Un lento regreso a la normalidad
30 September 2022
por Fernando Rouaux
Este otoño será el primero en dos años sin controles pandémicos ni uso de mascarillas, aunque la vacunación anticovídica seguirá siendo la principal herramienta de salud pública.
Durante
el último mes hemos sido testigos de lo que estuvimos llamando por
mucho tiempo el “back
to normal”,
es decir, el regreso a lo que eran nuestras vidas antes del comienzo
de la pandemia.
En
un paseo por Toronto es fácil darse cuenta de que las medidas de
prevención se han relajado casi por completo: restaurantes llenos,
conciertos y partidos de fútbol o béisbol se juegan a estadio
repleto, podemos ir al cine y al teatro, en el TTC ha aumentado
notoriamente la cantidad de gente y, todo eso, con sólo una porción
minoritaria de personas que usan mascarillas.
De
hecho, en lo personal, cuando entro a un lugar con mascarillas me
siento incómodo. Es como si uno le estuviera aguando la fiesta a los
demás, como si uno estuviera recordándoles de algo que quieren
dejar atrás. Además, está la sensación de que en cualquier
momento uno puede ser mirado con mala cara, o incluso abordado por
alguien que está en contra del uso de mascarillas. No me ha pasado,
pero la sensación – justificada o no - está ahí.
Sin
embargo, los números indican que la pandemia no terminó, aunque la
Organización Mundial de la Salud anunció hace un tiempo que el fin
podría estar avizorándose. Esto no significa que se acabaron las
medidas de prevención y podemos sentir que ya estamos libres de
contagios. De hecho, en Ontario hay unos 2000 casos nuevos diarios
aproximadamente y unas 8 personas mueren a diario por COVID solamente
en la provincia.
En
julio pasado, Public
Health Ontario
publicó un completo informe evaluando los riesgos de las
subvariantes BA.4 y BA.5. En
ese informe se indicó que “…la
utilización de medidas de salud pública serán la forma más
efectiva de reducir el riesgo de transmisión de SARS-CoV-2, e
incluye: usar mascarillas de alta calidad y que se ajusten bien a la
cara siempre que sea posible en los espacios interiores, los lugares
con mucha gente (incluyendo los espacios al aire libre) y los sitios
de contacto cercano (por ej. el transporte público), quedarse en
casa cuando se está enfermo o se tienen síntomas del COVID-19,
optimizar la ventilación y el uso de espacios al aire libre”. (1)
En
ese momento se indicaba que la subvariante BA.5 era la más
contagiosa. En las últimas semanas (del 4 al 10 de septiembre),
BA.5.2.1 fue el linaje más prevalente (31,0 %), seguido de BA.5.2
(20,8 %) y BA.5.1 (14,1 %).
Las
características más importantes de estas variantes son su rápida
proliferación y su capacidad para evadir el sistema inmune. Durante
los últimos meses también se comenzó a mirar de cerca a la
subvariante BA. 2.75, también conocida como la subvariante Centauro,
como una nueva cepa de preocupación.
Ahora
que ya estamos oficialmente en el otoño sabemos que la temporada de
gripe o flu
está
en ciernes. Dentro de poco las actividades al aire libre se reducirán
al mínimo y pasaremos casi todo el tiempo en ambientes cerrados, con
poca ventilación. Es en este momento justamente, que aparece una
nueva subvariante que podría volverse rápidamente la subvariante
más dominante. Se trata de la BA.7 (el nombre completo es
BA.5.2.1.7)
En
Estados Unidos esta variante ya está generando preocupación entre
los especialistas al sobrepasar en esta semana a la Centauro. Sin
embargo, es en algunos países de Europa donde esta cepa ya ha
comenzado a mostrar señales de que será la nueva dominante en el
futuro próximo. En Bélgica, el país con más casos hasta el
momento se encuentra en un 25% de los casos. Pero también se
encuentra en Dinamarca, Alemania y en Francia en porcentajes menores
(alrededor del 10% de los casos en cada uno de esos países). Por las
características de esta variante – su rápida propagación – no
es difícil pensar que, dado que ya se ha transmitido a nuestro país
vecino, donde avanza aceleradamente, pronto tengamos casos en Canadá.
La
subvariante B.7 es una variante de Ómicron, que tiene una
modificación en la proteína spike
–
la proteína que le permite entrar a las células. Si bien al
principio de la pandemia vimos cómo surgían las distintas variantes
desde la Alfa, la Beta, la Delta hasta Ómicron, lo interesante de
ésta última es que comenzó a generar subvariantes. Esto es, desde
hace un tiempo, lo que vemos son variantes de la variante Ómicron.
Una particularidad de Ómicron es que está generando cada vez más
subvariantes, cada una de las cuales puede tener una ventaja respecto
a su antecesora y eso es lo que le permite volverse dominante.
Lo
más importante a recordar es que la pandemia no ha terminado aún.
Algunos recuerdan que ya había quienes pronosticaban el fin de la
pandemia para abril del 2021 y sin embargo, la llegada de nuevas
cepas complicó el panorama global de la enfermedad (2).
