Viñetas Número 99

Reflexiones, diálogo y comunidad
Línea Uno
Boletín No 99, Toronto, 3 de Junio de 2022
Boletín Línea Uno, Toronto, Ontario
Consejo de Desarrollo Hispano
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Viñetas Número 99

Boletín Línea Uno 99 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
2 June 2022
por Luis Carrillos
 
Llegó junio, el inicio de la conclusión para la primera mitad del año.

¡Ah como corre de rápido el tiempo, ya se está terminando mayo!, me dijo un adulto mayor llamado don Javier y que conocí en el Reactivation Care Centre (Centro de Cuidado y Reactivación), localizado en mi burbuja demográfica comunitaria, donde mi amigo Raff está recibiendo atención y esperando por espacio en un centro de cuidado alternativo. Muchas personas adultas mayores están en la misma situación.         

De acuerdo con el sitio web este es un centro con “un enfoque colaborativo e innovador, diseñado para asistir a pacientes que ya no necesitan cuidados intensivos pero que a menudo se encuentran así esperando por un lugar de cuidados alternativos, tales como para convalecencia o un lugar para cuidados a largo plazo.” (1)

A don Javier lo conocí por recomendación de la trabajadora social del piso donde se encuentran. Ella vela por los intereses de los pacientes, tiene toda la información del capital social o económico con que cuentan y cuáles son sus sistemas de apoyo para que les asistan en todas sus necesidades no pertinentes a la salud como tal.

Como ella sabía que los tres éramos oriundos de El Salvador, nos hizo el ‘dos más dos,’ y me pidió si yo podía visitarle a don Javier también y conversarle, pues “él no tiene a nadie acá en Canadá y pienso que sería útil para su salud mental que pudiera comunicarse y conversar con su gente,” me dijo mientras me invitaba con la mano a que la acompañara hacia el cuarto del señor, mi paisano.

En esa ocasión solo nos presentamos, pero prometí visitarle la próxima vez que fuera a ver a mi amigo Raff, casi mi hermano adoptado.

En la segunda ocasión que visité a don Javier, comenzamos a conversar sobre el país, las costumbres, el tiempo, etc. En ese momento es que el me comenta “cómo corre de rápido el tiempo…” Al escuchar a este hombre mayor con su voz de melancolía, al mismo tiempo que viendo su expresión corporal de tristeza y como consejero, vi la oportunidad de ahondar sobre el tema y ver en qué forma poderle asistir y sacarlo de ese estado de ánimo y así convertir ese momento en una sesión de trabajo de consejería de apoyo así que lo invité a que expandiéramos más sobre el tema. Su reacción fue continuar en su tren de pensamiento: “Y pensar que, con el inicio de junio, eso representa las últimas tres semanas de primavera y vienen los grandes calores del verano” continuó en tono apesadumbrado.

Queriendo sacarlo de ese estado melancólico y, con la experiencia que a los adultos mayores nos gusta recordar nuestros años mozos, le pedí que conversáramos sobre el tema de su juventud en su país natal y que me contara qué acostumbraba a hacer en este tiempo del año, de flores y de lluvia. “Y de siembras,” apunta él rápido, cambiando animadamente su semblante.
Así se abrió la puerta a un intercambio de experiencias, de cuando los dos de niños y preadolescentes sembrábamos maíz, frijoles, pipianes. Lo interesante es que él lo hacía en las faldas del volcán San Salvador, viendo la ciudad capital del mismo nombre, y yo al otro lado de la ciudad, en una finca llamada La Soledad. Haciendo cuentas en el tiempo, vimos que más o menos habíamos estado allí en el mismo tiempo, por los años cincuenta y que no duramos mucho en esa ocupación. Él se fue a trabajar al mercado con su mamá y yo a una ferretería y después a un banco.

Con relación a lo de las siembras de maíz, don Javier me contó que sembraban en los surcos que hacía el arado de bueyes guiado por un señor. Por mi lado, le conté que la “siembra de estaca la hacía conducido por mi tío”. Así intercambiamos experiencias de los días cuando espantábamos los sanates, para que no arrancaran las nacientes matitas de maíz y de los tiempos cuando trabajábamos aporcando las matas de maíz, sembrábamos frijoles, pipianes y ayotes al lado de esas matas. “¡Ah mayo!, esos tiempos no vuelven,” concluyó con tono nostálgico, pero con alivio y tranquilidad.

Viendo que había logrado animar al adulto mayor, me dispongo a despedirme cuando noto en su cama papeles a llenar para solicitar espacio en el centro de cuidado alternativo y le pregunté si necesitaba asistencia, a lo que me respondió que sí. Al instante, procedimos a trabajar en llenar las solicitudes: haciéndole preguntas y llenando en los espacios, él contestando y finalmente firmando. La acción fue seguida con una sonrisa de júbilo, alivio y satisfacción y muy contento me dio las gracias. La tarea del consejero por ahora ha concluido, pensé yo con satisfacción de haber logrado animar el momento del hombre mayor que, de acuerdo con él es verdad que no tiene a nadie acá en Canadá.  Me despedí de don Javier, prometiendo visitarle en un par de días, no sin antes recomendarle que entregara esos papeles a su trabajadora social lo más pronto posible.

Mi idea inicial para estas viñetas era dedicarlas a las fechas importantes de mayo y como se relacionan conmigo en cinco décadas viviendo en este país del norte. Sin embargo, tras mi encuentro con don Javier, retomé la tarea.         

