Por qué algunos latinos no se vacunan

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Boletín No 63, Toronto, Septiembre 24 de 2021
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Por qué algunos latinos no se vacunan

Boletín Línea Uno 63 Informativo y cultural - Hispanic Development Council - Toronto - Canada
26 September 2021

por Sandra Farias

 
Cuando se intenta explicar los motivos para no vacunarse encontramos que no es sólo resistencia a la vacuna, sino también barreras sistémicas las que entran en juego, como la barrera del idioma, el no tener acceso a la información en español, la desconfianza hacia el sistema de salud canadiense por desconocimiento, el no contar con un médico de familia, el ser indocumentado, el trabajar por su cuenta o el informarse sólo por los medios sociales de sus propios países de origen.

Las campañas realizadas desde diversas organizaciones de la comunidad como este boletín semanal del Consejo de Desarrollo Hispano, la Latin-American Task Force (1) y las clínicas ambulantes para hispanos organizadas desde mayo pasado han tenido un importante efecto de concientización de la importancia de la vacuna, ya que casi el 90% de los Hispanos, más allá de su estatus en el país han podido vacunarse con una y dos dosis.

El Dr. Jorge Filmus, una eminencia científica del Sunnybrook Research Institute y profesor de medicina biofísica de la Universidad de Toronto se ha sumado para asesorar a la comunidad hispana y así se lo ve semana a semana desde la primavera pasada en clínicas ambulantes, respondiendo inquietudes de personas que aún tienen dudas de las vacunas.

“Si bien es cierto que había resistencia y dudas en la comunidad latina, los números indican que con el correr del tiempo cada vez más personas están vacunándose. Al principio, sólo el 64% quería vacunarse según estadísticas, pero según los últimos datos el 90% de los latinos quieren vacunarse lo cual demuestra que estas campañas han tenido un impacto”, explica el Dr. Filmus en entrevista con Correo TV (2).

“Todavía queda gente que no se ha vacunado y ahora con la variante Delta que es la que predomina ahora, el porcentaje que se considera necesario para la inmunidad de rebaño no alcanza con el 90 %, porque esta variante es muy contagiosa. Es realmente muy fácil contagiarse, entonces al estar vacunados, por si las máscaras fallan, tenemos esta protección”, explica el especialista.
Estudios hechos en Estados Unidos han demostrado que los contagiados con la variante Delta tienen mil veces más carga viral en sus narices que con las variantes anteriores. “Las personas de edad tienen un sistema inmune que no les da suficiente protección para enfrentar este virus y están en mucho más riesgo”, indica Filmus.

¿Cómo convencer a la gente que aún tiene dudas?
Lo primero sostiene Filmus es darles respuesta a sus preguntas.

Uno de esos miedos fue causado por experimentos con vacunas y medicamentos que se realizaron décadas atrás en Centro América con poblaciones campesinas. El recuerdo de esos experimentos, siendo usados como conejillos de indias, es un temor concreto.
Filmus explica que “hoy en día las autoridades sanitarias de los países toman decisiones basadas en ensayos clínicos legítimos, es decir tiene que obtenerse el consenso y la aprobación de la persona”.

En todos los ensayos que se hicieron antes de que la vacunas para el virus Covid-19 se utilizaran masivamente, cada participante del ensayo se puso la vacuna con consenso y tuvo que afirmar que estaba participando voluntariamente de ese experimento. Hoy existen penalidades muy serias de violarse estos requisitos en los ensayos clínicos. “Ningún laboratorio va a tomar esos riesgos”, explica Filmus.  
Por esa razón, los gobiernos como el de Canadá no hacen la vacuna obligatoria. Más allá de las restricciones para el uso de espacios públicos o para poder viajar, el vacunarse sigue siendo un acto voluntario y de consenso.

En el mundo 4.5 millones de personas no alcanzaron a vacunarse y murieron antes de poder acceder a una vacuna.  Sólo en USA murieron 600 mil personas. “Esto no es como una gripe, esta es una enfermedad seria y todavía no tenemos la cura, los medicamentos disponibles no alcanzan a salvar a una persona enferma de gravedad”, explica el Dr. Filmus.

