Libertad o vacunas, un juego peligroso

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Boletín No 58, Toronto, Agosto 13 de 2021
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Libertad o vacunas, un juego peligroso

Boletín Línea Uno 58 Informativo y cultural - Hispanic Development Council - Toronto - Canada
17 August 2021
por Rodrigo Briones

En Ontario hay al momento casi cuatrocientos casos de Covid19, de ese total llama la atención que el 19% tiene las dos dosis de la vacuna mientras que el 13% corresponde a quienes solo están parcialmente protegidos. De lejos, el 72% de los nuevos casos de personas que no han recibido la vacuna. (1) Dos reflexiones a propósito: si no se ha vacunado, procure recibir rápidamente las dos dosis y, una vez que haya pasado el período de espera para que la protección haga su efecto, recuerde que aun así se puede contagiar.

 
La tasa de vacunación de Canadá se encuentra entre las más altas del mundo, el 82% de todos los canadienses elegibles han recibido al menos una dosis. Pero la vacuna no impide el contagio, quizás no se ha sido enfático en esto o nosotros hemos querido creer que la "bendita vacuna" acabaría con todos los padecimientos derivados del Coronavirus. La vacuna ayuda a nuestro sistema inmune a enfrentar el desafío del virus, dado que es una alerta temprana al sistema natural de protección de nuestro organismo. Con las dosis indicadas de vacuna, las chances de terminar severamente enfermo y morir por Covid19 son muy bajas.

 
Aun así, estamos lejos de salir del bosque, parafraseando al inglés "out of the woods", máxime cuando ya es oficial que estamos en una nueva ola. Con el aumento de casos de COVID-19 en varias provincias después de una pausa de verano, hay más señales que nos indican que Canadá ingresa a una cuarta ola de la pandemia. En esta oportunidad podría ser diferente de las oleadas anteriores, gracias al aumento de las tasas de vacunación, pero no del todo libre de dolor.

 
El promedio de siete días para nuevos casos diarios se acerca ahora a 1300, un aumento de casi el 60 por ciento con respecto a la semana anterior, y los casos repuntaron principalmente en British Columbia, Alberta, Saskatchewan, Ontario y Quebec.
 
"Estamos absolutamente en la cuarta ola", dijo el Dr. Peter Juni, director científico de la Mesa Asesora Científica COVID-19 de Ontario. "No hay duda de eso", según cita la CBC. (2)

 
En algo que se asemeja a una paradoja, Ontario se está preparando para el eventual final del Paso 3 del Marco de Reapertura. La autoridades dieron a conocer las regulaciones el 30 de julio para el "Paso de Salida de la Hoja de Ruta". Casi todas las restricciones terminarán en ese punto (incluidos los límites de capacidad). Lo que se mantiene son los requisitos de usar máscaras en espacios públicos interiores. El reglamento especifica detalles para las escuelas y guarderías, así como para programas escolares especiales.
 
Por otro lado, las medidas federales de emergencia, incluido el Subsidio de salario de emergencia de Canadá, el Subsidio de alquiler de emergencia de Canadá y los beneficios para las personas, se extenderán hasta el 23 de octubre de 2021. Los niveles de beneficios no disminuirán hasta el período posterior al 25 de septiembre de 2021.

 
Todo este panorama que augura un tránsito a la normalidad requiere algunos pasos adicionales. El éxito de las enfermedades infecciosas como la Covid-19 está en propagarse. Y cuanto más, mejor. Pero cuando la mayoría de una población se vuelve inmune, ya sea vacunándose o enfermando con anterioridad, esa posibilidad decae y se crea una "protección" colectiva, llamada “de rebaño”.
 
Aunque la inmunidad colectiva es un alivio para detener la propagación epidémica de una enfermedad contagiosa, los científicos son cautelosos sobre qué pasaría una vez se alcance ese estado. Según el director científico de la Sociedad de Infectología del Distrito Federal de Brasil, José David Urbaez “Después que alcanzamos la inmunidad colectiva es que podemos dejar de aplicar las medidas no farmacológicas, ya que el virus deja de circular en forma epidémica. No obstante, eso se debe hacer con mucho cuidado”, explicó Urbaez.

 
Esto debido a que “la vacunación de más de 70% de la población tiene que ser uniforme. Si sobran áreas o territorios importantes donde no se obtuvo ese porcentaje, el virus continúa en actividad epidémica” (3)

 
La dificultad que tenemos como sociedad en este momento es lograr que la gran mayoría de la población reciba la vacuna completa. Que se haga en el menor tiempo posible y que se extienda a todas partes.

 
Debemos contrarrestar los falsos debates, muchas veces fundados en información errada, incompleta o simplemente mentirosa. Entonces la información pertinente es clave para ayudar a quienes aún tienen resistencia a la vacuna.

 
Una falsa libertad

 
Dentro del heterogéneo grupo de quienes no se vacunan hay un sector que no actúa guiado por los temores propios de una pandemia mundial sino por cosmovisiones negacionistas o conspirativas: los antivacunas. “Este movimiento, en realidad, viene de larga data. Lo que pasa es que ahora con la pandemia se ha reavivado ya que refleja la tendencia al individualismo y al aislamiento propios de esta época”, opinó Pilar Molina, Licenciada en Psicología de la UBA. (4)

 
La principal bandera de estos grupos indicó Molina, es la libertad, “un concepto bastante complicado para el psicoanálisis”. “Freud ya decía en El malestar en la cultura que la libertad es una hostilidad contra la cultura. Es previa a la cultura. Y la pandemia en ese sentido reafirma lo mismo: la libertad radical es la locura. Esto de citar a la libertad como algo positivo, como algo a resaltar, en realidad termina siendo bastante mortífero, atrás de este impulso por la libertad Freud ubica la pulsión de muerte”, puntualizó la psicoanalista.
 
Entonces, “cuando uno escucha a los antivacunas retomar este concepto para argumentar la no vacunación, uno ahí tiene que sospechar un poco de esa libertad, ver de qué se trata. Porque lo cierto es que nacemos en el campo del otro y dependemos mucho del otro, entonces el discurso de la libertad termina teniendo más que ver con la locura, con el individualismo, con la tendencia al aislamiento”, apuntó la licenciada.

 
Esta libertad o “ilusión de autonomía es propia de la lógica del discurso capitalista que conduce a formas de rechazo, de abyección, de odio, que rompe los vínculos entre las personas, que tiende a ir en contra de un Estado de bienestar y de cualquier tipo de contrato social que permita una buena convivencia en la sociedad que habitamos. Son formas de agresividad y de lo que Freud llamaba la pulsión de muerte.

 
Los movimientos antivacunas son fenómenos colectivos que van hacia lo peor, fundados en afectos de odio, algo que Freud ha estudiado en su escrito Psicología de las Masas, donde describe cómo se arman estos movimientos colectivos a través de fenómenos de contagio, de sugestión.

 
Esta “opción” de libertad que defienden los sectores antivacunas es en verdad una “falsa opción” que desinforma, ya que la pandemia es un asunto de salud pública, donde el cuidado de uno mismo va a redundar en el cuidado de los demás. Tenemos que lograr que se tome conciencia de eso.

 
Si no lo podemos lograr quizás tendremos medidas desde el poder central como la que anunció el gobierno federal, pronto exigirá que todos los servidores públicos sean vacunados, un mandato que también será implementado por las corporaciones de la Corona y otras empresas reguladas a nivel federal en las próximas semanas según anuncio el ministro de Transporte, Omar Alghabra. (5)
 
 


 
 
Notas:

 

 

 

 

 



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