Vacunas para toda la familia

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Boletín No 108, Toronto, 5 de Agosto de 2022
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Vacunas para toda la familia

Boletín Línea Uno 108 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
5 August 2022
por Sandra Farias

El verano ya comienza a despedirse y la época de más actividad del año se aproxima. Ante la llegada de la temporada escolar y múltiples actividades en setiembre, es necesario planear con anticipación y las vacunas son parte importante de ese plan.
 

En este año, además de las vacunas regulares está la nueva vacuna pediátrica de Moderna, de 25 miligramos para la COVID-19, recientemente disponible tras ser aprobada por Salud Pública de Canadá para menores de cinco años y a partir de los seis meses de edad.

Los menores de seis meses a menos de cinco años recibirán una dosis más baja ligeramente modificada (la mitad de la cantidad que se administra a los niños de seis a 11 años), en una serie de dos dosis, en un intervalo recomendado de ocho semanas entre la primera y la segunda dosis. Las vacunas sólo deben posponerse si su hija-o ha tenido síntomas de COVID-19 este verano, pero si se ha contagiado hace más de tres meses ya necesita la vacuna como refuerzo.

Sabemos que tener a más niños vacunados reduce el riesgo de brotes y, por lo tanto, evita interrupciones en la escuela o guardería, y en las actividades de recreación social, a la vez que protege a los adultos de la casa de un contagio o reinfección, que les afectará en sus propias rutinas y trabajos.

Esta vacuna reduce bastante el riesgo de contraer COVID-19 y además las graves complicaciones en caso de un contagio, como la inflamación múltiple de órganos vitales, como el corazón y los riñones, (Multi-system Inflammatory Syndrome MIS-C), una condición que se produce en casos más severos de la enfermedad hasta un mes después de un contagio y que requiere hospitalización.  

Para tener una idea del riesgo concreto al que están expuestas nuestras criaturas, veamos las siguientes estadísticas del Centro de Enfermedades Infecciosas CDC para Norteamérica: del 1 de marzo de 2020 al 14 de agosto de 2021, la incidencia acumulada de hospitalizaciones asociadas a la COVID-19 fue de 49,7 por cada 100 mil niños y adolescentes. Entre los 3,116 niños y adolescentes hospitalizados con COVID-19 entre el 1 de marzo de 2020 y el 19 de junio de 2021, 827 ingresaron en una unidad de cuidado intensivo, ósea el 26,5%. (1)

Desde que comenzó esta pandemia hemos aprendido muchas cosas nuevas y el cuidado de la salud ha sido la principal lección. Tal vez antes nunca hablábamos de temas de salud y ahora ya sabemos cómo buscar información confiable verificada y tomar decisiones informadas para el bienestar personal, familiar y colectivo.

Tras dos años de pandemia, la gran mayoría de los habitantes del planeta se ha colocado la vacuna para la COVID-19, por lo que está altamente comprobada su seguridad y eficacia. Hasta el 19 de julio de 2022, Ontario ha administrado más de 33 millones de dosis de la vacuna COVID-19, y más del 93 % de las personas residentes en Ontario de 12 años o más han recibido al menos una dosis y más del 91% han recibido una segunda dosis. Más del 57 por ciento de la población ya ha recibido un refuerzo.

Pero, aun así, tal vez en muchos hogares podrían sentirse diferentes o tener más indecisión acerca de esta vacuna, sólo por tratarse de una nueva vacuna. El Hospital Sick Kids de Toronto ha preparado una guía educativa con preguntas y respuestas para las familias respecto a las vacunas para la COVID-19 y que se puede visitar en este enlace: https://www.aboutkidshealth.ca/article?contentid=4001&language=English#

Por supuesto, que no para todas las familias es lo mismo el tema de la vacunación. Si ha tenido personas queridas en el hospital con COVID-19, si ha perdido a alguien cercano, si convive con personas de la tercera edad o con enfermedades crónicas que les hacen vulnerables, son todos factores a tener en cuenta al tomar la decisión de ponerse una vacuna.

Buenas estrategias para el pinchazo

Debido a que menores de edad comienzan con esquemas de vacunación a temprana edad, ya hay familiaridad con este tema cada inicio de clases, y por más que haya cierto rechazo, es la responsabilidad de las personas adultas el saber transmitir y educar en la prevención de la salud. Para buscar información de salud para su prole visite este sitio en español: https://www.aboutkidshealth.ca/Spanish

La mayoría de los niños en edad preescolar ya han recibido sus primeras vacunas. De hecho, la primera vacunación es partir de los dos meses de vida y las familias agradecemos que estas vacunas sean accesibles, incluso aunque a veces la experiencia no sea muy agradable el día en cuestión.

Si bien es entendible el miedo en los niños a las vacunas, muchas de estas actitudes están ligadas a la experiencia de sus cuidadores. El tema es que trasladar el miedo es a veces una actitud inconsciente.

Muchas veces, somos las personas adultas, las que exacerbamos estos miedos influenciados por otros factores y en el caso de la vacuna de la COVID-19 han sido tantos los relatos y los comentarios oídos, que es difícil no tener una forma de pensar al respecto, ya sea a favor o en contra.

A veces es el lenguaje que usamos. Si nosotros mismos nos sentimos incómodos con las agujas, vamos a transmitir esa sensación. El lenguaje corporal también tiene un mensaje muy poderoso.

Con los bebés y menores de cinco años algo tan simple como la fuerza con la que se les abraza puede marcar una gran diferencia en términos del mensaje. El sostenerles de la mano más fuertemente o acercarlos al propio cuerpo, como si no quisiéramos separarnos, puede ser una actitud inconsciente que transmite miedo, por ejemplo. Darles confianza frente a las intervenciones médicas es una parte importante del aprendizaje de los menores para poder enfrentar estos momentos incómodos con más naturalidad.

Si usted ya se ha vacunado o un hermano o hermana mayor ya lo hizo, se puede compartir la experiencia del momento de ponerse la vacuna y significarlo como algo beneficioso para la salud de toda la familia. Si el menor tiene abuelos o personas mayores en su vida, es una manera de protegerles también y hacerles ver la importancia de poder compartir en las reuniones familiares, fiestas o eventos sociales con personas amigas.  

Una vez que ya tenemos la cita, es momento de diseñar además algunas estrategias prácticas que le facilitaran el camino cuando llegue el momento del pinchazo.

Si está amamantando o si su hija-o puede ser alimentada con biberón durante el procedimiento, eso realmente ayuda, al igual que una distracción con el juguete favorito. Hay también kits de juegos médicos con vasos para medir la presión arterial, jeringas, agujas y todos esos instrumentos que se usan en los consultorios. Participar en juegos médicos es una de las mejores maneras de reducir su miedo y normalizarlo como parte de su proceso de desarrollo.
A veces, el lugar donde se ponen las vacunas favorece que la experiencia sea más positiva. Recientemente en Hamilton, dos pediatras tomaron la iniciativa de organizar una clínica de vacunación en un parque de juegos infantiles y sin necesidad de pedir cita.

Al principio de la vacunación tuvimos cierto temor, pero ahora tras dos años hemos aprendido a convivir de una manera cada vez más segura con esta enfermedad.

Vacunarse es parte de ese acostumbramiento a vivir en sociedad, al tener en cuenta que el cuidado de la salud no es un tema individual sino comunitario.

Lugares de vacunación en Toronto












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