Furgón de Cola Número 109

Reflexiones, diálogo y comunidad
Línea Uno
Boletín No 109, Toronto, 12 de Agosto de 2022
Boletín Línea Uno, Toronto, Ontario
Consejo de Desarrollo Hispano
DESIGN
BLOG
Go to content

Furgón de Cola Número 109

Boletín Línea Uno 109 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
12 August 2022

por Rodrigo Briones

Sólo la clase política más megalómana y vanagloriosa prospera bajo el calor de una investigación policial activa. Veamos algunos ejemplos.

El ex primer ministro multimillonario de Italia, Silvio Berlusconi, que no es ajeno a detectives, fiscales y a tribunales judiciales, por varias acusaciones de corrupción admitió durante un juicio en el 2004 que “la persecución judicial, a la que me enorgullece resistir…”

El presidente Brasil Jair Bolsonaro, acosado por investigaciones sobre acusaciones de corrupción y mala planificación para una pandemia, advirtió a quienes le criticaban el verano pasado que “sólo Dios podría sacarlo del poder”.
Pero sólo un hombre como Donald Trump, en un país como Estados Unidos, podría reflexionar sobre la redada policial de esta semana en su propiedad de Mar-a-Lago y ver en ella la promesa de un regreso a la Casa Blanca en el 2024. (1)

En el momento de escribir este artículo, un partido político importante (en los Estados Unidos) aún no estaba seguro de si un hombre que se comparaba a sí mismo con Hitler, pero de una manera nostálgica, del tipo "si tan solo", debería ser su abanderado. La alternativa que se estaba considerando era, literalmente, cualquier otra persona. (2)

Hay un viento fuerte que nos trae remoras del pasado. Durante la segunda mitad del siglo 20 creíamos que era sólo cuestión de tiempo la desaparición de expresiones políticas cargadas de intolerancia, odio y marginación. Recuerdo la cara de desolación de algunas personas conocidas del bar en la década del ochenta, cuando supieron de una reunión en Paris, donde se había postulado que el capitalismo no llevaba el germen de su destrucción dentro de sí.

La nueva ultraderecha populista tiene expresiones a ambos lados del Atlántico y de Norte a Sur. También tiene sus promotores, quizás no tan conocidos pero influyentes en sus ámbitos. Murray Newton Rothbard y Llewellyn Harrison Rockwell, Jr. fueron impulsores del llamado anarcocapitalismo a fines de la década del 70, para lo cual postulaban usar mensajes accesibles para llegar a las clases medias. Proponían apelar a las masas directamente para poner en cortocircuito a los medios de comunicación dominantes y a las élites intelectuales. “Movilizar a las masas populares contras las élites que las están saqueando, confundiendo y oprimiendo, tanto social como económicamente”. Lo citado se lo escuché decir a la licenciada en filosofía Roxana Kreimer en un video (3), y sirve para entender cómo la ultraderecha se ha apoderado de una dinámica de comunicación, con cuyos modos consiguen adhesiones. También se encargan de ganar elecciones y se instalan en espacios de decisión. Pero el contenido de este discurso es vacío, elusivo, impracticable, fantasioso y puedo seguir colectando adjetivos, pero también es peligroso. Kreimer es youtuber, una categoría que hay que incluir en el lenguaje de todos los días. Quizás sea mejor que decir “influencer” que es como nos tienta a confundir cuando usamos el inglés en un entorno en idioma castellano. Es interesante ver sus videos que oscilan entre las cosas simples y las más complejas, como corresponde a una filósofa.
 
Una intimidación

Es más provechoso hacer funcionar el cerebro con ideas provocadoras que tener que leer los titulares que me devuelven una realidad difícil de digerir:

En London, Ontario la policía entró al departamento de una joven de 28 años. La nutrida comisión de miembros de las fuerzas del orden tenía una orden judicial, firmada por quien es responsable de administrar justicia. Buscaban evidencia sobre un crimen, un arma de fuego y computadoras, discos duros de almacenajes de archivos digitales, cosas así. Y además detener a una persona con el mismo apellido, pero con otro nombre. Mejor dicho, con el nombre que ella tenía cuando era considerado del género masculino.

No es un caso de confusión por sinonimia, este un caso de “swatting”. Una palabra que tuve que buscar en el diccionario, porque no tiene traducción al castellano. Es cuando se logra engañar y enviar a la policía, específicamente a un escuadrón tipo Swat (4), para lograr atención pública y amedrentar a una persona por su actividad. El título de la nota de CBC, traducida al castellano, dice: “La estrella trans de Twitch arrestada a punta de pistola teme por su vida después de que alguien envió a la policía a su casa en London, Ontario”.

Twitch es una plataforma de internet que permite, entre otras cosas, hacer emisiones de video en vivo. Clara Sorrenti tiene muchas personas que la siguen que se han sentido identificadas con su valentía. Clara ha usado estas transmisiones para compartir los desafíos de la transición de la expresión de su género. Su hermano había hablado con la policía de London en marzo para advertirles que Clara podría ser víctima de “swatting”. Si bien es influyente en la comunidad trans, también se enfrentó a un aluvión de ataques en las redes sociales, comentados en un artículo del Washington Post sobre ella en junio pasado. (5)

En un tramo de la nota del diario estadounidense se lee “… cuando Greg Abbott, el gobernador republicano de Texas, lanzó una campaña contra la actitud de afirmación de género de jóvenes en transición, Sorrenti se sintió apelada, ella hizo la transición cuando era adolescente. La joven de 28 años recurrió a Twitch y habló abiertamente sobre su experiencia en transmisiones de horas de duración”. (6)

Mi capacidad de saturación se vio colmada con tanta información que proviene desde los medios. Incluidos la nueva avalancha de youtubers e influencers – categorías que merecen una reflexión, pero eso es otra historia.

