Línea Uno CDH

Boletín de información comunitaria

ConseConsejo de Desarrollo Hispano
Boletín 53. Junio 4, 2021

Viñetas 53

por Luis Carrillos


Dos Acontecimientos de cualquier día

En este tiempo de pandemia cuando la vida de la comunidad se cuenta día a día, quiero relatar dos hechos relacionados con mi cotidianidad en este presente normal. Uno en mi burbuja geográfica, el otro en las noticias que estoy seguro mantuvo a millones de nosotros pendientes del canal de noticias CNN. Me refiero al juicio por la muerte del afroamericano George Floyd.

 

Estos pasaron en dos días o meses diferentes, pero que los actores principales en ambos casos son de la comunidad afroamericana en Minneapolis y la afro canadiense en el centro comercial Jane y Finch. Comenzaré con el más reciente:

 

7 de mayo

 

Mi burbuja en el noroeste de Toronto es un pequeño universo. De acuerdo con censo de 2016 posee más de diez grupos étnicos y una población de más de 50,000 habitantes.

 

Major ethnic populations (2016):

29.0% Black; -raza negra- 9.6% Jamaican –jamaiquinos-

19.0% European; -europeos- 7.2% Italian –italianos-

11.9% Southeast Asian-sureste asiáticos (Filipinas,Tailandia, etc.);

10.6% Vietnamese -vietnamitas-

11.7% South Asian –surasiáticos (La India, Paquistan, Afganistan, etc);

6.9% East Indian -Antillas-

8.2% Latin American (of any race) latinoamericanos (de cualquier raza) (1)

 

¿Porqué estos datos? Porque esto tiene relevancia en la historia que voy a contar. En estos días, las confrontaciones entre la policía y las diferentes etnias ha sido muy relevante en cuanto a las formas de arrestar y contener a los detenidos por parte de las autoridades. Me refiero a la comunidad afro canadiense, para el caso de este país y la afroamericana en el vecino del sur. En conclusión, en la zona de Jane y Finch ese grupo demográfico es casi el 40% incluyendo la ‘raza negra’ y los jamaiquinos. Y por ello la notabilidad de la siguiente narrativa.

 

Tensión en la Ventanilla del McDonald’s

 

Este era un viernes por la tarde en que decidí ir a caminar y hacer unas compras en el centro comercial Jane y Finch. Mi camino me llevó a pasar enfrente del establecimiento de comida rápida McDonald’s. La cola de clientes esperando recoger sus pedidos era larga. A la cabeza por la ventanilla había una aglomeración. Seis guardias de seguridad rodeaban a un hombre, que por su apariencia era afro canadiense. Pareciera que su molestia era el servicio ‘insatisfactorio’, lo que causó su actitud agresiva haciendo que los trabajadores llamaran los guardias. Al pasar junto a ellos escuché que el jefe le decía al hombre “hey brother, we are only…” -Hey hermano, nosotros estamos solamente…- Yo continúe mi camino.

 

De la Detención por Guardias de Seguridad a la Intervención airada del público

 

Quince minutos más tarde, de regreso a mi casa paso de nuevo cerca de la unidad de los guardias y el comensal. Sus posturas corporales y el tono alterado de las voces mostraban una mayor tensión. En ese momento los ánimos se habían caldeado y la agresividad del hombre había escalado. El jefe de la unidad le ordenó en forma autoritaria que se retirara. El hombre camino hacia su carro, pero desde ahí comenzó a insultar a los guardias. El jefe le hablo de nuevo “te doy cinco minutos para que te vayas. Si no te vas, te vamos a arrestar.” Su respuesta fue hacer un movimiento como que iba ir a agredirlos. Entonces los guardias en grupo procedieron a ir a su encuentro y procedieron a esposarlo, forcejeando con él.

 

El hombre se lanza al pavimento mientras los guardias luchan por someterlo. Es de mencionar que la unidad de seguridad eran cinco, además del jefe. Cuatro hombres afro canadienses y una mujer blanca. Ella sólo se ocupaba de pedirle a los mirones que estaban como a un metro de distancia que se retiraran. Yo me encontraba a unos quince metros de la acción. En lugar de retirarse, cuatro hombres y tres mujeres sacaron sus celulares y comenzaron a grabar todo lo que estaba sucediendo. Dos de estos hombres comenzaron a agredir verbalmente a los guardias demandando que dejaran ir al hombre. Que “parecen malditos policías que a cada rato reprimen a nuestros hermanos,” y otras expresiones soeces no repetibles acá.

 

Detenido reacciona a la intervención del público

 

El hombre al ver esto comenzó a gemir en vos alta: “Ay, no puedo respirar, me estoy muriendo,” algo reminiscente de lo que hablare en la otra viñeta.  En este caso, él no tenía ninguna presión corporal en la espalda por las rodillas del agente de policía, como lo muestran videos en Minnesota con George Floyd , o como la mujer salvadoreña en México que murió bajo las rodillas de una agente de policía que la sometía a la misma presión corporal. Acá, él estaba siendo sostenido de los brazos sin ninguna presión como la mencionada antes. Su reacción de quejarse a gritos y poner resistencia, considero yo, fue estimulada por los ultrajes a gritos de dos de los hombres hacia los guardias.

