Viñetas Número 104
8 July 2022
por Luis Carrillos
La pandemia continúa acechándonos con sus permanentes vaivenes: que si se ha parado, que si continua, que si está estancada o si se ha aprendido a vivir con ella y la vigilancia se ha relajado. Dentro de este marco, vamos a hacer un pequeño recuento a modo de reflexión y en historias específicas. Comenzaremos con tres historias aparecidas en la sección principal del periódico sabatino, el que acostumbro a leer y basado en mi burbuja sociocultural y de consejería, y desde un punto de vista económico-comunitario.
Los gastos en comida continúan subiendo
Esta no es una buena época si usted es un consumidor con un presupuesto limitado – un grupo que probablemente incluye a la gran mayoría de nosotros.
Sobre lo de la comida subiendo de precios y como un consumidor que, religiosamente todos los viernes a la 7 de la mañana, hago mis compras de los artículos de primera necesidad: verduras, frutas, leche, avena, jugos, pan, queso y otros para el consumo de la semana. Huevos, cada seis semanas y carne o pollo, cuando se me ocurre que quiero variar mi dieta de verduras y frutas. En otras palabras, esa es mi canasta básica, que como lo mostramos en el encabezado ha subido exponencialmente, con todos los sinónimos que podemos darle.
Hablando de la canasta básica, quiero comentar que por dos años he venido viendo a las mismas personas adultas mayores haciendo sus compras en el mismo supermercado y a la misma hora. Todas ellas al igual que yo, tomando ventaja del horario del supermercado que, debido a la pandemia y para facilitar el distanciamiento y protección de las personas consumidoras, abre a las siete de la mañana todos los días dándole en llamar a este segmento seniors’ hours. Entonces, a fuerza de ver esta misma gente por todo este tiempo, me he familiarizado con la cantidad de artículos en carritos de compras o en cestas que todas las personas compramos. En estos últimos días se ven más vacíos, no lo mismo como en tiempos anteriores antes de llegar a la caja para pagar. Quienes las llevan con menos compras, me imagino que han trabajado en su presupuesto y de acuerdo con esto hicieron su lista antes de ir a hacer sus compras.
“Más de la mitad de los canadienses estamos peor este año” (1)
Mientras los costos de la comida y de la vivienda continúan elevándose (los precios de la comida en los supermercados han aumentado en un 9.7 por ciento) muchas de las personas se ven desafiadas para hacer que el dinero alcance, muestra una reciente investigación.
Este reporte muestra que algunas personas están encontrando nuevas formas de enfrentar esta situación. Es común ver como compradores llevan anuncios que muestran qué productos están reducidos de precio y la sorpresa que se llevan cuando estos avisos ya no son vigentes y tienen que verse en la situación de descartarlos haciendo que la cajera los vaya poniendo al lado. Otros dejan que la cajera registre todos los artículos y a la hora de pagar se dan cuenta que no tienen dinero suficiente para pagar y proceden a descartar los que “menos necesitan”, con ello causando demoras a las demás personas en la fila, generando largas colas.
¿Estará nuestra comunidad Latino Hispana incluida en esta situación?, me pregunto. Basado en la experiencia diaria, la aserción de que “más de la mitad de los canadienses estamos peor este año,” presentaría cifras más elevadas, pues no estoy seguro si las llamadas comunidades racializadas” como personas Latino Hispanas están consideradas en este análisis.
Hay que afirmar que la situación económica en la comunidad no es una conducta equivocada de esta, sino la consecuencia del problema sistémico que como “minoría visible” se confronta. Una de esas consecuencias es lo que el mismo periódico en su sección de negocios argumenta: “La codicia de las corporaciones está impulsando la inflación…”
La inflación no es el resultado de alguna interacción abstracta entre la oferta y la demanda. Lo que sucede es que los precios son deliberadamente incrementados por sectores de la producción para aumentar sus ganancias. Lo que nos queda a las personas consumidoras es confrontar la situación con la resiliencia que este mismo sistema nos enseña a construir.
Sin embargo, en contraste, el artículo sostiene que “algunas personas están optimistas en Canadá… Una de cada cinco personas canadienses espera estar en mejor posición financiera que hoy en el plazo de un año”. En otra sección, el artículo menciona que “la mitad de las personas en Canadá dijeron que estaban confortables y hasta florecían bajo la presente situación económica.” Yo sigo con mi pregunta: ¿A quiénes entrevistarían?
“El costo promedio del alquiler de la vivienda subió un 5,7% el mes pasado”
“Los precios del alquiler de la vivienda en el Área del Gran Toronto vieron el más alto aumento mensual en más de tres años en un 5,7 % mientras que la oferta se achica y la demanda crece.”
Esta es otra de las situaciones que oímos en el Consejo, el alto costo de la renta y la escasez de vivienda accesible al presupuesto para arriendo. Por ejemplo, una participante en mi programa de consejería me dice que ella y su pareja compraron una casita “bungalow” y al tomar posesión pusieron un anuncio en una red social que rentaban el apartamento de la parte baja de la casa. “Don Luis, en termino de horas teníamos doce solicitudes solicitando rentarnos el apartamento. “Nosotros, mi pareja y yo sabemos de personas dueñas de casas que compran colchonetas y la rentan por $50 la noche y tienen hasta veinte personas durmiendo allí,” me contó.
Lo que sí puedo decir es que, en mi paseo diario por mi vecindario, entre cinco y seis de la mañana, veo vehículos como minibuses llevando numerosas personas equipadas con su indumentaria fluorescente de trabajo de construcción y otros vestidos como para trabajar en la agricultura. Los de la construcción -mayoría hombres - hablando en español. Los de la agricultura -mayoría mujeres- de origen asiático. Todas estas personas salían de casas cuyos dueños son europeos. Quiere decir que rentan por ahí.
Tenemos trabajo
“Empleadores en Canadá buscaron llenar más de un millón de posiciones vacantes en abril… las vacantes en la construcción, transporte, bodegas, finanzas y seguros, las artes, entretenimiento y recreación, bienes y raíces, ciencia y tecnología… etc.
Esto presenta un buen augurio para las personas hábiles para trabajar y con ello mejorar la situación de las comunidades, pensé.
Con relación a las personas adultas mayores pensionadas, cuyos presupuestos son regidos por lo que reciben, me puse a investigar y por allí encontré esta noticia que sería bueno ponerla y darle un rayito de luz a la situación.
¿Está el gobierno canadiense dando dinero extra a las personas adultas mayores en 2022? (1)
Sí, las personas adultas mayores canadienses están obteniendo dinero extra en 2022, porque los pagos de la OAS -la pensión por vejez- han sido incrementados por 1.1% en el primer trimestre del año, 1.0% en el segundo trimestre y están en el camino a aumentar más en el tercer y cuarto trimestres.
El gobierno dice que también implementará un 10 por ciento de aumento a la pensión por vejez para personas adultas mayores de 75 años y de más edad, comenzando desde ya este mes de julio. De acuerdo con el presupuesto, esto proveerá beneficios adicionales sobre $766 a las personas pensionadas con pensiones completas en el primer año.” (2)
Para cerrar estas historias quisiera hacer una recomendación que yo practico en mis compras: adquirir lo que necesitamos de acuerdo con el presupuesto con que se cuenta. Por supuesto, siempre que se pueda.
Fuentes:
