Viñetas Número 127

Reflexiones, diálogo y comunidad
Línea Uno
Boletín No 127, Toronto, 16 de Diciembre de 2022
Boletín Línea Uno, Toronto, Ontario
Consejo de Desarrollo Hispano
DESIGN
BLOG
Go to content

Viñetas Número 127

Boletín Línea Uno 127 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
16 December 2022

por
Luis Carrillos
 
Toronto es el hogar de cientos de miles de familias Latino Hispanas, comenzando con algunas personas que estamos acá desde hace más de cincuenta años y otras desde hace poco tiempo. Algunas personas, han llegado al país en los últimos meses. Una indicación de esto, son las visitas a nuestra oficina del Consejo de Desarrollo Hispana en las últimas semanas.

Quisiera compartir una reflexión que hice el día 6 de diciembre en mi caminada matinal, en la que iba pensando en la humanidad, pero más específicamente en nuestra comunidad Latino-Hispana. Me tomé más tiempo pensando en su diversidad cultural castiza, dentro del mosaico cultural de Toronto, pero tras una fugaz interrupción por la silueta de un coyote que se cruzaba por la calle vecinal como rumbo al arroyo y a la arboleda que bordea el edificio donde vivo.

Escuela Politécnica de Montreal

Respecto a la humanidad, se me vino a la mente el tristemente recordado 6 de diciembre en la historia de Canadá. Este día los medios de comunicación (mainstream media) anunciaban que era el Día Nacional del Recuerdo y Acción Contra la Violencia hacia la Mujer.

Para no olvidar a las víctimas de esta tragedia, desde el 2013, 14 haces de luz iluminan el cielo cada 6 de diciembre para conmemorar a las 14 víctimas de la masacre de la École Polytechnique de Montréal.

La Masacre de la Escuela Politécnica de Montreal de 1989 fue declarada un día de recuerdo por el Parlamento de Canadá en 1991, con el objetivo de utilizar el día para reflexionar sobre el fenómeno de la violencia contra las mujeres en la sociedad, considerar a las mujeres y niñas, para quienes la violencia es una realidad cotidiana y para recordar a quienes han muerto como resultado de la violencia de género. También se hace un llamamiento para que las comunidades organicen acciones concretas que ayuden a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.

Las banderas de los edificios federales, incluyendo la Torre de la Paz en la Colina del Parlamento, se izan a media asta y se pide a la comunidad mantener un minuto de silencio y llevar un lazo blanco o púrpura en el brazo para simbolizar el objetivo de acabar con los actos de violencia contra la mujer. (2)                                                                                                    

A nivel de la comunidad local en mi experiencia como consejero fui pensando en los diferentes casos que me tocaba ver: control de enojo y paternidad, autoestima, relaciones familiares y cómo la pandemia continúa exacerbando estas necesidades a pesar de haber pasado ya más de dos años y medio desde su inicio en marzo del 2020.

Cambiando el casette

Estas elucubraciones sobre el estado de la comunidad a la que atiendo fueron sustituidas por un pensamiento alegre, con el que originalmente pensé en escribir estas historias y se me ocurrió cuando caminaba frente a una parada de buses donde un aviso bien iluminado anunciaba la Cabalgata de Luces (Cavalcade of Lights), un festival anual que se celebra cada fin de año en la plaza Nathan Philips de Toronto.



Mi espíritu del Embajador Comunitario, título con el que mis colegas de Línea Uno me han dado en llamar, toma posesión y la reflexión se convierte en un recuento de las cualidades artísticas que observo en muchas personas de nuestra comunidad.  



