Línea Uno CDH

Boletín de información comunitaria

Consejo de Desarrollo Hispano
Boletín 54. Junio 18, 2021

En la diversidad está nuestra fuerza

por Duberlis Ramos

 

Hace aproximadamente veinte años y en parte como producto de la creación de la nueva ciudad de Toronto, y a su vez como resultado de lo que fue el proceso de la reforma municipal que convirtió en una sola ciudad las ex municipalidades de Scarborough, North York, East York, Etobicoke, City of York, Toronto y Metro Toronto, emergió una visión acerca de cuales habrían de ser sus valores en cuanto a la integración, participación y sus derechos en esta nueva metrópolis.

 

Nuevamente, y a no olvidar que en la estructura administrativa de la Provincia de Ontario, las ciudades son producto de la legislación provincial, y su función y acción están enmarcadas por tal régimen administrativo y jurídico. Por lo tanto no es sorprendente que las visiones y vaivenes de la política provincial puedan tener un impacto en definir el destino de las ciudades dentro de la provincia. Y, exactamente fue este el entorno que en gran parte determinó las razones para la reforma municipal de ese entonces, junto como reformas tales como la del sistema hospitalario.  La mantra de todos estos cambios fue generar un sistema de administración pública más eficiente que permitiese el ahorro y eficiencias de recursos fiscales. Estas decisiones fueron verticales y por supuesto la población afectada no tuvo la oportunidad de opinar al respecto.

 

Esto es en cierto sentido el comienzo de esta historia al principio del siglo XXI. Por supuesto que tal cambio creó un sisma en nuestras instituciones locales y deberíamos observar que parte de estos impactos tuvieron efectos muy problemáticos en cuanto a nuestras comunidades y vecindarios quienes ya habíamos comenzado a demandar un mayor reconocimiento y participación en las estructuras del gobierno local. En su efecto, dentro de la ex ciudad de Toronto ya existían comités de trabajo en áreas múltiples de interés para la ciudadanía en general y en donde podíamos practicar la discusión y afirmar en gran medida el concepto de “checks and balances” o los contrapesos que es uno de los principios básicos de la democracia local. Por citar un comité, podríamos indicar el de Inmigración cuya temática estaba centrada en temas como asentamiento y adaptación. Si bien es cierto, la ex ciudad de Toronto era una de las ex jurisdicciones más progresistas en la participación ciudadana esto no necesariamente ocurría en todas las otras municipalidades. Pero una cosa que comenzaba a ocurrir significativamente en esos momentos era un cambio demográfico como producto de la migración a partir de los cambios de la fortuna económica de la provincia, el crecimiento de la infraestructura, la industria, el centro de las finanzas y que resultan hasta la actualidad en que aproximadamente el 35% de los inmigrantes a Canada lleguen a la región del gran Toronto.

 

Pero, este crecimiento poblacional con su diversidad demográfica no ha estado excepto de desafíos. De alguna forma podríamos decir que a partir de recesiones periódicas en décadas consecutivas antes del fin del siglo XX comenzaron a ser visibles problemas en cuanto a marginalización económica, social, grandes disparidades en cuanto al acceso al sistema judicial, educacional y entre nuestras propias comunidades las conversaciones en cuanto al racismo y la discriminación personal y sistémica.  Y es así como emergieron proyectos y visiones de lo que en su momento llamamos “grupos de reivindicación por equidad” sistémica en muchas áreas. Esto se convirtió en una lucha por obtener una voz y reconocimiento en una realidad que dentro de un sistema económico y social avanzado, de todas formas dejaba atrás a muchas personas quienes caían precisamente a través de las fallas y espacios del tejido de protección social el cual ha sido uno de los grandes logros de la sociedad canadiense. Simplemente, lo que hoy día claramente conocemos como el neo liberalismo llego con mucha fuerza  a Canadá y sin lugar a dudas a tenido un impacto fuerte en la esencia de la sociedad de este país y como indicador principal podemos señalar como en estas últimas tres décadas la polarización económica y concentración de la riqueza han generado tensiones que constantemente dañan de manera sutil principios como la civilidad, la convivencia  y por supuesto la cohesión de la sociedad.

 

Frente a esta nueva realidad, el nuevo siglo, la nueva ciudad es que se creó la “Task Force for Access and Equity de la Nueva Ciudad de Toronto” y de la cual fuimos parte. El objetivo central de esta Comisión Municipal fue establecer una nueva visión y estructura que pudiera desde la perspectiva de los principios y el dialogo producir este nuevo proyecto unificador para la ciudad en donde emerge el concepto hoy de la “Diversidad es nuestra Fortaleza”.

 

En esta reflexión hoy, y después de aproximadamente veinte años cabe preguntarnos qué ha pasado con ese ideario y el imaginario de que nuestra diversidad realmente nos fortalece. Hoy en el sur de Ontario y nuestra región ocurren cosas que nos marcan colectivamente y que no podemos ignorar. Por ejemplo y como producto de la pandemia sabemos que nuestra comunidad de habla Hispana ha sido una de las más afectadas por los niveles de infección con COVID-19, así como las comunidades Afro Canadiense y Sud Asiática. Por supuesto que esto no es accidente. En realidad este es un resultado de la vulnerabilidad que hemos venido acumulando y anunciando ya por varios años en cuanto a los determinantes de la salud y fundamentalmente la interseccionalidad con las condiciones económico sociales de nuestra gente. Pero, además de las condiciones sociales ya conocidas por todos y por mucho tiempo debemos revisar la evolución de problemas que identificábamos precisamente en la Task Force y lo cual vislumbrábamos con mucha preocupación, por lo menos por parte de algunos de nosotros, y era el racismo y el supremacismo que era silenciosamente palpable en las vidas de muchos recién llegados a Canada de la misma manera que ya era claro que teníamos una estructura institucionalizada en cuanto al racismo anti primeras naciones.

 

Por supuesto que muchos de nosotros recordamos nuestros propios encuentros con el racismo los cuales nos tocó en el diario vivir, en el trabajo o en la educación. En muchos casos llegamos a normalizar estas conductas como un hecho de nuestra naturaleza de ser inmigrantes y en circunstancias lo hemos a veces internalizado como ocurrencias cómicas. Pero, lo que es claro hoy que los vestigios históricos del racismo y las nociones de superioridad culturales y raciales que marcaron la fundación de este país aún están presentes y que como miembro de la Task Force for Access and Equity of the New City of Toronto, que ese ideario ha quedado superado por la historia actual en nuestra ciudad en donde hoy hay muchas personas que temen por el color de su piel, su religión, su origen, su orientación, su cultura y o su sangre.

 

¿Como comunidad, cómo transcendemos esta realidad que llega a matar?