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Consejo de Desarrollo Hispano.
Boletin 34. Noviembre 26, 2020

Asamblea General Annual 42
Consejo de Desarrollo Hispano


El día 19 de noviembre de 2020 tuvo lugar la asamblea anual del Consejo. Como ya es de esperar en este año excepcional, esta importante sesión tuvo lugar virtualmente con un alto número de participantes. Como de costumbre las participaciones y las presentaciones tuvieron un grado elevado de calidad a la vez que de camaradería. Si existió un hecho clave a destacar en esta oportunidad podríamos decir que este fue en parte el tono intergeneracional puesto particularmente por la presentación de los jóvenes académicos Giovanni Carranza y Juan Carlos Jimenez en el área de investigación que revisa la realidad actual de los jóvenes centro americanos en Canada. Las historias personales mostradas a través de imágenes fotográficas y su significación, o las historias digitales en cortas bandas cinematográficas implican vivencias de un antes, y del viejo país que quedó atrás. Un después en el país de residencia  actual en donde se comparten toda clase de experiencias, deseos y frustraciones; esperanzas y reminiscencias de los recuerdos que envuelven la migración.  En esta presentación, y metafóricamente en esta reunión de los trabajadores sociales y comunitarios de quienes tenemos en el hemisferio sur un punto de origen o identidad cultural tuvimos la profundidad del conocimiento formado en la academia. Pero, no menos importante fue la tradición histórica de encuentro después de cuarenta y dos años de trabajo social en la comunidad.  Y esto último no puede pasar desapercibido.

 

Si hay un fenómeno social importante que nos toca como miembros de nuestra comunidad es la percepción de que somos una comunidad desarticulada y con trazos caóticos que no nos permitimos unidad de propósito en el accionar colectivo ni en nuestro impacto en la gran sociedad. Pero por otra parte, cuando hablamos del sector social comunitario podemos decir que la comunidad de habla hispana está viva, y ha generado una historia de trabajo la cual no puede ser descartada en su injerencia en la construcción de una institucionalidad  alternativa y a su vez complementaria de las grandes corrientes de adaptación y asentamiento en la vida cotidiana de este nuestro país. No puede pasar por alto, que la formación social de los trabajadores comunitarios desde su llegada a Canada ha contribuido permanentemente a la construcción de la comunidad y en el gran marco de Canada hemos participado en su construcción diaria.

 

Los servicios comunitarios, y organizaciones como el Consejo de Desarrollo son un componente institucional de promoción del desarrollo y crecimiento de las comunidades en todas sus aristas. Por supuesto que no son solo los únicos actores de tal proceso, pero si podríamos decir que después de 42 años de trabajo juegan, y jugarán un papel inequívoco en el destino final y el éxito de nuestra comunidad dentro de este gran norte que se cubre de blanco.

 

Como lo acotaba nuestro ex presidente Juan Carranza en su reflexión de apertura inicial de la sesión, “si bien es cierto y son posibles las tribulaciones en tiempos como los actuales marcados por la pandemia e incertidumbre de la vivencia cotidiana, la construcción y las tareas de lo social demandan determinación dirección y liderazgo”. En tales momentos las organizaciones de la comunidad validan su existencia actuando y marchando junto con su comunidad. Esta obra colectiva de todos quienes participan produce como resultado la posibilidad de potenciar el crecimiento humano individual y colectivo.  En su efecto, la cuenta de la presidenta de la organización Ana Paredes resumió las tareas del último año sumarizando sus diferentes grandes áreas de trabajo que incluyeron los servicios generales de apoyo, la consejería, la nueva clínica de impuestos, la investigación social, el trabajo con estudiantes, y la continuidad de la abogacía por los servicios generales a la comunidad y la atención especial por las personas más vulnerables.

 

Finalmente, y como es de rigor después de todos los informes que certifican la salud financiera y de gobernabilidad de la organización se dio la aprobación a la propuesta del comité de nominaciones por unanimidad el cual certificó como nuevos miembros del directorio a las colegas de reconocida e influyente trayectoria en la comunidad Dinora Aldana y Lita Gonzalez-Dickie.

 

Lo que ha caracterizado históricamente las asambleas anuales del Consejo son el encuentro y la camaradería que marcan el avance del trabajo comunitario, pero también el crecimiento de las tareas a cumplir. Sin lugar a dudas que en sus orígenes el trabajo comunitario no podía imaginar la realidad después de más de cuarenta años de vida. Lo interesante de esta creación llamada Consejo es que persiste y tiene un nivel de relevancia que continúa trascendiendo generaciones y es capaz de capturar aun la imaginación de los trabajadores sociales mirando hacia el futuro entendiendo el sur…

 

Finalmente, y con un cierre coincidentemente apropiado se llegó a la conclusión de la sesión de trabajo con una versión espontanea de cumpleaños feliz dedicada al colega Alejandro Morales, cuya contribución de dirección y liderazgo determinaron la relevancia de esta organización por décadas y prácticamente desde sus orígenes.