¿Para qué me vacuné si igual me puedo enfermar?
18 September 2021
por Fernando Rouaux
Esta
es una pregunta que he escuchado de varias personas, sobre todo
aquellas que tienen miedo o fobia a las agujas, a quienes les ha
resultado un gran desafío tener que darse dos dosis en poco tiempo.
Si todavía me puedo enfermar, si todavía tengo que utilizar
barbijo, si todavía tengo que mantener el distanciamiento, entonces,
¿para qué sirve la vacuna?.
Es
una pregunta con mucho sentido, sobre todo ahora que comenzamos a
transitar la cuarta ola, dominada por la variante Delta. En un
artículo publicado en el diario argentino Página/12, (1) dos
científicos analizaron los resultados de la vacunación y las
diferentes olas de Covid-19 en varios países de Europa.
En
Gran Bretaña, las muertes en la primera ola de la pandemia, fue de
264 por día (más de 40.000 muertes en 180 días). Ese número se
mantuvo en la segunda ola (217 muertes diarias), aumentó en la
tercera (530 muertes por día), y en la cuarta, cuando la vacunación
ya era masiva, el número cayó a 52 muertes por día. Esto, a pesar
de que la primera ola tuvo un pico de alrededor de 500 casos diarios,
mientras que la cuarta, la Delta, llegó a más de 40 mil casos
diarios.
El
mismo patrón se repitió en Noruega, Francia e Italia, donde la
variante Delta entró cuando los países tenían ya una alta
proporción de la población vacunada: más casos diarios con muchas
menos muertes o casos graves.
Por
el contrario, en países como Rusia, donde la variable Delta entró
con una baja proporción de la población vacunada, las consecuencias
fueron mucho más graves, tanto en casos como en muertes (2). Más
aún, sabemos que de las internaciones y muertes por Covid-19
actuales, la gran mayoría son personas que no están vacunadas.
En
Francia, cerca del 80% de las muertes y los casos graves fueron en
personas no vacunadas. El patrón se comprobó en Los Ángeles,
Estados Unidos, y el mismo patrón se está dando en la provincia de
Ontario, según publicó el Toronto Star, donde el 60% de los casos
son de personas sin vacunación (3).
En
Israel, un país al que se cita como una excepción, por la gran
cantidad de casos con alta tasa de vacunación, hay un dato muy
esclarecedor. En enero de este año, los casos graves de Covid-19 en
enero fueron 1141. De éstos, el 95% fueron en personas que no tenían
las dos dosis (el 60% no tenía ninguna).
Así
que la respuesta a la pregunta inicial sería algo así: la vacuna no
es una forma de prevención 100% eficaz. Sí es una herramienta que
nos protege mucho, disminuyendo enormemente el riesgo de enfermedad
grave y por lo tanto de muerte. Por eso, es importante que sigamos
manteniendo otros comportamientos preventivos que sabemos son
eficaces: uso de barbijo, distanciamiento físico y lavado frecuente
de manos.
Por
último, recordemos que existe una gran inequidad en la distribución
mundial de las vacunas, y que mientras aquí ya nos sentimos bastante
protegidos por la gran cobertura de vacunación de Canadá, otros
países, fundamentalmente en todo el continente africano, tienen muy
poco acceso a las mismas. Es un dato de la realidad que mientras haya
millones de personas sin vacunarse, el virus seguirá propagándose y
el riesgo latente de nuevas variantes seguirá existiendo.
Igual
que a nivel local, donde no podemos sentirnos a salvo mientras haya
zonas con altos niveles de contagio, lo mismo ocurre a nivel mundial.
Sólo cuando todos los países tengan una buena cobertura de
vacunación, podremos sentir que la pandemia está llegando a su fin.
Fuentes:
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