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Boletín 40. Enero 30, 2021

Nicolás Guillén, el poeta nacional de Cuba

por Alejandro A. Morales

Nicolás Guillén Batista fue un poeta, periodista, activista político y escritor cubano. La historia de su vida fue una seguidilla de prisiones y exilios, como consecuencia de su participación política y las persecuciones de los tiranos de turno que asolaron Cuba a partir de 1920. La injerencia política de los Estados Unidos, como consecuencia de la participación de este país en la guerra independista contra la España colonialista, hizo que Cuba fuera una de las últimas naciones americanas en sacudirse del yugo español.

 

El poeta nació el 10 de julio de 1902 en Camagüey, Cuba, el mayor de seis hijos (tres niños y tres niñas) de Argelia Batista y Arrieta y Nicolás Guillén y Urra, ambos mestizos, de descendencia afro-europea.  Su padre había luchado por la independencia como teniente. Fuerzas gubernamentales asesinaron al padre de Guillén por protestar contra el fraude electoral y destruyeron su imprenta, donde ya trabajaban Nicolás y un hermano. Argelia y sus hijos lucharon por sobrevivir. Nicolás y sus hermanos encontraron un racismo discriminatorio en Cuba, similar al que sufren los afroamericanos en los Estados Unidos.

 

Pese a las limitaciones económicas, Guillén estudió derecho en la Universidad de La Habana, pero abandonó la carrera jurídica y trabajó como tipógrafo y periodista. Su poesía fue publicada en varias revistas, desde principios de la década de 1920, cuando los sonidos e instrumentos afrocubanos estaban cambiando el mundo de la música cubana, la cultura afrocubana comenzó a expresarse también en el arte y la literatura.

Inicialmente, la poesía afrocubana, o poesía "negrista", fue publicada principalmente por cubanos europeos como Emilio Ballagas, Alejo Carpentier y José Tallet.

 

Guillén se basó en su ascendencia mestiza y educación mixtas africanas y españolas para combinar su conocimiento de la forma literaria tradicional con la experiencia de primera mano del habla, leyendas y canciones de los afrocubanos, como se aprecia en su primer volumen de poesía, “Motivos de son”, fuertemente influenciada por su encuentro con el poeta afroamericano Langston Hughes, de donde tomó la musicalidad del son en su poesía. Guillén comenzó a denunciar la opresión en sus volúmenes de poesía “Sóngoro cosongo” y “West Indies Ltd”., publicada en 1934, considerada la primera colección de Guillén con implicaciones políticas.

 

Angel Aguier, en referencia a “Motivos de son”, comentó: “El 'son', baile apasionado que nace del encuentro negro-blanco, bajo los cielos caribeños en el que las palabras y la música del pueblo culminan en el canto, es la sustancia básica de la poesía elemental que Guillén, intuitivamente sintió como la expresión del espíritu cubano ... Él eligió específicamente al son como la creación artística mixta de las dos razas que componen la población cubana; porque el son, en forma y contenido, abarca toda la gama de todos los aspectos de nuestro carácter nacional".

 

El régimen dictatorial de Gerardo Machado en Cuba fue derrocado en 1933, pero la represión política se intensificó. Después de ser encarcelado en 1936. “Cantos para soldados y sones para turistas” reflejaba su creciente compromiso político.

 

En 1937 se afilió al Partido Comunista y realizó su primer viaje al extranjero en julio de 1937 para asistir al II Congreso Internacional de Escritores, cuyo propósito era discutir la actitud de los intelectuales ante la guerra en España. Allí asistieron numerosos escritores como André Malraux, Ernest Hemingway, Stephen Spender y Pablo Neruda. Como reportero de una revista, Guillén cubrió la Guerra Civil española.

 

Guillén regresó a Cuba vía Guadalupe. Se presentó como comunista en las elecciones locales de 1940. Al año siguiente se le negó la visa para ingresar a los Estados Unidos, pero viajó mucho durante las siguientes dos décadas por Sudamérica, China y Europa.

Guillén es probablemente el representante más conocido de la "poesía negra", que intentó crear una síntesis entre elementos culturales blancos y negros, un "mestizaje poético".  Característico de sus poemas es el uso de palabras onomatopéyicas ("Sóngoro Cosongo", "Mayombe-bombé") que intentan imitar el sonido de los tambores o el ritmo del son.

 

La composición sinfónica de Silvestre Revueltas Sensemayá se basó en el poema homónimo de Guillén y se convirtió en la obra más conocida del compositor, seguida de la suite de José Limantour, de su banda sonora para La noche de los mayas.

 

El enfoque único de Guillén de utilizar al son en su poesía se expresa en su libro Sóngoro consongo (1931). En esta obra, Guillén incluyó poemas que describieron la vida de los cubanos y enfatizaron la importancia de la cultura afrocubana en la historia de Cuba. El libro de poesía captura la esencia de la cultura afrocubana y las formas en que la gente afronta sus situaciones personales.

 

El poema tiene un ritmo que utiliza la marcación de sílabas acentuadas y átonas en tiempos fuertes y débiles, en lugar de simplemente el número de sílabas. Dellita L. Martin dice que "La canción del bongó" se destaca como poema porque "es el único que indica la dolorosamente creciente conciencia de Guillén sobre los conflictos raciales en Cuba”.

En 1953, el gobierno de Fulgencio Batista le impidió reingresar a Cuba después de un viaje a Chile y tuvo que pasar cinco años en el exilio.

 

Después de la revolución cubana de 1959, Guillén fue recibido nuevamente por Fidel Castro. En 1961 fue nombrado presidente de la Unión Nacional de Escritores de Cuba, la Unión Nacional de Escritores Cubanos, en el que se desempeñó durante más de 25 años. Continuó escribiendo poesía evocadora y conmovedora, destacando las condiciones sociales, como "Problemas de Subdesarrollo" y "Dos Niños".

 

Sus premios incluyeron el Premio Stalin de la Paz en 1954, el Premio Internacional Ivan Botev de 1976, y en 1983 fue el ganador inaugural del Premio Nacional de Literatura de Cuba.  Sus obras más conocidas: “Motivos de son” (1930), Sóngoro cosongo(1931), “West Indies Ltd.” (1934), España: poema en cuatro angustias y una esperanza(1937).

Nicolás Guillén murió en 1989, a los 87 años de la enfermedad de Parkinson. Fue enterrado en el Cementerio de Colón, en La Habana.