Viñetas Número 125
2 December 2022
por Luis Carrillos
El pasado 16 de noviembre, alrededor de las 11 la mañana, viajé para encontrarme con mi amiga, la reconocida artista plástica Paula (La Bomba) González Ossa. En esta ocasión Paula y yo habíamos quedado de encontrarnos en la intersección de Ossington y Bloor para ir al parque de Christie, donde me iba a mostrar el último mural que junto con su equipo habían pintado.
Sobre Paula hemos escrito en viñetas anteriores: es muralista, artista de música y de la palabra hablada (rapera), pero también trabaja en consejería de apoyo de pena y duelo con jóvenes de la comunidad afro canadiense.
Pero, volvamos a recordar el pasado sobre el parque de Christie y conectarlo con el presente.
Este era el segundo día después de la primera nevada de noviembre y todo era una blancura. Mi primer impulso fue tomar una foto que identifica el lugar, que mucha historia tiene con la comunidad Latino Hispana desde los años setenta.
El último mural que Paula ha pintado está en una pared en el lado central oeste del parque. El mural se titula One by One Movement (Movimiento Uno por Uno).
Queriendo conocer más del Movimiento Uno Por Uno encuentro en su página web que el objetivo principal es funcionar como un grupo de expertos en disminuir los actos extremos de violencia en todo el mundo, comenzando con Toronto, y ayudar a las organizaciones, desde el nivel de base hasta el nivel de gobierno, con el desarrollo de estrategias y programas sociales.
El Movimiento Uno por Uno Inc. es una organización fundada por un grupo de antiguos pandilleros, miembros del crimen organizado, para desarrollar estrategias de prevención de la extrema violencia juvenil entre las edades de 6 a 29 años. Asimismo, trabajar en programas para evitar la reincidencia para grupos de 30 años o más. “Poniendo los pies sobre el terreno, con un enfoque anti-acoso, prevención del pandillerismo, estrategias de salida de las pandillas y un apoyo a largo plazo a través de la mentoría”.
La organización sostiene que “a nosotros nos gustaría pensar que somos embajadores para el cambio, pero no provocado por la amenaza del castigo…Nuestras metas están focalizadas de individuo a individuo, caso por caso en el acercamiento hacia los jóvenes. Centrándonos en las necesidades inmediatas del cliente, su demografía, religión y sensibilidades raciales, las personas tendrán acceso a mentorías de personas con experiencias vividas (expandilleros), lo mismo que varios recursos, programas sociales y de apoyo a la salud física y mental”, afirman.
Mural de la mariposa Monarca
Paula González Ossa tiene más de veinte murales notables alrededor de la ciudad. Su trabajo lo hace generalmente con jóvenes muralistas en desarrollo. Su trabajo es con la nación originaria Anishnabe de Canadá y otras que vienen de todo Canadá, con quienes tiene que pasar por un proceso riguroso de ceremonias y consultas.
Paula se presenta así: “Mucha gente en Toronto me conoce como Bomba. Yo vine del equipo de grafiti a través de los 80s, fuertemente influenciada por lo que estaba pasando en Nueva York en la comunidad cultural hip hop. Predominantemente, estaba viendo a la comunidad puertorriqueña, lo que estaban haciendo en relación con estas grandes piezas (murales grafiti). Yo acababa de arribar de Chile. El grafiti realmente dio conexión a las grandes ciudades. En ese momento estaba aprendiendo inglés y acerca de la comida y la cultura. El grafiti me permitió un jalón para conectar con la gente de Toronto. “Hey, yo estoy acá, estoy viendo cosas, estoy sintiendo cosas. Estar allá afuera. Hacer esta forma de producto, quiero aprender a hacerlo. Esta idea de producir grafiti en una forma legal, en una forma pública para que la ciudadanía de Toronto pueda ver qué le estamos devolviendo a la ciudad… es importante el ser aceptada y valorada por agencias comunitarias como Access Alliance, el Centro de la Vecindad Christie Ossington y el Consejo de Desarrollo Hispano”.
El mural pintado frente al edificio del Centre for Social Innovation (CSI) -Centro de Innovación Social- es uno de los logros de Paula. Este centro es una empresa social basada en Toronto, que se especializa en la creación de espacios compartidos de trabajo para personas u organizaciones que tienen una misión social. Cuenta con dos locales en Toronto que sirven como espacios compartidos de trabajo, laboratorios de innovación, y centros comunitarios. Estos edificios ofrecen oficinas privadas, escritorios privados o compartidos, y espacios para hacer actividades y reuniones.
“La misión del centro es la de catalizar la innovación social y alentar la colaboración conectando innovadores sociales y emprendedores, trabajando en varios sectores. Al mismo tiempo permite realizar talleres, seminarios, competiciones y oportunidades de mentorías. El CSI también incuba un número limitado de innovaciones sociales, brindando servicios de estrategias, administración y finanzas”.