Viñetas Número 116

  

1. Haga una evaluación de su propia vida y asuntos personales. Hay que recordar que, como padres de familia, errores fueron cometidos por nosotros cuando niños lo mismo que cuando jóvenes. El asunto no es atascarse en ese error, pero si reconocerlo y compartir las experiencias con sus hijas o hijos. Así, usted puede aconsejarles más apropiadamente. Use humor, sea gracioso, no es el fin del mundo. Sin embargo, al mismo tiempo sea firme en sus posiciones.
   
   
2. Entendiendo que el desprendimiento ha comenzado, dele a la niña o niño más atención que antes que el problema emergiera. Porque si él o ella está involucrado/a en una pandilla, anda con malas compañías, o usando drogas, esto es usualmente una señal de que algo está haciendo falta. Anímele a considerar si esta clase de amigos, o si el alcohol y las drogas son las cosas más apropiadas para su vida.
   
   
3. No permita ser intimidado por su hijo o hija. Esto trae fracaso. De la forma como se le da tratamiento a la situación, así va a ser la diferencia entre una comunicación efectiva o no efectiva.
   
   
4. Tener cuidado como se le da tratamiento al tema de la vestimenta. Muéstrele a él o ella de que esto va en contradicción de su acostumbrada personalidad, esto si usted siente que debe hacerlo. Será útil si usted le sugiere ideas y ropas alternativas a escoger. Mantenga una actitud positiva en su envolvimiento con la vida de su hijo o hija.
   
   
5. Dese cuenta de la importancia de la comunicación y el diálogo. Pase tiempo con sus hijos y aumente los momentos de calidad juntos y muestre su preocupación por el bienestar de ellos. Si los padres de familia no han tenido una buena relación con sus hijos, tienen que empezar a buscar ayuda de las agencias donde puedan oír de otras familias, quienes están en situaciones similares y ver cómo le están dando tratamiento. Usted se sorprenderá de ver cuántas familias comparten los mismos problemas.
   
   
6. Únicamente mostrando a su hijo o hija que él o ella está haciendo algo malo no es suficiente. Los adultos de la familia deberían ser firmes pero actuar con justicia al proveer una guía. Un pequeño consejo dado en una forma calmada es mejor que ser pasado por las brasas. Comuníquese con su hijo o hija cuando el momento sea apropiado. Use ejemplos como un refuerzo para poner peso a sus argumentos. Si es posible, busque ayuda de alguien en quien el joven confíe. Paciencia es probablemente una de los más importantes y difíciles cualidades a adquirir, también una de las más beneficiosas herramientas de comunicación en el hogar.
   
   
7. Si la familia ve a su hijo o hija con tatuajes (símbolos, letras, etc.) y/o está dibujando algo en la pared que parece como un símbolo de pandilla, debe preocuparse. Hable con su hijo o hija y pregúntele que significan los tatuajes o el símbolo que ha dibujado. Si el hijo o hija responde de que no tiene importancia y no explica, busque la ayuda de un profesional o pregunte a amigos si ellos saben el significado de los símbolos y los dibujos.

8. Ambos padres de familia deberían comunicarse acerca de los asuntos inmediatos y de cómo tratar con la situación en una forma coherente como unidad. Esto lo hará más fácil y tolerable. También pueden decidir si buscar ayuda profesional o no como consejero, maestro, etc.
   
    
9. Si usted no sabe el significado de cierta palabra o terminología, usted debería primero tratar de averiguar el significado. En internet, centros comunitarios, la escuela, hablando con amigos hay muchos lugares donde se puede encontrar información. Este manual da una idea de donde ir en busca de ayuda en caso de necesidad, o sienta que de repente podrá necesitar ayuda.
   
    
10. Hay que entender la magnitud de los problemas de los jóvenes hoy en día. La situación socioeconómica es más difícil, ya los jóvenes quieren ser independientes. Cuando esto no es posible, algunos pueden resolver a hacer actividades ilegales y/o asociarse con aquellas personas quienes los jóvenes puedan pensar que les traerán riqueza material (ejemplo, las pandillas).
    
     
11. Si su hija o hijo escucha música que usted no puede entender, (ejemplo, hip-hop, rap, rock pesado) usted debería entender de que su hija o hijo tiene el derecho de expresarse. Mucha gente no gusta del hip-hop porque se dice que promueve la violencia, el uso de la droga, y la promiscuidad sexual. Sin embargo, si se les cría en una forma positiva, van a gozar la música y la familia se dará cuenta de que tienen un efecto más fuerte que las fuentes externas. También hay muchas formas de música que contienen mensajes positivos y algunas veces el contenido que trata con asuntos políticos, sociales y económicos como la pobreza y los prejuicios. Hay que aprender a escuchar.

12. Los padres de familia necesitan involucrarse el 100% en la vida de sus hijas e hijos y en lo que les gusta. En esta forma ellos tendrán algo en común. Hacer el esfuerzo de entender estas cosas. Será importante notar que el lenguaje y las líricas de la música ofrecen a la familia otra forma de entender la realidad de sus hijas e hijos.