La historia del Canadá está íntimamente ligada a nuestra relación colonial como súbdito de la corona británica. En su efecto, nuestras instituciones aquí contienen en su esencia un gran contenido y cultura de lo que es la fundación de la vieja metrópolis imperial la cual tomó posesión de los territorios de Canadá en 1763 como resultado del acuerdo establecido en el Tratado de Paris con esa fecha. Este fue sin lugar a dudas un momento histórico trascendental en medida que directa e indirectamente tuvo como resultado cambiar el polo hegemónico universal de ese momento al afectar territorios en plena expansión productiva en América, India y África.
En el caso de Canadá, en este tratado en el cual la corona francesa cedió todas sus posesiones aquí a Inglaterra, solo rescata algunos principios, no menos importantes, tales como respeto por el catolicismo, pero en términos económicos y militares de la geopolítica del nuevo mundo, la metrópolis británica y su empresa comenzaba a profundizar una de sus etapas de crecimiento más explosivas y transformativas de la globalización temprana la cual determinó muchas de las estructuras de intercambio, acumulación y concentración de capital en el denominado nuevo sistema mundial. Junto con todos estos cambios emerge entonces la nueva norte américa británica y la cual reconocemos hoy como Canadá.
En la medida que estos acuerdos consignados en el Tratado de 1763, implicaron el reconocimiento de la superioridad británica en los territorios de hoy Canadá, por definición lógica asumía la pérdida de hegemonía la corona francesa y por ende colapsaba la noción de la Nueva Francia bajo la nueva institucionalidad inglesa y por supuesto bajo el peso de las armas en la llamada guerra de la Francia e Indias la cual culminó con la famosa batalla de los Campos de Abraham en la ciudad de Quebec en lo que concierne a Canadá.
En parte esta situación resulta en la tensión histórica la cual mueve a los sectores nacionales particularmente de Quebec y poblaciones franco originarias dispersas por el país ahora estructurado como colonia británica. Por ende la administración colonial se transforma permanentemente en un control de una unidad fundamentalmente dual la cual desafiaba significativamente las estructuras impuestas por los coloniales británicos. De hecho, en tal contexto la Nueva Francia continuó creciendo como economía colonial creando instituciones basadas en su identidad distinta, como por ejemplo en cuanto al papel de la iglesia católica en la vida québécoise en la organización de la educación, justicia y el derecho civil de la provincia de Quebec a diferencia del resto del Canadá inglés.
En cuanto al avance de los años y con posterioridad a 1763, la monarquía de Inglaterra, se enraíza y es un instrumento fundamental para la vida de ese país y así durante el reinado de la reina Victoria, Inglaterra vive una nueva etapa de expansión hacia territorios y posesiones de ultramar las cuales se transforman en los nuevos mercados y a su vez son el motor del consumo industrial y la tecnología que sustrae de todas las esquinas del mundo los más importantes productos de consumo, intercambio, materias primas y finalmente son articulados por los barones financieros e industrialistas que, simplemente dicho, dieron origen en este periodo a la “compañía transnacional” en África, India, Las Américas, Australia y Nueva Zelandia. De esta forma se cristaliza un “nuevo siglo de las luces”. Con tales resultados a la mano de la reina Victoria, quien reinara entre 1837-1901, la metrópolis alcanza un crecimiento sin paralelo y en parte también genera políticas que incluyen desde la salubridad pública a la construcción del tren subterráneo al mismo tiempo que la tecnología, ciencia y las artes también crecen.
El Día de la Reina en Canadá. Sin lugar a dudas que el reinado de Victoria presidió Inglaterra durante uno de sus periodos más expansivos y de éxito de la gran empresa colonial. Esta realidad impactó también fuertemente la colonia, y he ahí la razón por la cual a partir del año 1843 se comienza a celebrar el día del nacimiento de Victoria, quien nació en un día 24 de Mayo de 1819. Pero no es hasta el año 1901, en el cual falleció la monarca que el Parlamento Federal de Canadá adopta formalmente el día 24 de Mayo como feriado nacional a celebrarse en el penúltimo Lunes del mes de Mayo. Por consiguiente, en el año en el cual estamos la fecha exacta del feriado es el día 24 del presente mes y el nombre oficial del feriado es Victoria Day.
¿Pero qué ocurre en la provincia de Quebec? Tal como lo sugeríamos más arriba, en Quebec nunca se ha celebrado tal feriado con esa designación. En su reemplazo la provincia celebra hoy el llamado “Día Nacional de los Patriotas” o “Journée nationale des patriotes”. En este caso el pueblo québécoise celebra el movimiento que identifica en particular grandes personajes de la historia de Quebec histórico quienes promovieron tempranamente el parlamentarismo como contrapeso a la monarquía, estado de cosas cuyo legado persiste hasta hoy como símbolo nacional y cultural representado en la figura de Louis-Joseph Papineau, parlamentario y rebelde constitucionalista uno de los líderes más notables de la rebelión 1837-1838. La monarquía constitucional en Canadá podríamos decir tiene en parte sus orígenes en estos movimientos… y algo más… el famoso batallón Mackenzie-Papineau que peleo en España durante la guerra civil debe su nombre en honor en parte a estos líderes “des patriotes” que inspiraron a 1300 canadienses brigadistas.
