Los latinaomericanos que vivimos en estas tierras canadienses somos unos de los grupos que más nostalgia sentimos por nuestros países de origen, tal vez porque extrañamos a nuestros familiares y amigos que siguen allá, la comida criolla y sobre todo el clima.
El clima es uno de esos temas que siempre está presente en nuestras mentes y conversaciones.
En Canadá hablamos del clima a diario, sobre todo, con tono de queja en esta época del año cuando empieza el frío, que cala hasta los huesos, la nieve y el hielo que nos hace pasar encerrados la mayor parte del temido invierno.
El clima también se ha convertido en motivo de preocupación en nuestros países de origen ya que, debido al calentamiento global, Latinoamérica es golpeada más a menudo con fenómenos climáticos que dejan destrucción y aumentan la pobreza en que vive la mayoría.
Es así como año a año vemos más y más fuertes huracanes y tormentas tropicales, incendios forestales, derrumbes, inundaciones y, por ende, más personas en crisis humanitaria.
Los huracanes Eta e Iota que pasaron por Centro América hace unas semanas, y con sólo días de diferencia entre ambos, han causado muchísima destrucción, decenas de muertes y miles de damnificados en Honduras y Nicaragua, luego que sus lluvias torrenciales provocaran inundaciones no vistas en más de 20 años, que arrasaron con viviendas y cultivos.
Honduras, que es el país donde nací, fue el más afectado. Miles de personas que tenían sus hogares en la zona Norte, cercana al litoral Atlántico, han quedado sin hogares y muchos aún siguen con sus familias en albergues o bajo carpas dispersas a lo largo de las carreteras aledañas.
Los expertos asocian el aumento en el número y en la furia de estos desastres naturales con el cambio climático, debido al calentamiento acelerado del planeta. Esos expertos también nos dicen que el calentamiento global es, en buena parte, causado por la contaminación ambiental debido a las emisiones por la quema de combustibles fósiles como el carbón, entre otros.
Los países del primer mundo son los que más contribuyen a esas emisiones, y por ende los latinos que vivimos en Canadá, también aportamos a esas emisiones que aumentan las temperaturas globales y terminan afectando más a los habitantes de las regiones en más desventaja socioeconómica, como lo es Centro América.
Sí, porque también los latinos que residimos en Canadá nos damos el lujo de consumir más energía eléctrica y más gasolina para nuestros vehículos, e incluso podemos disfrutar de muchos más asados durante el verano. Nosotros también somos parte del problema climático que causa tragedias ambientales en nuestros países de origen.
Eta e Iota son nombres raros pero que en Honduras y Nicaragua se han vuelto inolvidables. Miles de personas necesitan de ayuda básica e inmediata como comida, agua purificada y medicamentos.
La situación de emergencia para los miles de damnificados se ve agravada además porque la región es también víctima de la pandemia del Covid-19.
Existen muchas organizaciones confiables en Canadá que se han unido a la recolección de ayuda humanitaria para los afectados, entre las que figuran la Cruz Roja de Canada www.donate.redcross.ca/hurricane-eta/donate , Disaster Aid Canada https://www.canadahelps.org/en/dn/54353 , así como la iglesia Pentescostal www.erdo.ca y otras.
Si desea y le es posible ayudar a nuestros hermanos centroamericanos damnificados por los huracanes Eta e Iota, acuda a los enlaces de esas organizaciones mencionadas arriba, o consulte con dirigentes comunitarios Latino Hispano en su área. Lo importante es que la ayuda sea canalizada por organizaciones que la hagan llegar directamente a los afectados.