Las vacunas nos mantienen con vida

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Boletín No 103, Toronto, 1 de Julio de 2022
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Las vacunas nos mantienen con vida

Boletín Línea Uno 103 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
1 July 2022
por Fernando Rouaux

Desde el comienzo de la pandemia y, en particular, desde que comenzaron las noticias de la aparición de las primeras vacunas contra la COVID, éstas estuvieron envueltas en una gran polémica, que aún persiste en muchos ámbitos de nuestra sociedad. Las razones son varias, y no es nuestra intención analizarlas aquí, pero la circulación de información falsa en las redes sociales puede, sin duda, contarse entre una de ellas.

Las teorías conspirativas abundan: sobre los efectos de las vacunas, sobre las intenciones de quienes las fabricaron o sobre los gobiernos del mundo “para controlar remotamente a la población” y muchas más que seguramente seguirán surgiendo.

 
Resultado de las vacunas

Un estudio publicado recientemente en la revista The Lancet, dirigido por un equipo de investigadores del Imperial College de Londres, estimó por primera vez cuántas vidas se han salvado gracias a la vacunación, basándose en datos de 185 países de todo el mundo. (1)

El estudio brinda dos conclusiones fundamentales. La primera es que las vacunas salvaron hasta ahora a unas 20 millones de personas en todo el mundo. El cálculo, basado en el total de muertes de cada país, muestra cómo las vacunas -aun cuando pueden tener efectos adversos más o menos leves en mínimos casos-, sí han sido y siguen siend0 efectivas para evitar y prevenir una cantidad altísima de mortalidad.

Además de la población que se salvó por haber sido inoculada también se vio el alivio en la carga del sistema sanitario. “La gran diferencia en la inmunidad se advirtió cuando las naciones comenzaron a vacunar a buena parte de sus sociedades con el esquema de primera y segunda dosis completo”, concluye el estudio.

La segunda conclusión es que se evitaron más muertes en los países ricos que en el resto del mundo. Es decir, los datos demuestran la desigualdad en la distribución en las vacunas que -dicho sea de paso- la OMS (Organización Mundial de la Salud) intentó combatir desde un principio.

Esto no fue posible, primero por la negativa de las empresas farmacéuticas a levantar las patentes, impidiendo la fabricación y distribución de las vacunas en todo el mundo, quedándose así con el monopolio de la venta. Como resultado, los gobiernos compitieron por el acceso a las vacunas de forma desigual.

Así los gobiernos de los países ricos acapararon muchas más vacunas que los de menos recursos y, por lo tanto, se salvaron más vidas de personas en los primeros. Según este estudio, si se hubiesen seguido las recomendaciones de la OMS, se hubieran evitado el 20% de las muertes en todo el mundo por esta pandemia.

El estudio dado a conocer en The Lancet no es la única evidencia que tenemos de que las vacunas salvan vidas.
Aquí en Ontario, tenemos los datos del grupo de científicos que siguen la COVID-19 más de cerca, conocido como Ontario Science Table. Este equipo de especialistas es el que continúa tras más de dos años monitoreando permanentemente la situación epidemiológica del virus y realiza continuamente las recomendaciones al gobierno provincial. (2)

En su página web podemos hallar los gráficos de las hospitalizaciones entre las personas vacunadas y las no vacunadas en Ontario. Estos gráficos muestran, muy claramente, el efecto protector que han tenido las vacunas.



Seguimiento científico

Las muestras de aguas servidas son una de las formas más eficaces de detectar los contagios en la población. Esta información es particularmente relevante en el contexto actual, donde los datos de medición de la presencia del virus en las aguas servidas muestran que se está comenzando a levantar una nueva ola de casos.

En efecto, desde que comenzó junio los casos están aumentando en la provincia. El ritmo de aumento no es el de las olas anteriores – al menos por ahora – pero el aumento es, sin duda, sostenido, como se puede ver en este gráfico:



Como siempre en estos casos, la magnitud y las consecuencias que tendrá esta ola que se está formando dependerá de las medidas sanitarias que se tomen, el comportamiento de la población, la virulencia de la nueva variante, el clima y otros factores.

Canadá está dentro de los países que tienen un alto grado de vacunación y por esa razón, posiblemente, aun cuando tengamos nuevas olas, éstas sean contrarrestadas por este hecho. El virus tendrá menos personas para contagiar y cuando contagie a personas vacunadas éstas se enfermarán menos y contagiarán, a su vez, a menos personas.
Por eso es importante recalcar una vez más que la inmunidad de las vacunas es parcial y además no es duradera.

Sabemos que la producción de anticuerpos decae con el tiempo. El Dr. Jorge Filmus, médico y científico del Sunnybrook Research Institute en Toronto, en diálogo con Línea Uno explicó cómo funciona el sistema inmune de los ya vacunados.

Entonces, es importante mantener los refuerzos de vacunas al día, continuar con las medidas preventivas como el uso de las mascarillas, quedarse en casa si uno tiene síntomas, el lavado de manos, el testeo y el distanciamiento cuando sea posible.

Esta semana el Comité Nacional de Inmunización de Canadá recomendó colocar refuerzos antes de la llegada del otoño ante la llegada de otra nueva ola y variantes en circulación. (3)

Esperemos que esta nueva ola que llegará tarde o temprano nos encuentre con las vacunas al día y podamos responder colectivamente.  De ello dependerá el efecto que tenga sobre toda la población, la economía y nuestra salud.



 





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