El pasado fin de semana me la pase prendida a la televisión esperando el resultado de las elecciones en Estados Unidos. Hacía mucho que no sufría igual la angustia de una votación. Recuerdo haber sido parte de un equipo de campaña de un partido que perdió una elección presidencial, allá por 1995, en Argentina. En eso estaba pensando cuando vi un mensaje de mi hijo menor desde Montreal contándome que desde el balcón de su departamento se puede ver la entrada de la escuela Westmount High School, donde se graduó en 1981 la vicepresidenta de Joseph (Joe) Biden, Kamala Devi Harris.
Al leer sobre su historia, entendí que el techo ya lo había abierto mucho antes del sábado 7 de noviembre, cuando se transformó en la primera vicepresidenta electa, que asumirá junto a Biden en 10 semanas, el próximo 20 de enero.
Kamala, bautizada como la flor de loto, nació en 1964 en Oakland, California y desde muy joven no ha parado de acumular logros, como ser la primera mujer afronorteamericana que se convierte en fiscal del distrito de San Francisco, luego en fiscal general de California. Más recientemente en 2016, llegó a ser la segunda mujer negra en ser electa senadora en la historia de los Estados Unidos. (1)
Su estadía en Canadá, hasta 1981, fue junto a su madre Shyamala Gopalan, médica, bióloga y endocrinóloga nacida en la India, quien enseñaba en la Universidad de McGill. Aquí la joven Kamala se enriqueció de una amplia conexión a las comunidades inmigrantes y aprendió un fluido francés. Su padre, Donald Harris también un inmigrante jamaiquino, estudiante de postgrado en Economía en la UC Berkeley, cuando conoció a su madre. Antes de venir a Canadá cuando Kamala tenía 7 años y su hermana Maya 5, ellos se divorciaron. (2)
La televisión canadiense entrevistó a Wanda Kagan, una amiga de la escuela secundaria de Kamala en Montreal, quien describió cómo le confió a Harris que su padrastro la estaba abusando sexualmente. Dijo que Kamala se lo contó a su madre, quien insistió en que se fuera a vivir con ellos por el resto de su último año de secundaria.
Probablemente de estas experiencias junto a su madre aprendió a defender los derechos de la mujer en las situaciones más vulnerables. Su misión de proteger a estas comunidades ha sido una constante a lo largo de su carrera como defensora de la interrupción voluntaria del embarazo, terminar con la brecha salarial de género, dar cobertura de salud accesible, acabar con la injusticia racial, poner fin a la pena de muerte, legalizar la marihuana y trabajar por una justicia ambiental y climática.
Pero también algunos de sus fallos como fiscal han sido criticados y hay quienes la tildan de moderada y hasta conservadora en sus posiciones. Una de sus iniciativas en educación fue penalizar a los padres por el ausentismo de sus hijos en las escuelas o aumentar las fianzas para desalentar el crimen, una práctica que ha sido cuestionada por criminalizar la pobreza.
Para muchos Kamala representa una nueva generación de líderes y un intento por poder superar el legado del ¨Yes, we Kam¨, en la versión femenina del expresidente Barack Obama. El factor racial es sin duda un punto a su favor, ya que su formación fue cimentada en el templo del saber afronorteamericano desde 1867, la universidad Howard, donde estudió leyes.
En su primer discurso como vicepresidenta electa, Harris llamó a "las generaciones de mujeres, mujeres negras, asiáticas, blancas, latinas, mujeres nativas americanas, que a lo largo de la historia de nuestra nación han allanado el camino para este momento... Todas las mujeres que han trabajado para asegurar y proteger el derecho al voto durante más de un siglo. Hace cien años 100 con la 19a enmienda, hace 55 años con la Ley de Derecho al Voto, y ahora en 2020 con una nueva generación de mujeres en nuestro país que emiten su voto y continúan la lucha por su derecho fundamental a votar y ser escuchadas," ella sostuvo.
“Sueñen con ambición. Lideren con convicción…¨Soy la primera, pero no seré la última¨. "Ahora es cuando comienza el verdadero trabajo".
A la flor de loto se le considera una planta sagrada en India, por lo cual se le han atribuido múltiples significados y simbolismos. La flor de loto tiene la capacidad de sobrevivir en entornos difíciles, como las zonas pantanosas, de allí que sea frecuentemente asociada con los complejos procesos vitales que debe enfrentar el ser humano (3). Tal vez un augurio de cómo serán los tiempos que vendrán.