Tras muchos años de andar metido en este medio he observado y admirado el arte visual en todas sus expresiones como murales, cuadros en lienzos, caricaturas, fotografías, entre otras. He escuchado lectura de poesía, presenciado bailes autóctonos de nuestra América, vistiendo los estilos y colores criollos. He visto el llamado break dance que los muchachos del programa de jóvenes ejecutaban y que se es un “baile de origen estadounidense caracterizado por movimientos y giros rápidos que a veces se ejecutan apoyando en el suelo la cabeza o la espalda.”(3)

La última reflexión a la que le dedique más tiempo fue a la de la música. Pensé en Doña Mary, que de adulta mayor aprendió a tocar el ukelele con su grupo comunitario de adultos mayores en su centro comunitario, en el extremo este de la ciudad. Este grupo de personas mayores ameniza actividades de fin de año para la comunidad. Trabajadores sociales junto a agencias de gobierno financian los programas de esta agencia.

También pensé en otras mujeres que he visto tocar la guitarra y cantar en actividades de la comunidad. Pensé en Ángel, un ex estudiante de Servicio Social que realizó su pasantía en el Consejo de Desarrollo Hispano, (CDH) quien ahora, además de practicar en la carrera social, se recibió de Licenciado en Música y se desempeña como profesor del conservatorio de la Universidad de Toronto.     

No quiero dejar de mencionar a Duberlis Ramos, director ejecutivo del CDH, quien con su charango y guitarra es también un músico consumado. Y como decimos en mi país: “para muestra, un botón…” Esta es solo una muestra de las capacidades artísticas en la comunidad Latino Hispana.

Cabalgata de Luces   



El sábado 26 de noviembre por la tarde, después de comer una hamburguesa con doña Mary en uno de los restaurantes o, mejor dicho, en el comedor más antiguo de la ciudad, Fran’s, caminamos con dirección a la alcaldía municipal en rumbo sur a tomar los transportes que nos llevarían a nuestras respectivas casas.

Y mientras nos aproximábamos a la plaza se dejaba escuchar una melodía tipo El Condor Pasa, pero al llegar a la plaza y cerca del estrado pude comprobar que era otra canción, aunque los instrumentos con que el grupo tocaba pude ver que eran similarmente tradicionales. Eso lo comprobé en el preciso instante que pude abrirme campo entre la abigarrada multitud que se deleitaba con la música.

Lo primero que noté fue la marimba, los otros instrumentos no se distinguían, ya estaba un poco oscuro. Lo que sí pude ver era a los músicos y artistas con sus cabezas cubiertas con máscaras en forma de cabezas ave, al mismo tiempo que una persona con vestimenta como de pájaro bailaba al ritmo del son que salía de los instrumentos autóctonos.

Misticismo ancestral

Tocani. Así se llama el grupo o banda musical que tuve el enorme placer de oír y ver aquel 26 de noviembre en el estrado de la Plaza Nathan Philips de la Alcaldía de Toronto. Al terminar la presentación, el artista vestido de pájaro se paró y seguidamente se presentó al grupo con su nombre y se explicó que lo que acabábamos de ver era la presentación del baile del Tecolote. La persona que conducía el evento dio una reseña de la historia del grupo, de los instrumentos que tocan y de quienes lo conforman.

Buscando en la red, encontré que Tocani es “un proyecto multidisciplinario que explora a través de la música, el baile, los elementos visuales y de movimiento combinados con instrumentos antiguos y tradicionales de América Latina”.
Usando instrumentos de percusión como la espina dorsal, Tocani crea una atmósfera donde el misticismo ancestral es el aspecto fundamental en el escenario. Como resultado, cada pieza musical se convierte en una historia revelada en una forma teatral y experimental.”

El nombre Tocani me resultó ser familiar.  Mi estimado amigo y tocayo -como el me llama cuando me ve- Luis Rojas, director de Casa Maíz es uno de los miembros creadores e impulsores de esta importante iniciativa artística.  Para conocer más de estos artistas puede visitar el enlace: https://tocaniproject.com.






contribuye   pixotronmedia
Hispanic Development Council
Consejo de Desarrollo Hispano
1280 Finch Ave West, Suite 203
North York, Ontario, M3J 3k6
CANADA
Boletín Línea Uno
Back to content