Aún
no tenemos claras cuáles son todas las consecuencias de largo plazo
tras haber tenido COVID. Por ejemplo, Public
Health Ontario advierte
que la reinfección aumenta el riesgo de muerte para todas las causas
de mortalidad. (3) En Ontario hay casi un millón y medio de personas
que tuvieron COVID. Estas personas son vulnerables a una reinfección
y por lo tanto las medidas preventivas – las individuales, pero
también las de salud pública – son fundamentales.
Como
insistimos desde Línea
Uno,
la mejor forma de prevención es tomar todas las medidas que estén
al alcance de la mano, incluyendo darse los refuerzos disponibles, la
vacuna del flu, usar mascarillas en espacios con poca ventilación y
mantener la distancia de otras personas siempre que sea posible. En
la temporada invernal también va a ser fundamental que las personas
con síntomas se queden en casa. La prevención es una
responsabilidad de todos y todas, incluyendo las autoridades y toda
la comunidad.
Vacunas
bivalentes
Las
nuevas vacunas son una adaptación de las ya existentes y ofrecerán
resultados similares.
Las
vacunas bivalentes autorizadas contra el COVID-19, o refuerzos
actualizados, incluyen un componente de ARNm de la cepa original para
proporcionar una respuesta inmunitaria ampliamente protectora contra
el COVID-19 y un componente de ARNm en común entre los linajes de la
variante ómicron BA.4 y BA.5 para proporcionar una mejor protección
contra el COVID-19 causada por la variante ómicron.
La
gran ventaja de esta nueva vacuna es que permite proteger a la
población frente toda una gama de versiones de ómicron, lo que
ayudará a evitar los contagios, sobre todo en los grupos más
vulnerables.
La
protección contra casos graves que requieren hospitalización es muy
elevada y, por tanto, seguirán evitando millones de muertes.
Pero
estas vacunas no son esterilizantes, lo que supone que, aunque eviten
la gran mayoría de los procesos infecciosos sintomáticos y graves,
y también contribuyan a reducir la circulación del virus, no
consiguen evitar todos los contagios.
El
objetivo es que el SARS-CoV-2 siga siendo en la gran mayoría de los
casos una enfermedad respiratoria leve, como lo son los resfriados
que causan los otros cuatro coronavirus que afectan al ser humano o
muchos otros patógenos que atacan las vías respiratorias cada
invierno sin causar complicaciones.
Principales
recomendaciones
"Las
vacunas contra el COVID-19, incluidas las dosis de refuerzo, siguen
salvando innumerables vidas y previniendo los resultados más graves
(hospitalización y muerte) del COVID-19", dijo el comisionado
de la Administración
de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en
inglés) el
Dr. Robert M. Califf.
"A
medida que nos acercamos al otoño y empezamos a pasar más tiempo en
el interior, animamos firmemente a cualquier persona que es elegible
a que considere la posibilidad de recibir una dosis de refuerzo con
una vacuna bivalente contra el COVID-19 para proporcionar una mejor
protección contra las variantes que circulan actualmente". (4)
Se
recomiendan que todas las personas mantengan al día su vacunación
contra el COVID-19, incluidas todas las dosis del esquema principal y
las dosis de refuerzo correspondientes a su grupo de edad:
- Las personas de 6 meses a 4 años deben recibir todas las dosis del esquema principal de vacunación contra el COVID-19.
- Las personas de 5 años de edad o más deben recibir todas las dosis recomendadas del esquema principal y la dosis de refuerzo recomendada para ellas por los CDC, si son elegibles.
- Se recomienda que las personas de 5 a 11 años reciban la dosis de refuerzo original (monovalente).
- La recomendación para las personas de 12 años de edad o más es que reciban una dosis de refuerzo actualizada (bivalente) de Pfizer o Moderna.
- Esto incluye a las personas que recibieron todas las dosis del esquema principal y las personas que ya habían recibido una o más dosis de refuerzo originales (monovalentes).
- Las personas de 12 a 17 años solo pueden recibir la dosis de refuerzo actualizada bivalente de Pfizer.
- Vacunarse después de recuperarse de la infección por COVID-19 le brinda protección adicional
Viajes
sin restricciones
A
partir del 1 de octubre las personas que viajen ya no tendrán que
presentar una prueba de vacunación contra la pandemia al entrar en
Canadá ni tampoco tendrán la obligación de llevar mascarillas en
los aviones y trenes.
Independientemente
de su nacionalidad la aplicación ArriveCAN ya no será requerida.
Asimismo,
quienes lleguen a Canadá ya no serán sometidos a pruebas de
detección del Covid-19 antes o durante la llegada, ni serán
obligados a llevar a cabo la cuarentena o el aislamiento.
El
ministro federal de Salud, Jean-Yves Duclos, dijo que la decisión no
es una señal de que Canadá haya superado la pandemia, pero destacó
que los datos del gobierno mostraban que la importación de nuevas
variantes ya no tenía efecto en la evolución del virus en el país.
Fuentes: