que van más allá de las “reglas más sencillas” del actual que tiene como representante a la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado).

 

De su génesis en la Rubia Albión existen evidencias que datan de muchísimos años en el pasado, pero que comienza a tomar forma reconocible en 1860. Aunque, por cerca de mil años antes existen pruebas de que un juego de poca estructura y de escaso desarrollo que contenía una forma rudimentaria del juego actual se jugaba en las islas británicas, especialmente entre aldeas o villas, en las zonas campestres y forestas entre dichas poblaciones.  Muy a menudo hasta 500 hombres y muchachos representaba cada villorrio y el juego se basaba en acuerdos que incluían espacios y metas.

 

La violencia era una de sus características, a tal punto que el rey Eduardo II en el año 1314 lanzó una proclama prohibiendo el juego, lo que incluía pena de prisión a quienes lo practicaran. Esta fue confirmada por Ricardo II en 1389. Evidentemente, la prohibición forzó el juego clandestino, lo que no concluyó en su esperada desaparición. Los reyes Enrique IV y Enrique VIII reafirmaron la ley en los 1400. Aún más, Isabel I prohibió el juego en Londres en 1572, precisamente por su violencia. William Shakespeare, usó la noción del juego en un par de sus creaciones literarias, como en King Lear. No obstante, el rey Charles II en los años 1660-1685 fue espectador de un partido entre sus sirvientes y los de un duque vecino.

 

En los siglos venideros el deporte continuó su inevitable marcha hacia la modernidad. Las escuelas públicas de Inglaterra (escuelas privadas donde asistían los hijos de las clases altas) continuaron su práctica. Algunas de ellas como Rugby, Eton, Harrow, Charterhouse and Winchester lo incluyeron en sus actividades extracurriculares donde se proveía juego duro y vigoroso durante el tiempo libre.

 

El primer intento de establecer reglas ocurrió en 1862, las que fueron diseñadas con el título de “The Simplest Game” (El Juego Más Simple) para partidos en la Universidad de Cambridge. Ausentes se encontraban reglas sobre dimensiones del campo, tamaños de las metas y número de jugadores por cada lado. Debido a la ausencia de reglas estrictas se produjo la separación entre el fútbol y el rugby, este último denominado así porque en el Rugby College se permitía el llevar la pelota en las manos.

 

El año 1863 fue una fecha importante para el deporte de futbol y rugby formándose la Football Association. Las escuelas públicas comenzaron a utilizar las reglas establecidas por la FA. In 1871 nació la idea de establecer una competencia con participación de los clubes miembros de la Asociación, la que ha subsistido hasta la actualidad donde se le conoce como Premiership. Muchos cambios y nuevas reglas se establecieron a través de los años siendo en 1925 la que cambió las reglas del “off-side”.

 

Paulatinamente, el comercio y la navegación llevó a muchos ingleses a diferentes partes del mundo los que cuando llegaban a puerto practicaban este relativamente nuevo juego, el que observado por los locales los llevó a fundar sus propios clubes. Geográficamente, las naciones de Sudamérica fueron adelantados aprendices de esta transferencia cultural y tímidos albores de una globalización incorporando sus propios clubes y competencias por lo que muchos de ellos recibían nombres ingleses como River Plate, Boca Juniors, Santiago Wanderers, Everton, The Strongest, Green Cross, por solo mencionar algunos.

 

La etapa inicial del fútbol en Sudamérica incluía gente de las clases acomodadas, y que disponían del tiempo para la recreación. Un enorme impulso lo dio la creación de una competencia nacional hoy conocida como la Copa América que cuenta con más de 100 años de historia. Asimismo, el primer campeonato mundial fue jugado en Montevideo, Uruguay siendo este país el ganador de la copa. El fútbol ya se había convertido en el deporte favorito y se jugó en los barrios, en las playas, potreros, escuelas y calles. Solo se necesitaba una pelota o algo similar confeccionada por los niños.

 

En el contexto del mundial de fútbol se ha mostrado con toda claridad que este deporte es uno de los grandes temas de nuestro tiempo. El fútbol es mucho más que una habilidad corporal y un entretenimiento: el fútbol es un enorme factor económico, configura estilos de vida y ha tenido relevancia política desde sus comienzos hasta nuestros días. A ojos de muchos aficionados es la última pasión verdadera. Expresado de una manera menos patética, el fútbol es seguramente uno de los mecanismos de movilización social más eficaces de nuestros días.

 

La atracción del fútbol se debe a cuatro factores fundamentales:

 

Su sencillez: el fútbol se puede jugar en cualquier lugar. No es necesario un equipamiento caro ni siquiera una pelota. Las reglas del juego son en general tan sencillas que hasta un niño de cinco años puede entenderlas sin problemas.
Su énfasis en lo corporal: con esto se hace referencia a determinadas imágenes e ideales de masculinidad.
El entusiasmo y la emoción que provoca: esto se expresa sobre todo en la vivencia de la masa, la cual puede ser interpretada como una gran vivencia de comunidad.

Al mismo tiempo, el fútbol, en la acepción de espectáculo, tiene también una función de válvula de escape para el exceso de agresividad.
Su carácter de ritual: a través de las repeticiones semanales de partidos e idas al estadio, del ritmo anual de los torneos, de los cantos y la vestimenta estandarizados de los hinchas se ejercitan formas de comportamiento colectivo que tienen gran poder de fascinación.

 

En nuestras naciones, especialmente aquellas de la costa atlántica, ha habido campeones mundiales y su juego admirado en Europa donde este deporte posee mejores medios en su práctica y expansión. El caso de Brasil, Argentina y Uruguay es significativo. En aquellas naciones donde ha existido la presencia de la población de origen africano, no les fue fácil a los afrodescendientes ser llamados, a pesar de sus habilidades, a formar parte de las selecciones nacionales. En el caso de Brasil, el jugador negro hizo su aparición a fines de los años treinta, por ejemplo y no antes.

 

Hoy en día nombres como Pelé, Maradona, Messi, Suárez y tantos otros están en la boca de niños, hombres y mujeres, siendo estas últimas notorias en el avance de su juego y competencias, aunque profesionalmente por debajo del salario recibido por el sector masculino. Y el fútbol más que un simple juego sigue siendo una pasión de multitudes.