¿Qué nos depara la economía?
15 April 2022
por Duberlis Ramos
Con mucha anticipación se esperaba el jueves 7 de abril, en la simbólica Colina del Parlamento en Ottawa, la presentación del presupuesto federal por parte de la viceprimera ministra de Canadá y ministra de finanzas, Chrystia Freeland.
Las razones de esta anticipación eran múltiples, dada la ansiedad que ronda los procesos económicos locales e internacionales debido a la guerra en Europa, la pandemia que no desaparece y particularmente los desafíos que trae la inflación estimulada por todo lo anterior.
Por otro lado, tenemos los grandes déficit sociales, tales como en vivienda general y vivienda para personas sin abrigo, el alza creciente de los precios que hacen cada vez más inaccesible la canasta de consumos básicos y que perjudican cada vez más a los más vulnerables en la sociedad, menores de edad y adultos mayores.
Todo esto, si bien es cierto a modo introductorio, no alcanza a reflejar los problemas de expectativas en cuanto a la oferta y el costo de la vivienda, temas de inversión en salud social y, por supuesto, la problemática del medio ambiente y la energía…entre tantos.
Pacto de gobernabilidad
Las predicciones previas al presupuesto eran disparatadas, sobre todo días después del pacto NDP - Partido Liberal, lo cual invitaba a pensar a las demás corrientes políticas que esto resultaría en nuevos programas de más gasto público y, por ende, nuevas presiones deficitarias e incrementos descontrolados sobre la deuda ya abultada por el gasto durante la pandemia. ¿Pero, al momento de la entrega del documento final, cuál fue la realidad? Primó la “prudencia fiscal” y el primer factor significativo fue una reducción de gastos en comparación a las expectativas. Esto se vio acompañado por la situación coyuntural económica, resultante en un incremento inesperado en la recaudación de los impuestos por un aumento de la actividad económica en el país. El nuevo gasto se da particularmente en anticipación a estos ingresos.
¿Qué dice la oposición?
Las reacciones y comentarios frente al nuevo presupuesto no se dejaron esperar. Por parte de la oposición oficial, el Partido Progresista Conservador, la primera observación fue que el presupuesto “es una irresponsabilidad fiscal”, o sea estima que los gastos son demasiados y que corresponden más bien a un gobierno Nuevo Demócrata NDP. Ese comentario despertó hasta la sospecha en algunos sobre si realmente se había leído el texto en cuestión.
Por otra parte, la reacción del Partido en Quebec (BQ) fue más dura al sostener que el presupuesto 2022 falla en puntos tales como: “la falta de incremento de las transferencias de fondos a las provincias, el gasto hacia la población de adultos mayores, el cual ha permanecido fundamentalmente estático al no considerar presiones inflacionarias y, finalmente, que falta una perspectiva visionaria hacia el futuro y que no hay plan”.
Una nota fundamental para considerar es que todo presupuesto puede ser entendido como una dirección política en términos de números. De este modo, este presupuesto a votarse en los comunes confirma una serie de compromisos básicos, a fin de distribuir el gasto público de acuerdo con las presiones más urgentes, pero respetando los argumentos insertos en su formulación y que responden fuertemente a una noción fiscalista.
¿Qué se puede esperar?
El objetivo es eliminar la desestabilización económica y, de alguna manera también, rebajar el riesgo de una inflación galopante, es decir el enfriamiento necesario frente a las incertidumbres más o menos conocidas.
Estratégicamente, deja abierta la puerta al próximo presupuesto del 2023, sobre todo en lo social, ya que la colaboración Liberal-NDP para que continúe hasta el 2025 deberá cumplir en cada año con los puntos clave de tal pacto, como un programa de medicamentos nacional (pharmacare) y más acciones de cuidado del medio ambiente.
No se puede perder de vista que los compromisos con el sistema financiero, comercial e industrial, incluyendo la economía extractiva, permanecen como grandes desafíos en vísperas de una nueva coyuntura económica internacional. Esto ofrece también oportunidades interesantes, provisto que Canadá puede producir muchos de los recursos que hasta ahora proveían Rusia y Ucrania a los mercados mundiales.
Puntos claves del presupuesto 2022:
Vivienda:
• Apoyo a la estrategia de vivienda destinados a remediar la situación de personas sin hogar. (1.500 millones en los primeros 2 años)• Programa de ahorro para comprar vivienda vía cuenta bancaria libre de impuestos, hasta un máximo de $ 40,000. Contribuciones serán descontable de impuestos y no pagarán impuesto al momento de comprar casa.Comunidades indígenas:• Vivienda para comunidades indígenas en 7 años (4.300 millones)• Para facilitar acceso de niños de Primeras naciones a la salud, servicios sociales y educación en 6 años (4.000 millones)Cuidado dental:• Creación de programa dental infantil en sus 5 primeros años (5.300 millones)Defensa:• Gastos militares (8.000 millones)Cambio climático:• Estrategia de respuesta (12.400 millones)Tercera edad:Con respecto a la situación de los adultos mayores el presupuesto establece algunos puntos importantes:• Confirma la edad de derecho a retiro a los 65 años• Incrementa el Suplemento de Ingresos GIS hasta en máximo 10% para personas solteras.• Incremento a partir de julio 2022 de la pensión de seguridad para adultos mayores OAS con más de 75 años• Establece un beneficio de hasta 3,000 en descuento de impuestos por renovaciones de su residencia para hacer posible que continúen viviendo en esta.
Diversidad e inclusión:
• Antirracismo, equidad y periodismo diverso (250 millones en 5 años)• Cortes a ciertos programas de asistencia actualesImpuestos y déficit:• Nuevo impuesto a instituciones financieras (1.5%) surtax (16.5 millones)• Total de gastos en el Presupuesto anual (453.200 millones)• Déficit proyectado para año fiscal (52.000 millones)• Deuda nacional en billones (1.2)