 

Los guardias haciendo caso omiso, lograron llevar al hombre a la oficina de seguridad sin más problemas. Continuando de mirón queriendo ver el desenlace, me encaminé hacia la entrada por el estacionamiento donde llegaría la policía a arrestar al individuo. Después de unos veinte minutos me aburrí de esperar y me fui. Lo que puedo concluir que este incidente terminó afortunadamente sin ninguna fatalidad. Lo otro que puedo decir es que las personas que piensan que hacen bien gritándole a la policía, su efecto es negativo porque la persona arrestada se siente animada a resistir como lo pude ver en este incidente, y como se vio en Minnesota las consecuencias a veces resultan mortales.

 

II- Abril 20  

“Ultimas Noticias. Hay veredicto en el caso contra el ex policía Derek Chauvin”  3:30  Canal  de noticias Channel 24

 

El 20 de abril  interrumpí mis tareas a media tarde, por la ansiedad de esperar el veredicto en el jurado de ex policía Derek Chauvin, acusado del asesinato del afroamericano George Floyd. Este caso ha mantenido, no solo a los Estados Unidos y Canadá en ascuas pues tiene que ver con el racismo sistémico en ambas naciones; no solamente hacia los afroamericanos o afro canadienses respectivamente, sino a las demás culturas no blancas a quienes nos llaman “colored people” -gente de color-  en nuestro caso los latino/hispanos que nos llaman “brown people” -gente de tez café-.

 

Esta forma de racismo sistémico la he experimentado personalmente a través de las décadas que he vivido en Canadá: en las plantaciones de tabaco como cortador; en los restaurantes como lava platos; ayudante de mesero; y como mesero; como trabajador en bodegas; como organizador comunitario, etc.  En los últimos 25 años en mi trabajo de consejero de jóvenes y sus familias de nuestra comunidad y también con otras comunidades, que el sistema llamaba “visible minorities” -minorías visibles- y que ahora ha cambiado a “racialized people”. -“Gente Racializada”- según dice el diccionario. Para hacer frente a este trato de discriminación, me resguardo en mi posición en la comunidad a la que sirvo y en mis títulos de universidad y colegio comunitario que me acreditan para hacer el trabajo.   

 

Continuando con el tema del juicio, mientras esperaba el anuncio de cuál era el veredicto y calmar la ansiedad decidí por oír algo cultural, la música que oímos en el campo en El Salvador, mi tierra. Música mejicana ranchera de mariachi norteño con acordeón y bajo sexto. La que en la radio por allá le dan en llamar “Rancheras que dan Cólera.” A mí, al contrario, me trajeron calma. Y es que también al mismo tiempo le estaba hincando el diente a una “whopper” - hamburguesa doble- de Burger King, aumentando así una bien recibida distracción.

 

La música que escuchaba era la de un dueto de mujeres mejicanas Vero y Sol.  De ellas escuché canciones que aprendí a cantar a los cinco o seis años. Además de otras muchas mientras pasaba por mi niñez y mi adolescencia hasta de joven adulto, que paró cuando emprendí mi camino hacia Canadá hace cinco décadas, el 21 de abril.

 

Ultimas Noticias

Al fin a las 15:05 en Braking News. Guilty of Three Charges

-Ultimas Noticias Culpable de los Tres Cargos-

 

La reacción del acusado la vi como dice el dicho común “Ojos de venado viendo las luces del carro.”  (Venados, perdonen la comparación ¡No emoción!) Esa expresión se transformó ojos de incredulidad paseando sus ojos por la sala del juicio como pensando “Qué pasa con el jurado. ¿Me han encontrado culpable”?

 

Alivio

 

El veredicto me trajo alivio. “Se ha hecho justicia,” reflexioné. Por otro lado, trayendo a cuenta mis sentimientos expresados arriba, quiero decir que la ansiedad que sentía era por la preocupación de lo que podría suceder si el veredicto hubiera sido lo opuesto. En “el aire” diría yo, se sentía la tensión, y dado que en el área donde vivo la gran mayoría de la población proviene de la cultura afro canadiense, como lo indican las estadísticas, me quedo contento de no saber lo que hubiera sucedido.  De una forma u otra, aunque en unos momentos no esté de acuerdo con los comportamientos de algunos de ellos; son mis vecinos y a menudo se escucha sobre la actuación de la policía hacia esa comunidad.

 

Cierre

 

Estimadas amigas y estimados amigos, una vez mas les doy las gracias por haberme acompañado leyendo mis relatos de Dos Acontecimientos de cualquier día

Hasta la próxima                                                                                                                                                  Luis Carrillos

Nota:

(1) Jane and Finch – Wikipedia https://en.wikipedia.org › wiki › Jane_and_Finch