Fuera del sistema de salud pública

Como muchos hispanos no tienen aún médicos de familia en Canadá, no saben a quién consultarle sobre temas de salud. El doctor Filmus dice que aquellos que tienen un médico pueden sacarse las dudas con las vacunas y tener respuestas a sus preguntas, mientras que todas las familias o jóvenes sin acceso a servicios de salud, ya sea porque son recién llegados, no entienden el idioma o cómo funciona el sistema de salud, porque no tienen aún residencia segura o tarjeta de salud, se quedan fuera de las clínicas del sistema de salud pública.

Estos grupos sociales -que representan un 10% de la población Hispana – es la población más vulnerable al virus. Están estresados, cansados y trabajan muchas horas para sobrevivir con sus hijos, muchos tienen niños pequeños, muchas son madres embarazadas. A veces, no se pueden alimentar muy bien, trabajan en lugares sin condiciones de salubridad o seguridad laboral, entonces el virus es más peligroso para ellos. Estas personas pueden tener sistemas inmunes debilitados por estos factores sociales y están mucho más expuestos a enfermarse gravemente.

Creencias religiosas impactan las decisiones de salud

El factor religioso también se ha presentado como un obstáculo en algunos sectores de Hispanos.  Sabemos que hay creyentes que por su fe prefieren dejar las cosas en manos de Dios. En ese sentido, es importante respetar la fe de las personas.

Sin embargo, quienes tienen fe también saben reconocer que su creador les ha dado inteligencia para defender por sobre todas las cosas la vida y la de sus seres queridos. Aceptar las recomendaciones de médicos especializados como guía para la toma de decisiones de su salud no debería afectar sus creencias religiosas, especialmente en el caso de personas mayores que están más en riesgo de enfermarse gravemente o morir por Covid-19, una enfermedad viral sin cura, pero de la cual es posible recuperarse teniendo las dos dosis de las vacunas en el brazo.  

Si bien aún no sabemos cuando se ofrecerá un tercer refuerzo de las vacunas, es probable que esta vacuna sea recomendada cada año a partir de ahora y hasta que se encuentre alguna medicación para el tratamiento.

Cuando la propia credibilidad está en juego

Otras personas no se vacunan aún porque no quieren que se los critique en sus propios círculos sociales si han estado en contra de las vacunas durante tanto tiempo. Esto es comprensible, pero el vacunarse no les hace perder credibilidad, simplemente nos indica que las personas tenemos diferentes tiempos para comprender cómo funcionan las vacunas, y después de ver que gran parte de la población ya se vacunó ahora es el turno de los incrédulos. Aquí el orgullo de tener la razón debe ceder paso a la razón misma.

Nuestro sentido común nos hace ser desconfiados y no hay nada malo con eso. Por el contrario, esta es una herramienta que ha salvado a muchas generaciones en nuestra especie, pero ahora ya se ha visto indiscutiblemente que el riesgo de enfermarse es alto y que sin una vacuna el riesgo de enfermarse gravemente o morir es más alto a medida que vamos envejeciendo.

El sistema inmune depende de nuestra calidad de vida, de nuestros genes y de nuestra edad.  Más allá de las fortalezas individuales, el virus es más poderoso y ataca nuestros pulmones y los destruye en poco tiempo. Somos mamíferos humanos, bastante más frágiles que otras especies y nuestros organismos no resisten a algunas enfermedades. Así de simple.

A quienes han perdido familiares y amistades por esta enfermedad, el ver que hay aún quienes no quieren usar estas vacunas para protegerse y cuidar a propia comunidad resulta muy lamentable.

Con eso en mente, Fernanda Yanchapaxi (3), una estudiante de doctorado en el OISE de la Universidad de Toronto sale muy temprano a pegar carteles por las estaciones de subterráneo donde transita la comunidad hispana, anunciando donde estarán disponibles las clínicas de vacunación para personas sin OHIP. Es un trabajo de hormiga. “Cada persona que se vacuna tiene la chance de sobrevivir a esta pandemia”, responde cuando se le pregunta por qué hace esta tarea ciclópea cada semana. Al comienzo de la pandemia, también se encargó de fabricar gratuitamente y desde su casa más de mil máscaras para entregarlas en su comunidad.

Afortunadamente, son estas nuevas generaciones las que están actuando, colaborando con los más débiles de su comunidad y fortaleciendo la principal enseñanza que nos deja la pandemia: de esta crisis sólo saldremos con solidaridad.



Fuentes:

(1) Latin-American Task Force: https://www.latinoscovid.org/







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