Inflación y propinas

Decidí entonces invitar a mi nieta a jugar en una plaza cercana a Bloor y Dufferin mientras esperaba a que su abuela saliera del trabajo. Después de hamacarla durante un rato jugamos al sube y baja. Disfrutamos ambos, yo recordando la emoción de mi niñez y mi nieta descubriendo un nuevo juego. Cuando llegó mi compañera decidimos cerrar la jornada invitando a disfrutar de un helado de chocolate. La cara de felicidad que vi en mi nieta quedó confirmada cuando le dijo a su madre que el helado que había comido tenía dos grandes copos, no uno solo como siempre.

En ese pequeño negocio pedí un café, es muy rico el que allí preparan. Mientras esperábamos que terminara de preparar lo que ordenamos, la dependiente nos preguntó si hablábamos castellano. En esa familiaridad estábamos cuando voy a pagar y veo en la pantalla que se me invita a dejar una propina, de 10, 15 0 20 %. Cuando salí de la inicial sorpresa, opté por el camino del medio, por la buena atención y la solidaridad latinoamericana.

Pero esto es cosa nueva y extendida. A muchas personas les pasa cada vez más que una opción de propina aparece en las máquinas de pago con tarjeta en industrias en las que anteriormente la propina nunca formaba parte del costo, desde talleres mecánicos hasta gigantes de la comida rápida. El fenómeno está dejando un mal sabor en la boca de consumidores, quienes se han desahogado en comentarios en el internet, porque les preguntan si quieren pagar un 15 por ciento adicional o más además del precio de una pizza para llevar, un cambio de aceite o la recarga del tanque de propano.

"Las propinas se están extendiendo a muchos más lugares en este momento. En lugares que antes no nos hubieran pedido que demos propina, ahora parece ser mucho más común", dice Simon Pek, profesor de la Universidad de Victoria en British Columbia. Existe una investigación limitada sobre lo que motiva a más empresas y sectores a optar por las propinas, pero Pek sugiere que la pandemia y la inflación son factores probables. Él opina que las propinas se van a infiltrar en más y más negocios, a menos que haya una discusión pública más amplia sobre dónde, cuándo y por qué damos propinas. (7)

La salud sigue siendo uno de los problemas más importantes para atender en nuestra sociedad. Es que la pandemia, pese a que quisiéramos dejarla atrás, ha venido no sólo a cambiar nuestra relación con la medicina y las vacunas, sino que percola en todos los ámbitos de la vida social moderna.

Los esfuerzos de las autoridades de salud para lograr que la mayor cantidad posible de personas se vacune, choca con las señales equívocas de parte de la clase política en su conjunto, que no siempre acierta con un mensaje unificado y claro para la población. Las Viñetas de Luis Carrillos de esta semana, que se pueden leer aquí, dan cuenta de esta realidad.

En esta edición de Línea Uno, Alberto Juan Barrientos nos presenta un aspecto de la realidad que ha quedado opacado por el conflicto bélico en Ucrania en que se han invertidos ríos de tinta, horas de noticieros y programas de actualidad en la TV de todo el mundo. La nota se detiene en el Tapón del Darién y reflexiona sobre cómo se llega a este momento con masas de migrantes que han quedado atrapadas en Panamá en medio de una crisis humanitaria.

No podía escapar a nuestra atención la crisis en los hospitales de Ontario, que también es un ámbito donde la pandemia ha dejado su impronta, poniendo al descubierto las fallas de un sistema que podría perder su condición de público y gratuito, como lo es en Canadá. Las acechanzas del lucro están agazapadas esperando su colapso. Para entender cómo llegamos hasta aquí, recomiendo la lectura de la nota de Edna Amador a la que se accede desde aquí.

Mientras trabajamos en los temas de la semana, repasamos los hechos principales y aprovecho para conocer más de los servicios sociales a la comunidad inmigrante que ofrece el Centro para Gente de Habla Hispana en Toronto en una entrevista a la directora de programas, Gia Pflucker, que se puede escuchar en este link.

Estamos en agosto, mes en que es aún posible aprovechar el buen clima para disfrutar del verano. Digo del esperado momento del descanso y el contacto con la naturaleza. Sobre las precauciones que debemos atender sugiero leer la nota que se accede desde aquí. Gracias a estos espacios de recarga podremos continuar absorbiendo la realidad de un mundo sometido al cambio climático, los desafíos en el ámbito de la salud, la voracidad de la extrema derecha y su brazo insaciable de lucro.

Es todavía necesario que sigamos incorporando estas reflexiones porque van en el sentido de ampliar los espacios sanos de convivencia social en todo el mundo. Este es un destino de supervivencia al que debiéramos aspirar como comunidad y género humano.



Fuentes:




contribuye   pixotronmedia
Hispanic Development Council
Consejo de Desarrollo Hispano
1280 Finch Ave West, Suite 203
North York, Ontario, M3J 3k6
CANADA
Boletín Línea Uno
Back to content