Viñetas Número 126

Reflexiones, diálogo y comunidad
Línea Uno
Boletín No 126, Toronto, 9 de Diciembre de 2022
Boletín Línea Uno, Toronto, Ontario
Consejo de Desarrollo Hispano
DESIGN
BLOG
Go to content

Viñetas Número 126

Boletín Línea Uno 126 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
8 December 2022

por
Luis Carrillos
 
Como parte de la tarea que me propuse hace dos meses de compartir el Manual Qué Hacer para las familias, les invito a reflexionar sobre esta idea: Una familia saludable es una familia fuerte.
  
Esta parte del trabajo la realizo como educador. Es una tarea que me propuse, aunque a regañadientes, tras completar académicamente varios años de estudio. Con la animación de colegas y de las muchachas y muchachos como La China y El Catracho, con quienes trabajaba, quienes me decían que eso acompañaría positivamente mi labor como consejero que ya venía ejerciendo por casi diez años. Mi diploma del George Brown College como Child and Youth Worker -Trabajador con Niños y Jóvenes- es suficiente, les decía.  “Por ahora es suficiente, me respondieron, pero para la Chota -policía-, los Crowns -fiscales-, y los abogados, trae más respeto. Nos da más confianza,” me dijeron en una de tantas conversaciones que teníamos durante el proyecto Terminando el Riesgo entre los Jóvenes Hispanos, en 1995.

Estos son algunos de los principios que le permitirán a una familia ser más saludable en la convivencia:

  1. Escuchando, entablando conversación, negociando, y haciendo actividades de rol con las/os hijas/os son útiles e importantes como acciones remediales. Mantenga la más abierta y honesta comunicación posible. Una madre o padre de familia debe tener el espacio de ser capaz de enojarse y expresarlo idealmente a su hija o hijo en una forma saludable. Consulte regularmente con sus hijas/os acerca de las cosas relevantes para ellas/os y las situaciones en que ellas/os se encuentren.

  2. Un aspecto muy importante en la relación madre/padre-hija/hijo es el ser de apoyo, constantemente animando a la buena comunicación, premiando logros y darles tratamiento a los errores sabiamente. Valide las habilidades de sus hijas/os y hágales sentir que su participación en la casa no solamente es útil, pero también necesaria.

  3. Mientras nuestras hijas/os estén viviendo en la casa, límites y guía son necesarios. Cualquier forma de disciplina que sea practicada, la niña o el niño debería saber inmediatamente de que ella o él no ha respetado los límites. Establezca reglas concretas y razonables que puedan ser negociadas y prudentemente modificadas. Hablando con autoridad y firmeza funciona. Hijas e hijos respetan la autoridad, pero esta debe ser ejecutada con justicia, de otro modo solo traerá enojo. Las normas y responsabilidades deberían ser establecidas para toda la familia.

  4. Las madres y los padres deben compartir sus pensamientos, ideas y experiencias, como también sus propias limitaciones, y ser honestos y abiertos acerca de éstos. Las hijas y los hijos deberían estar en conocimiento de qué es lo que está pasando con sus mayores. ¿Si su mamá o papa están cansados? es porque tienen dos trabajos, deben saberlo. Tienen que saber que sus padres no son super héroes y que pueden ser vulnerables.

  5. La armonía entre la madre y el padre es muy importante para construir la autoestima de las hijas y de los hijos. Una buena relación entre esposa y esposo y la capacidad de tener la actitud de resolver problemas en forma positiva da a las hijas e hijos seguridad y estabilidad.

  6. Reconozca todos los triunfos, esfuerzos y las etapas inmediatas por las cuales su hija o hijo está pasando en su jornada hacia su vida adulta. Durante esta fase hable con ella o él acerca de las responsabilidades, cuestiones de la salud y la seguridad personal, respeto, límites en el espacio y tiempo, al igual que en lo económico. Expresar estas cosas en una forma que no sientan que se les está dando órdenes. Con ello evitaremos enojarnos cuando nuestra/o hija o hijo no haga las cosas como queremos. Podrían haber tratado de hacer lo mejor. Hay que enfatizar las mejoras, teniendo cuidado de no mostrar lástima y de no consentirles.

