Línea Uno CDH

Boletín de información comunitaria

Consejo de Desarrollo Hispano
Boletín 48. April 2, 2021

¿Cómo funcionan las vacunas?

Por Fernando Rouaux

   También, eventos como la suspensión de la vacuna de AstraZeneca en algunos países, combinado con algunas respuestas contradictorias de parte de las autoridades, han colaborado para que se genere desconfianza.

 

En Canadá se han aprobado las vacunas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen (Johnson & Johnson). Echemos una mirada para saber cómo funciona cada una.

 

El SARS-CoV-2

 

Primero, para entender cómo funcionan las vacunas, es necesario saber algunas cosas sobre el coronavirus que produce la enfermedad COVID-19. Se llama “coronavirus” por esas puntitas que todos hemos visto en las imágenes del virus, y que le dan aspecto de corona. Esas puntas (llamadas oficialmente spikes) no son decorativas. De hecho, son la llave para que el virus pueda entrar a nuestras células, y por lo tanto, son fundamentales para su reproducción. También son la forma que tiene nuestro cuerpo de identificar al virus: su “huella dactilar”. Si hiciéramos una analogía con una persona, las puntas son “la cara” del virus (lo que nos permite identificarlo), y también “sus manos” (lo que usa para hacernos daño). Pero el virus es mucho más que esas puntas. En el interior del virus se haya la información que éste inyecta a nuestras células para reproducirse (una molécula que se llama mRNA). Las puntas abren la puerta, el mRNA entra y ordena a nuestras células a reproducir el virus.

 

¿Qué hacen los anticuerpos?

 

Justamente, los anticuerpos reconocen esas puntas del virus y pueden adherirse a ellas, cubrirlas completamente, y así impedir que puedan ser utilizadas para entrar a las células. El cuerpo produce tantos millones de anticuerpos que bloquean a todos los virus. Sin la llave para infectar a las células, el virus es inutilizado, como si le hubiéramos puesto esposas. Tanto las puntas del virus como nuestros anticuerpos están hechos de proteínas que puede fabricar nuestro cuerpo, no el virus. El virus sólo puede infectar una célula y darle la orden de generar más y más virus.

 

Entendamos las vacunas

 

Tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna tienen como componente medicinal el mRNA, la molécula que es, básicamente, una receta que le indica a nuestras células qué fabricar. No por casualidad, la receta que lleva la vacuna les dice a las células que fabriquen solamente las proteínas que están en la corona. De esta manera, cuando nos damos la vacuna, nuestras células se ponen a trabajar para producir solamente las proteínas de la spike (¡no el virus completo!). Inmediatamente, el cuerpo detecta esas proteínas (que el cuerpo mismo fue “engañado” para producir) y genera anticuerpos para bloquearlas. El resultado: ahora, si el virus verdadero entra, se va a chocar con la respuesta inmune.

 

La vacuna no puede enfermarnos de COVID-19. Sólo le mostró al cuerpo la cara del virus, para que esté preparado. En definitiva, no está haciendo otra cosa que lo que hacían los sheriffs en el lejano oeste cuando empapelaban el pueblo con la foto de un malhechor en carteles que dicen “Buscado”. Pensar que la vacuna puede enfermarnos de COVID-19 es como creer que la cara del malhechor en el papel puede hacernos algún daño. Por el contrario: nos alerta y pone una barrera adicional de protección, además de la máscara.

 

Las vacunas de AstraZeneca y Janssen (Johnson & Johnson) actúan de forma parecida, aunque con un mecanismo algo diferente. También usan el mRNA (también con la receta de la proteína de las puntitas), pero, para incorporarlo a nuestras células, utiliza otro virus (¡no el COVID-19!), sino un virus inofensivo para nosotros, que actúa como un intermediario. Este método ha sido utilizado por varias décadas para fabricar vacunas, por ejemplo, contra la enfermedad del Ébola.

 

Podemos estar seguros de que ninguna de las actuales vacunas puede causar COVID-19. Tampoco incorporan o interactúan de ninguna manera con nuestro ADN. Lo que sí pueden ocasionar son algunas reacciones menores: cuando el cuerpo se encuentra con la orden de generar masivamente anticuerpos, puede haber algo de fiebre, malestar, entre otras reacciones. Eso es normal.

 

En lo relacionado al riesgo de coágulos les ampliaremos esta información en la próxima edición de Línea Uno. Por ahora, es necesario aclarar que este efecto adverso ha sido documentado en un porcentaje muy bajo de personas y aún no ha sido comprobado que sea causado por la vacuna en cuestión. De cualquier modo, este riesgo es tan bajo, que no supera de ninguna manera al verdadero riesgo de contagio con el virus, que continúa siendo muy alto durante esta tercera ola en que ya nos encontramos.

 

Además, como todo medicamento, las vacunas pueden ocasionalmente generar reacciones adversas, de menor o mayor gravedad (por ejemplo, con personas que sean alérgicas a alguno de sus componentes). En ese caso, habrá que evaluar con el médico cuáles los efectos adversos y sopesarlos contra el riesgo de no vacunarse.

 

Todos queremos poder volver a visitarnos, a abrazarnos, a vernos las caras y las sonrisas. Para eso, en este momento, la herramienta más efectiva y segura que tenemos son las vacunas. Así, pues, ¡ a vacunarse !

 

Para sacar un turno, visite:

 

www.vaccineto.ca

o llame al

1-888-999-6488

Para vacunarse en la farmacia más cercana a su domicilio, los mayores de 55 años pueden solicitar turno en estas farmacias:

 

https://covid-19.ontario.ca/vaccine-locations

Para más información en español puede consultar:

Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC):

 

https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/different-vaccines/viralvector.html

 

Canada Health:

 

https://www.canada.ca/en/health-canada/services/drugs-health-products/covid19-industry/drugs-vaccines-treatments/vaccines/type-viral-vector.html