Esas malas influencias
27 January 2022
por Rodrigo Briones
En la historia de la humanidad la esperanza es lo que nos ha permitido sobrevivir a los peores momentos como conjunto social. Además, se verifica en cada situación individual, frente a la desazón que nos provocan los sucesos inesperados en el ámbito de lo más cercano. Es por la esperanza que todavía cantamos, como decía Mercedes Sosa.
La esperanza es un estado del ánimo en el cual se cree que aquello que uno desea o pretende es posible.
Dejemos de lado por ahora la que está basada en la fe. Lo que todos estamos deseando, a partir de un sustento lógico, es que el estado de limitaciones permanentes y la amenaza de enfermedad severa y muerte pueda ser manejada.
Vacunas, tratamientos y nuestra propia actitud. Eso y estar dispuestos a dar algo más.
Tenemos que andar con cuidado, porque muchos de los mensajes que nos llegan pueden darnos falsa esperanza. Es tan fuerte nuestro deseo de que la pandemia termine, que podríamos aferrarnos a algunas ideas que son, cuanto menos peligrosas.
En mi trabajo de búsqueda de información, pertinente a la pandemia, encontré un artículo sobre un joven de 26 años que ahora se dedica a dar consejos de no vacunarse contra la Covid-19. Se trata de un “influencer”, con más de 26 millones de seguidores, quien se había hecho conocido por engañar a sus ocasionales parejas sexuales a quienes convencía de no usar protección aduciendo que era estéril, práctica -dicho sea de paso-altamente riesgosa por el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el HIV.
Los influencers son personas que pretenden tener credibilidad acerca de un tema -por lo general - controversial. Las redes sociales se han contaminado de estos notables. En este caso sería su supuesta capacidad de engaño para cumplir con su récord amatorio. Tomo este ejemplo por lo disparatado de aceptar sus comentarios negacionistas respecto del Covid-19 y las medidas de precaución vigentes. ¡Este mensaje llega a 26 millones de seguidores y sigue multiplicándose tanto o más que el mismo virus!
Frente al hartazgo, después de dos años de pandemia, depositar nuestra esperanza en una vida más placentera, tras los cantos de sirena de estos influencers, es un camino al abismo.
Hay que entender a la ciencia
Hay algunos expertos en ciencia que se han llenado de esperanzas. Muchos ven en esta nueva mutación las circunstancias perfectas para pensar que estamos ante el principio del fin de la pandemia, mientras que los especialistas más prudentes creen que aún es pronto para asegurarlo y debemos continuar atentos a que pueda aparecer otra nueva variante del Covid-19.
La razón biológica para que Ómicron represente el final de la pandemia se apoya en las características de sintomatología leve de la variante, junto con el alto grado de inmunidad -tanto por infección como por vacuna-, que se está adquiriendo en esta sexta ola de la Covid-19.
Desde el punto de vista biológico, la teoría de la evolución de los virus da argumentos sustentados de que estamos ante el fin de la pandemia: “Por experiencia previa en otros virus, es poco probable que tras Ómicron llegue una variante con síntomas más graves”.
“A medida que los virus se adaptan al ser humano se transmiten mejor, pero atenúan su gravedad”, detalla Tomás Pumarola, jefe de Microbiología del Hospital Vall d'Hebron, uno de los centros españoles encargados de secuenciar el genotipo de los casos positivos.
Un punto de vista que comparte con su compañera Magda Campis, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología y responsable del ensayo en España de la vacuna de Janssen.
“Si miramos la biología de los virus respiratorios, a medida que pasa el tiempo el virus necesita infectar más células. Por pura supervivencia se va adaptando al huésped para no matarlo y se vuelve más trasmisible. Esto hace que se pueda convertir en un virus endémico y mueran una cantidad “más tolerable” de población para nuestros sistemas sanitarios”, explica Campis. “Hemos dado un paso muy importante con esta variante, pero no sabremos si vendrán otras, ahí es dónde está el problema”. (1)
¿Habrá más sorpresas?
El servicio público francés de noticias al exterior France24 nos alertaba esta semana con este titular: “La variante Ómicron ha llevado la pandemia de Covid-19 a una nueva fase y podría ponerle fin en Europa”, (2) dijo el director de la OMS para Europa. Fue la conclusión a la que llegó el canal noticioso, que compite con otras cadenas internacionales como CNN, Rusia Today, BBC y similares.
En una entrevista a la agencia de noticias AFP, Hans Kluge, funcionario de la Organización Mundial de la Salud dijo que "… es plausible que la región se esté moviendo hacia una especie de final de pandemia. Ómicron podría infectar al 60 por ciento de los europeos en marzo. Habrá una inmunidad global durante bastantes semanas y meses, ya sea gracias a la vacuna o porque las personas tienen inmunidad debido a la infección…"
Titulares similares se pueden encontrar en diversos medios internacionales en distintas regiones del mundo.
El Dr. Anthony Fauci, el principal especialista en enfermedades infecciosas de los Estados Unidos, dijo que tiene “la mayor confianza posible" en la posibilidad de que la mayoría de los estados de la nación alcancen un pico de casos de Ómicron a mediados de febrero.
Si bien advirtió contra el exceso de confianza, dijo que, si continúa la reciente caída en el número de casos en áreas, como el noreste de los EE. UU., "creo que se comenzará a ver un cambio en todo el país". (3) “Nunca querrás tener un exceso de confianza cuando estás lidiando con este virus”, dijo Fauci en el programa “This Week” y agregó que el virus COVID-19 “nos ha sorprendido en el pasado”.
Motivados como estamos para encontrar una salida a una situación para la que ya sentimos no tener más fuerzas, podemos caer en la tentación de no pasar del titular y de las primeras líneas de estas noticias.
Obligados a captar la atención de la audiencia, los titulares suelen ir por un lado más optimista, mientras en el desarrollo de la información es cuando se encuentra algo más parecido a la realidad.
Si bien es cierto que la ciencia biológica encuentra una razón de optimismo en la situación de inmunidad, por el alto grado de contagio con la variante Ómicron y el elevado porcentaje de vacunación en la población, todavía estamos lejos de declarar que la pandemia haya terminado.
Como hemos venido sosteniendo desde marzo del 2020, a cada uno de nosotros nos toca la responsabilidad de cuidarnos y por ello lo seguimos repitiendo en cada edición: lavado frecuente de manos, uso de cubre bocas en lugares con mucha gente y distancia física de dos metros.
No me pregunten por cuanto tiempo tendremos que seguir estas prácticas, nadie lo sabe. Creo que muchas de estas permanecerán más allá de la pandemia.
Mientras tanto, la ciencia avanza con nuevos tratamientos para aplicar en las distintas fases de esta enfermedad de la cual cada día conocemos más. Las vacunas y la investigación científica son hoy la principal ayuda para terminar con esta pandemia y con las que vendrán.
Fuentes:
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