  7. No tome las preguntas como un desafío a su autoridad. Sólo son preguntas, aunque la forma como las hacen sugiera otra cosa. Algunas veces las hijas o los hijos tienen temor de hacer preguntas y tienen que llenarse de valor antes de hacerla. Esto puede causar que suenen agresivas y desafiantes.

  8. Una cosa que una madre o un padre puede hacer es invitar a su hija o hijo a que le acompañe al trabajo para que vea qué tipo de trabajo hace la madre o el padre, tal vez sea un trabajo difícil. Tal vez esto es algo que a la madre o al padre no les haga felices porque eran profesionales en su país de origen y están haciendo trabajos que no requieren educación superior. Las hijas y los hijos tienen que entender de que el trabajo que los padres están haciendo es importante porque están ganando el dinero para sostener a la familia.

  9. El planificar y participar en actividades juntos va a alimentar la buena comunicación y reforzara las relaciones familiares. Enfatice cuán importante es planificar como grupo, permitiendo a sus hijas e hijos que tomen papeles de liderazgo y esto construirá confianza entre toda la familia.

  10. Un miembro activo de la familia es alguien que trae diferentes ideas y perspectivas para la solución de problemas. Por ejemplo, si el dinero es escaso, ponga a toda la familia a discutir el asunto y a encontrar soluciones como una unidad. Es importante que las hijas y los hijos sean incluidos en las discusiones y se les dé la oportunidad de opinar y demostrar liderazgo hacia el interior de la familia. Así aprenderán la importancia de tomar muchas cosas en consideración antes de tomar una decisión. Las hijas y los hijos se sienten seguras/os cuando están informadas/os. Esto también les da la oportunidad de ayudar y les crea un sentimiento de empoderamiento.

  11. No asuma que usted conoce sus hijas o hijos sólo porque son su prole. Usted llega a conocerlos haciéndoles preguntas, acompañándolos a los juegos escolares y eventos comunitarios, poniendo atención a la música que escuchan y preguntando interesadamente. Las buenas conversaciones comienzan con preguntas simples, y aquellas que comienzan con puntos que le permitan llegar a conocer mejor a su hija o hijo.

  12. Dele a sus hijas e hijos su propio espacio. Respete su privacidad. No lea sus diarios, no registre sus ropas, sus cosas personales, o la correspondencia. Tampoco registre las gavetas ni mucho menos sus teléfonos celulares, porque todo eso es un asunto de confianza. Una vez que su hija o hijo se dé cuenta que usted lo ha hecho, los lazos de confianza se romperán. Manteniendo el respeto no significa que usted esté perdiendo el control de su hogar. Tiene que existir una estructura con disciplina, firmeza y diálogo. Esto sólo se puede obtener sobre las bases de la confianza mutua.

  13. Involucre a sus hijas/os en actividades que puedan traerle éxito, anímenles a comprometerse a obtenerlo. Esto, sin embargo, tiene que ser hecho trabajando bajo la premisa de que nosotros no siempre lograremos los mejores resultados. Recompense los triunfos y acciones positivas. Ponga atención a las buenas y las no muy buenas cosas que sus hijas o hijos hacen. Recompense lo bueno y trabaje con ellas/os para mejorar lo no muy bueno. Déjeles saber cuándo están en error y ayúdeles a triunfar.

  14. Dado que siempre existen diferencias entre hermanas y hermanos, no haga comparaciones. Evite enfocarse en los puntos débiles del adolescente. En su lugar, enfatice los puntos fuertes y habilidades. Las comparaciones en la familia crean ganadores/as y perdedores/as. No alimente los conflictos intrafamiliares.






contribuye   pixotronmedia
Hispanic Development Council
Consejo de Desarrollo Hispano
1280 Finch Ave West, Suite 203
North York, Ontario, M3J 3k6
CANADA
Boletín Línea Uno
Back to content