Fechas para reflexionar                                                                                       

El 1 de mayo fue el Día Internacional del Trabajo, fecha que en nuestros países de origen es recordada con actividades militantes como manifestaciones y demandas sociales. Acá en Canadá es una fecha recordada y, por supuesto, sin asueto. La fecha que se celebra acá como día del trabajo cae el primer lunes del mes de septiembre y este año será el 5 de setiembre. Es de esperar que este año si la pandemia lo permite, podremos realizar la marcha multitudinaria hacia el campo de la feria de la Canadian National Exhibition.

El 2 de mayo fue el Día Internacional Contra el Bullying o el Acoso Escolar. Sobre este fenómeno nos ocupamos regularmente desde los servicios a la comunidad en el Consejo de Desarrollo Hispano. En este momento se está tratando un caso de un adolescente mitad Latino/Hispano y mitad judío-canadiense, a quien sus compañeros le llaman Spick, seguido de ándale…ándale, o arriba, arriba.

Spick es una manera peyorativa de llamar a las personas que hablamos en español y “arriba, arriba” por el personaje de Speedy González, de los 70s y 80s. Al parecer los atormentadores del joven latino hispano han oído algo así sospecho de la televisión o de sus hogares.

El segundo domingo de mayo es el Día de la Madre en Canadá. Acá hay muchas celebraciones y en mi experiencia cuando trabajaba en restaurantes era el día de más actividad para esos establecimientos. También se dice que es el día en que se venden más flores. En mi opinión, pienso que las madres deben ser celebradas todos los días. En mi experiencia de consejero, más del 75% de las personas que solicitan mis servicios son madres buscando apoyo de diferentes índoles para sus hijas o hijos.  

El 12 de mayo es el Día internacional de las Enfermería. De esta fecha me recordó la colega Sandra Cordero en una sesión de trabajo este año. “No se olvide que el 12 fue el día de nosotras las enfermeras,” me dijo después de una sesión de trabajo. Escuchando su mensaje, ese día fui a visitar a Raff en el hospital y le di las gracias a su enfermera por su trabajo, especialmente hoy en tiempos de pandemia.

El 14 de mayo y que cayó en sábado este año fue el Día de las Aves Migratorias. La relevancia de esta fecha es que a la oficina de la Asociación de Seniors de Habla Hispana del Gran Toronto (ASHTOR) venía un adulto mayor centroamericano a hacer trabajo voluntario y hablaba de que cada año por este tiempo le gustaba ir a su pueblo y reunirse con otros amigos de su infancia y juventud que viajaban desde Estados Unidos y así juntos rememorar “viendo pasar los azacuanes (aves migratorias rapaces) en su rumbo hacia el norte.” Ese era precisamente el nombre de su equipo de fútbol del cual él era un líder. Don José traía muchas historias del encuentro con sus amigos cuando volvía a Toronto. Una de ellas era que también se hacían llamar azacuanes porque todos habían emigrado a diferentes partes de Norteamérica y lo más fácil para verse y encontrarse como grupo era que todos fueran a su pueblo de origen en El Salvador.

El 21 de mayo es el Día Internacional de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo. La celebración es organizada por la UNESCO para destacar no sólo la riqueza de las culturas del mundo, sino también el papel esencial del diálogo intercultural para lograr la paz y el desarrollo sostenible…” Esta fecha es de gran importancia para reflexionar sobre la situación que estamos viviendo, donde el racismo y la xenofobia están presentes. El odio, el recelo y la hostilidad son una realidad en todo lugar y tiempo.  

En especial, hay que prestar atención al rechazo a culturas minoritarias. Una experiencia así la tuve, precisamente, durante mi encuentro con don Javier en la historia inicial. Su compañero de cuarto era un hombre caucásico quién, al darse cuenta de que hablábamos en español comenzó a insultarnos, diciéndonos que “los latinos son unos ladrones” y que “nos regresáramos al lugar de donde veníamos”. Ese asalto verbal lo acompañaba mostrando el dedo mayor, que en inglés llaman “flicking the finger.”  Esto lo decía a gritos, a punto que el personal de enfermería tuvo que intervenir para calmarlo. Al instante, su abuso racista dejó de ser hacia nosotros y apuntó hacia enfermeras y enfermeros que eran afro canadienses.  La medida final fue moverlo para otro cuarto donde estuviera con otro hombre de su color de piel. “Esto lo va a componer, porque el paciente con quien lo hemos puesto es un hombre blanco como él y que no permite esos abusos, ya que grita más y con una voz bien ronca,” me dijo uno de los enfermeros. En efecto, a los pocos minutos se oyó una voz que decía: “¡Silencio, aquí no se permite esos abusos y usted no está solo en este cuarto, yo quiero paz aquí!”

El 25 de mayo es el Toronto Newcomers Day (Día de los Recién llegados). En la Plaza Nathan Philips de la Alcaldía de Toronto se realizó esta celebración. Los noticieros de esa tarde en la televisión decían: “Cientos de personas se dieron cita celebrando el Día del Recién Llegado”. Yo pasé por el área entre las 4 y 5 p.m. y pude ver la gran concurrencia de personas de todas las culturas.

Finalmente, el 23 de mayo fue el Victoria Day (Día del nacimiento de la Reina Victoria) que es un feriado nacional y que este año trajo un fin de semana con una fuerte tormenta, de la cual aún muchas zonas de las provincias de Ontario y Quebec se están recuperando.



Nota:  

(1)   Reactivation Care Center at the former Humber River Hospital
(2)   Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo     
     https://www.un.org/en/observances/cultural-diversity-day







contribuye   pixotronmedia
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