Sin internet ni celular: ¿Cómo llegamos hasta aquí?

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Boletín No 107, Toronto, 29 de Julio de 2022
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Sin internet ni celular: ¿Cómo llegamos hasta aquí?

Boletín Línea Uno 107 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
29 July 2022
por Edna Amador

En un aburrido día de verano de 1874, mientras descansaba en su lugar favorito junto al río Grand en Brantford, Ontario, Alexander Graham Bell concibió el teléfono. Escribiría años después que "una observación lleva a otra". Dos años más tarde, el 10 de marzo de 1876, estaba hablando por el primer teléfono, pronunciando la ahora famosa instrucción a su asistente: "Sr. Watson, venga aquí, lo necesito".

El pasado 8 de julio también pasará a la historia, ya que 146 años después en un caluroso viernes de verano en Canadá se produjo el fallo general de los servicios de internet y de celular, que dejó blanco sobre negro que no podemos depender exclusivamente de una sola empresa para nuestras necesidades de comunicación.

Esta empresa ni siquiera pudo explicar a sus clientes que con solo remover la SIM card de nuestros celulares se habría podido llamar al 911 durante el corte del servicio. Esto llegó a causar incluso muertes.

La telefonía celular y la conexión por internet hasta hace unos pocos años eran novedad y hasta un lujo, pero la comunicación por celulares y el acceso a internet desde nuestros hogares y centros de trabajo se han convertido en una necesidad esencial para la gran mayoría de personas en todo el mundo.

A diferencia del alto precio que las personas tenían que pagar por el servicio de una línea telefónica fija, el servicio de teléfonos móviles es ahora un servicio más barato y fácil de adquirir. Hace un par de décadas, el internet era algo novedoso, había que conectarse por medio de una línea telefónica fija y el servicio era lento y muy pocas personas tenían la capacidad económica de instalarlo en sus hogares.

Los teléfonos celulares ahora no son sólo más económicos que las líneas fijas por tierra de antaño, sino que la señal celular es la única forma de comunicación que existe en muchos lugares porque la señal es fuerte, la recepción es excelente debido al uso de la inmensa red de torres y satélites, sobre todo en grandes ciudades. Así en la medida que los teléfonos celulares mejoraron, ha ido en aumento su dependencia en nuestra vida cotidiana. En síntesis, la comunicación telefónica de ahora está muy lejos a lo que fueron los primeros pasos del Sr. Bell.

La comunicación celular nos permite mantenernos en constante contacto con familia y amistades, sobre todo para los que hemos salido de nuestros países de origen y ya no podemos reunirnos personalmente con seres queridos a menudo. La telefonía celular nos permite además acceso al correo electrónico, al uso del internet en todo momento y en los últimos tiempos además es la vía más expedita para realizar trámites personales con el gobierno, bancos y la conexión inmediata a servicios de emergencia como ambulancias, cuerpo de bomberos y la policía y hasta para realizar compras y monitorear nuestros niveles de salud.  Me atrevo a afirmar que la mayoría utilizamos la comunicación digital al menos una vez durante cada hora del día, sino más.

Ese sentimiento de seguridad de estar con conexión se perdió en Canadá durante el fallo del sistema por parte de la empresa Rogers Communications. Ese 8 de julio, cerca de 10 millones de canadienses estuvieron desconectados por completo. La clientela de Rogers durante todo un día no pudo hacer ni recibir llamadas, ni enviar ni recibir mensajes de texto, no pudieron abrir ninguna página de internet desde sus aparatos móviles ni conectarse desde ninguna parte al servicio de internet desde sus casas. Mucha gente no pudo hacer su trabajo porque incluso profesionales utilizan sus aparatos móviles inteligentes para realizar su trabajo desde cualquier parte, y de esta manera también han transformado el mundo laboral. El sistema de comunicación digital de Rogers falló una vez más. (1)

El fallón de Rogers duró más de 17 horas. Muchas personas se dieron cuenta al despertar que no tenían internet ni servicio telefónico. Todas las transacciones de pago por medio de débito fallaron en todos los negocios afiliados con la empresa, así como todos los intentos de enviar remesas electrónicas. Tampoco, en caso de emergencia, los teléfonos con Rogers pudieron llamar al 911.  Servicios gubernamentales reportaron interrupciones debido a que las líneas telefónicas no funcionaron.

