Viñetas Número 90

Reflexiones, diálogo y comunidad
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Boletín No 90, Toronto, Abril 1 de 2022
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Viñetas Número 90

Boletín Línea Uno 90 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
1 April 2022
por Luis Carrillos
 
El pasado viernes 18 de marzo 2022, a dos días del equinoccio, fue un día muy ocupado en el Consejo de Desarrollo Hispano. Mi horario comenzó con la tarea cotidiana de los viernes, que es la de regar las 16 plantas en todo el local. De éstas, 7 refrescan con su verdor mi oficina. Esta actividad la tomo como parte de lo que yo le llamo mi autocuidado personal.

Habiendo cumplido con esa tarea, me propuse a comenzar el día, comenzando a responder mensajes telefónicos solicitando nuestros servicios:

1. Persona mayor buscando acompañamiento/traducción-interpretación del idioma inglés al español en su visita a su especialista de los ojos.   

2. Una señora buscando apoyo para ella y su hijo adolescente debido al deceso de su esposo y padre del niño y solicitar información y ayuda para su hijo confrontando desafíos de ‘identidad’ cultural, lo mismo que de racismo e intimidación -bullying- en su escuela.  

3. Una señora buscando ayuda para hacer su declaración de impuestos

4. Una mujer joven buscando ayuda para “escapar de violencia doméstica, consejería en auto estima, opciones de vivienda y apoyo legal, comunitario, y social.          

Siguen los llamados              

Durante el día otras personas también nos llamaron y pudimos atenderles directamente: Una señora mayor necesitaba una guía de como iniciar su proceso de divorcio por abandono de pareja y el de un hombre buscando asesoramiento para resolver sus problemas con la justicia.    

También nos contactó una profesional de la salud, con poco tiempo de residir en Canadá, explorando formas de como insertarse revalidar sus títulos y credenciales en el sistema de salud de la Provincia de Ontario y así poder insertarse en el campo de la medicina. Al mismo tiempo, buscaba familiarizarse con la comunidad Latino Hispana de Toronto.
Seguidamente, una familia nos contactó buscando una doctora o doctor de familia que atienda pacientes en español.

La jornada de ese viernes se dio entre las 9:00 AM a las 4:00 PM. Debo admitir que, aunque intensa fue satisfactoria, pues se pudo atender necesidades de diferentes índoles y se les brindó respuesta a los participantes, haciéndoles saber que sus necesidades están siendo atendidas.

Primavera, ¿cuándo llegas?

A pesar de algunos días aún con sensación invernal, ante la llegada del equinoccio de primavera comenzamos a ver las señales de este cambio estacional, presentes en todo el ambiente: el aire, los árboles, la tierra y las personas.

Habiendo terminado el día, me dirigí caminando hacia la estación del bus.  Iba pensando acerca del trabajo del día, cuando de pronto, dos cornetazos me sacaron de mi estado de ensueño. Volviendo a la realidad, dirijo la vista hacia el fuerte sonido: eran dos inmensos gansos que se encontraban en el techo de un edificio, avizorando el ambiente en el parqueo o a la distancia. En mi permanente búsqueda de temas y fotos para las viñetas, les tomé dos fotos y continué mi camino. Lo que no esperaba es que esas inmensas aves decidieran volar justo in mi dirección, me sobrepasaran y se posaran en la calle donde corren los buses en la estación. Esta vez, estos caminando muy tranquilamente sobre la calle. Estamos en primavera, pensé mientras les tomaba otra foto, antes de azuzarlos a que se volaran porque corrían peligro, ya que estaban en el paso de los buses que venían y salían de la estación en la hora pico de la tarde.  

Revuelo frente a mi balcón    

A lo que vi frente a mi balcón le llamo revuelo porque al día siguiente, 19 de marzo a media tarde y a un día de la primavera, salí al balcón de mi apartamento a ver el pre-atardecer primaveral soleado. Lo que vi fue un grupo de palomas volando en círculos, en grupo compacto. Al agudizar más detenidamente la vista, pude observar que muy cerca de la parvada en pleno vuelo, un halcón con su aleteo rápido rondaba la bandada de espantadas palomas, presintiendo el peligro. La cercanía del halcón hacía presumir que andaba buscando su comida. Inmediatamente, veo que se separa del alboroto dejando un reguero de plumas flotando en el aire y algo colgando de sus talones al alejarse, lanzando un chillido a la distancia, tal vez de satisfacción.                                                                                                          

En la mañana siguiente me dirijo a mi caminata cotidiana de las mañanas y el canto de los pájaros me hace detenerme a escuchar las melodías que uno emitía desde las ramas de un árbol y las cadencias que le devolvían desde otro árbol a la distancia. La primavera, para mí, continúa manifestándose.

Al continuar mi camino, en el césped continuo al árbol del pájaro cantor se encontraba un conejo con su pelo negro y el frente de sus orejas color blanco, sentado apaciblemente. Lamentablemente, no me dio tiempo de tomarle una foto.                                                                       
Tres días después, alrededor de las cinco de la mañana enfrente del edificio oí unos yips yips de tres animalitos que parecían perritos, pero que al verlos más de cerca parecían cachorritos de coyote. Venían saliendo del bosque y a los pocos minutos retornaron trotando hacia la arboleda por un riachuelo. La primavera está en el ambiente.

Veo un hombre mayor sale con su bicicleta. Esta vez lo hacía al ritmo de la canción Cucurrucucú paloma, que es una canción mexicana estilo huapango, escrita por Tomás Méndez en 1954 y que ha sido interpretada por un incontable número de cantantes. Mis versiones favoritas son las de Lola Beltrán y Pedro Infante.

Este sentimiento estoy seguro se puso de manifiesto ese día en las dos personas en la caseta de la parada de buses que pararon de conversar al escuchar al hombre mayor, cantando suavemente sobre la voz del cantante que parecía ser Miguel Acevez Mejia. Él había aminorado la velocidad, me imagino, para regalarnos la canción y alegrarnos el día. Es que, aunque no nos conocemos los nombres, sabemos que todos somos de habla hispana, y nos damos los buenos días cuando nos encontramos.                                                                                                          

Al continuar mi camino pensé que el cambio estacional hacia la primavera trae alegría en muchas personas, porque en la siguiente parada de buses una mujer afro canadiense se encontraba cantando, muy melodiosamente, algo así como una alabanza, lo cual acompañaba con una sonrisa y con la mirada absorta hacia el espacio. Con estas líneas he querido recordarles de la llegada de la primavera acá en Canadá.






contribuye   pixotronmedia
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