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Boletín de información comunitaria

Consejo de Desarrollo Hispano
Boletín 41. Febrero 5, 2021

El envejecimiento como motor de transformación social

por Alejandro A. Morales

Durante la actual pandemia, la que ya se aproxima a un año de duración, hemos visto que el segmento generacional de adultos mayores ha sido una de las víctimas más numerosas como consecuencia de los contagios, especialmente en aquellos hogares a largo plazo, lo que ha sido ampliamente documentado por los medios de comunicación masiva e instituciones investigando las razones del deceso y la contaminación de un alto número de ellos.

 

En el proceso se destaca el reporte producido por la intervención del equipo de las Fuerzas Armadas de Canadá, requerida por el gobierno federal. Como es ampliamente conocido, los hogares a largo plazo son administrados por organizaciones que van desde aquellos manejados por las municipalidades y por organizaciones sin fines de lucro y, lo que constituye en la actualidad el aspecto más problemático, por organizaciones que se lucran con el cuidado de la gente mayor. Y siendo el lucro el objetivo principal, la reducción de personal aumenta sus ganancias, pero disminuye el cuidado que debieran entregar.

 

La tragedia que se desarrolla en los centros de atención a largo plazo de Ontario ha hecho que los problemas que plagan el sistema durante décadas sean ahora el centro de atención, dicen los expertos. Son muchas las promesas hechas por gobiernos de diversas tendencias políticas que han prometido abordar el problema durante décadas, Y, sin embargo, persisten condiciones espantosas.

 

¿Cuáles son entonces los obstáculos que se interponen en el camino del progreso? El matutino de nuestra ciudad de Toronto The Star preguntó a varios expertos, quienes ofrecieron una receta clara pero abrumadora: necesitamos enfrentar problemas culturales y sociales profundamente arraigados.

 

Por otra parte, vía Geriatricarea, nos llega desde España, un hálito más optimista que postula que “el envejecimiento será el principal motor de cambio de nuestra sociedad, no la tecnología, el cambio climático ni la globalización” ( 1 ).

 

La razón sería que el envejecimiento de la población provocaría una transformación social que traerá nuevos modelos de atención sociosanitaria, nuevas leyes y cambios en los modelos de residencias y hospitales. Habrá que enfrentar retos importantes, como pagar las pensiones y enfrentar el gasto sanitario, abordar fuera del calendario electoral la sostenibilidad del sistema de pensiones y adaptar los sistemas de servicios sociales y sanitarios al envejecimiento progresivo, entre otros.

 

Volviendo a la publicación The Star, en una entrevista el ex ministro de Salud de Ontario, George Smitherman, dijo que se necesita un “cambio cultural” en las actitudes hacia los ancianos y quienes los cuidan para lograr cambios en el sector en problemas, que ha afectado a los sucesivos gobiernos provinciales. “Simplemente no creo que hayamos mostrado el amor por aquellos a quienes esperábamos que trajeran el amor,” dijo Smitherman.

 

Desde el comienzo de la pandemia, casi 2,800 residentes y ocho miembros del personal de los hogares de cuidados de largo plazo de Ontario han muerto de Covid-19. Las historias han surgido de las condiciones miserables y los residentes ancianos se han quedado solos, mientras las casas con poco personal luchan por satisfacer sus necesidades y han dado lugar a casos legales y protestas de miembros de la familia.

 

Mientras tanto, en España se habla del envejecimiento como una oportunidad para incrementar la productividad, intercambiar con las generaciones más jóvenes bienes materiales y no materiales (como la educación, los valores o la experiencia) y establecer puentes entre jóvenes y mayores. De esta manera, en el futuro podríamos ver el nacimiento de leyes antidiscriminación por edad (igual que las de igualdad de género).

 

Claro que todo esto trae como consecuencia nuevos deberes como sociedad como:

 

• Identificar y luchar contra la soledad no deseada,

• Implicar al mundo local y las redes vecinales,

• Aprender a utilizar nuevas tecnologías,

• Introducir el concepto de pobreza en los identificadores de la población de riesgo,

• Potenciar y priorizar programas de investigación para combatir el envejecimiento,

• Participar en el debate de las nuevas terapias antienvejecimiento (ciertas y falsas).

 

Volvamos nuevamente a Canadá, donde muchos, incluido el líder demócrata Jagmeet Singh, han criticado los centros con fines de lucro por su manejo de los brotes, pidiendo al gobierno federal, por ejemplo, que convierta a una empresa de hogares de jubilación y cuidados a largo plazo en una entidad administrada públicamente.

 

Aunque muchos de los problemas no surgen simplemente por el modelo con fines de lucro, afirma Raisa Deber de la Universidad de Toronto, ( 2 ) la atención a largo plazo es compleja debido a las diversas necesidades de los residentes, muchas de las cuales no están relacionadas con la salud, como hacer ejercicio, bañarse y el tipo de comidas que se les sirve. “Eso nunca ha sido algo que bajo nuestro sistema de salud considere que necesita ser financiado con fondos públicos”.

 

Para agravar estos complejos problemas, está la falta de consideración por los ancianos, dice Walter Wodchis ( 3 ). “La sociedad teme ver cómo vive gente en sus últimos años y eso afecta las fuentes de financiación para la atención a largo plazo. La razón por la que no hay muchos recursos para el cuidado a largo plazo es que la gente realmente no quiere pensar o mirar a los ancianos o cómo será su vida cuando sean muy viejos, decrépitos y dependientes”.

 

Finalmente, en España se argumenta que hay que fomentar un nuevo modelo de cuidados de larga duración y prestar especial atención a los servicios domiciliarios. Asimismo, es necesaria más ayuda a domicilio y revisar el modelo de copago, así como agilizar los procedimientos administrativos.

 

Hablamos de dos sociedades, dos realidades que revelan actitudes prevalecientes en ambas. Una formula implica un concepto de transformación social, la otra sigue envuelta en la problemática que impone el modelo socio económico predominante, donde el consumo y las ganancias conforman su quehacer del desarrollo hacia el futuro.

 

 


Fuentes:
The Toronto Star (https: thestar.com)
Geriatricarea:  info@geriatricarea.com

( 1 )   José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, SEGG

(
2 )   Raisa Deber, profesor del Instituto de Política, Gestión y Evaluación de la Universidad de Toronto

(
3 )   Walter Wodchis, también profesor del Instituto de Política, Gestión y Evaluación de la Universidad de Toronto