La causa del fallo, de acuerdo con el presidente de Rogers, Tony Staffieri, se debió a una actualización en el mantenimiento del núcleo de la red lo que ocasionó que "algunos" de los módems funcionaran defectuosamente y más de 48 horas después muchos clientes seguían teniendo problemas con el servicio. (3)

A raíz del problema, el Ministerio de Innovación, Ciencia e Industria de Canadá le ha dado un plazo de 60 días, hasta el 8 de septiembre, a las principales empresas de telecomunicaciones del país para "mejorar la resiliencia y fiabilidad" de las redes y para que se pongan de acuerdo para brindar ayuda mancomunada durante fallos, a proveer conexión de itinerancia de emergencia, así como a instituir un protocolo de comunicaciones para brindar mejor información al público y a las autoridades durante emergencias como las del pasado 8 de julio. El gobierno federal también prometió una investigación formal. (3)


El 911 siempre tiene que funcionar

La razón de la caída del servicio de Rogers no es fácil de explicar o entender porque es muy técnico, pero Ian Rae, el fundador y presidente de CloudOps y quien tiene 25 años de experiencia en tecnología, explicó al sitio MobileSyrup que los componentes de la red de Rogers, como torres celulares se conectan a la red central a través de una extensa vía de nódulos y enrutadores o "routers" que regulan el tráfico. La habilidad de nuestros aparatos móviles de ser itinerantes de un lugar a otro depende de la capacidad de esas vías de transferir el tráfico digital de Rogers al internet. El 8 de julio los celulares de Rogers sí se conectaban con las torres más cercanas, pero la autopista digital que mueve las transmisiones de torre a torre no funcionó.

Los problemas con el acceso al 911 de todos los clientes de Rogers necesita revisarse, porque las empresas de telecomunicaciones canadienses ya tienen acuerdos para compartir el acceso al 911 en caso de fallos generales, por ejemplo, si un teléfono de Rogers no se puede conectar a las torres celulares de esa empresa, una llamada al 911 debe rebotar en las torres de otras empresas, por ejemplo las de la empresa Bell, y así obtener una señal celular para asegurar conexión con los servicios de emergencia.
 
De acuerdo con Samer Bishay, fundador y presidente de la empresa Iristel, los celulares de Rogers sí podían conectarse con las torres, pero éstas no podían comunicarse con el sistema central, razón por la que el servicio del 911 tampoco funcionó. Rae explica que una forma de ganar acceso al 911 en caso de que el servicio de su compañía de celulares no funcione, la solución es remover la tarjeta SIM del teléfono y esto permitirá que la llamada sea captada.

"Generalmente esto no es necesario, pero debido a como la red de Rogers falló, remover la tarjeta SIM habría permitido hacer llamadas al 911, pero desafortunadamente esto no fue comunicado a la población durante la interrupción del servicio y con los servicios de emergencia diciéndole a la gente que buscaran líneas fijas o que tomaran prestados teléfonos celulares que sí estaban funcionando".

Hay muchas piezas del rompecabezas en la operación del sistema de Rogers y del por qué dejó de funcionar que aún no han sido reveladas. La empresa está citada a responder al gobierno a través de la CRTC (Canadian Radio-Television and Telecommunications Commission) y es de esperar que en algún momento se revele realmente que pasó.

Los expertos concluyen que la mejor solución al problema es la cooperación de las grandes empresas de telecomunicaciones, en este caso Rogers y Bell, que deben trabajar y desarrollar acuerdos de asistencia mutua, servicio de "roaming" (itinerancia) de emergencia y mejorar la comunicación durante interrupciones del servicio, sobre todo porque el 8 de julio incluso los canales de medios sociales de Rogers no permitían explicarle a sus clientes lo qué estaba pasando.

Otra solución sería un sistema permanente que le permita a todos los usuarios de celulares en Canadá a poder saltar de la red de una empresa a otra disponible, pero no se hace debido al temor que tienen estas empresas a la competencia de empresas más pequeñas y también por razones de seguridad digital. La cooperación entre las dos empresas más grandes también puede llevar a un mayor monopolio y afectar el desarrollo de las empresas pequeñas.

Y mientras todo el mundo está furioso con Rogers debido al problema del 8 de julio y es cierto que la empresa seguro está trabajando en cómo hallar soluciones para evitar otro "apagón" similar en el futuro, la conclusión es que ningún servicio crítico en ninguna parte debería depender enteramente de una empresa de telecomunicaciones. (2)

Hasta ahora además de una disculpa general por la interrupción, Rogers le ha prometido a sus clientes un crédito de 5 días en sus recibos de servicios, pero la realidad es que el fallo de Rogers causó millones en pérdidas para grandes y pequeñas empresas y ansiedad y preocupación entre personas que necesitaban comunicarse de emergencia, razón por la que como consumidores tenemos que pensar dos veces en nuestra fidelidad a una sola empresa de telecomunicaciones y en la ventaja de tener los servicios de internet y celular tal vez con empresas distintas. El falló del 8 de julio demostró que los famosos combos o "bundles" no son tan beneficiosos durante interrupciones tan largas.

Con su madre y su esposa sordas, Bell dedicó su vida a mejorar la comunicación entre las personas. Tal vez hace falta más que una motivación monetaria para que las empresas que poseen el control de estos sistemas entiendan que se trata de un servicio esencial y de interés público.



Fuentes:








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