Cómo separar la paja del trigo en las noticias

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Boletín No 136 Toronto, 17 de Febrero de 2023
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Cómo separar la paja del trigo en las noticias

Boletín Línea Uno 136 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
17 February 2023

por Fernando Rouaux

La principal lección de la pandemia creo que fue aprender a separar la paja del trigo cuando se trataba de informaciones falsas, que aún hoy no dejan de llegar a nuestros móviles.

Hace dos semanas hablamos de un estudio sobre los efectos de difundir información falsa llevado a cabo por el Comité de Expertos en los Impactos Socioeconómicos de la Desinformación en Ciencia y Salud llamado
Fault Lines.

Esta investigación del Council of Canadian Academies analizó las consecuencias que tienen las noticias falsas o fake news y de qué manera la desinformación afecta en los distintos niveles, es decir, familiar, comunitario y social.

A nivel individual, la desinformación hace que gastemos tiempo, dinero y energía en productos o procedimientos que son ineficientes y esto nos puede llevar a enfermar más o, incluso, al riesgo de muerte.

A nivel comunitario, en especial el Latino Hispano, esta desinformación se tradujo en más personas hospitalizadas, con el consecuente uso más intensivo del sistema de salud, elevando los costos y bajando el nivel de atención a la población.  
Además, la comunidad sufrió de más brotes de la enfermedad debido a que – por desinformación – no siempre se han cumplido las medidas de prevención. Asimismo, a nivel de sociedad, una de las cosas que produce la desinformación es la polarización – algo que ha sido un signo de nuestros tiempos en muchas partes del mundo.

Consecuencias en la vacunación

La desinformación además de consecuencias en la salud produce grandes pérdidas económicas. Por ejemplo, según este reporte se calcula que la desinformación generó dudas sobre las vacunas y las formas de prevención del COVID-19 en más de 2 millones de personas en Canadá.

Esto se tradujo necesariamente en que ese porcentaje de la población o se vacunó tardíamente, o no se ha vacunado aún, o tal vez han tomado menos en serio las medidas de prevención, como el uso de mascarillas y el distanciamiento físico.

Se calcula que, solamente tomando el período entre marzo y noviembre de 2021, si esas personas no hubieran tenido dudas, es decir, no hubieran demorado o rechazado la vacunación, habríamos tenido en Canadá casi 200 mil casos menos de COVID-19. Esto, a su vez, hubiera significado 13 mil hospitalizaciones menos, 3500 pacientes menos de cuidado intensivo, 2800 muertes menos, y se hubiesen ahorrado casi 300 millones de dólares en costos hospitalarios.

De todos estos datos, por supuesto, el más importante es que sin la desinformación que produjo la circulación de noticias falsas, se hubieran evitado casi 3 mil muertes. Es decir que, de alguna manera, la desinformación puede matar, al menos cuando se trata de salud pública.

Cómo identificar noticias falsas

¿Cómo podemos combatir la desinformación y la distribución de fake news? Primero, tenemos que entender que las noticias falsas vienen disfrazadas. Para que una noticia falsa sea exitosa en su distribución masiva, debe parecer verdadera, pero además debe cumplir con otras condiciones, que la hacen fácil de transmitir.

El estudio Fault Lines muestra que las noticias falsas, además de imitar a las verdaderas, siempre son visualmente atractivas y, sobre todo, fáciles de compartir. Esto es clave, ya que se aprovechan de nuestra tendencia a compartir los contenidos cuando sólo tenemos que hacer un clic o dos. Ya están listas para auto propagarse infinitamente, algo muy frecuente cuando usamos el WhatsApp, Facebook e Instagram.

Si nos tomáramos un tiempo y reflexionáramos por unos segundos, probablemente no compartiríamos ese mensaje, ya que veríamos que, tal vez, hay algo que no parece totalmente verdad, aunque esté disfrazado de creíble.

Por último, las fake news suelen despertar fuertes emociones y ser repetitivas. Por supuesto, es precisamente apelando a nuestras emociones (ya sea indignación, enojo, compasión, etc.) que las noticias se propagan rápidamente.   
Como dijimos, si nos tomáramos un segundo para analizar la procedencia de la noticia, o su lógica, muchas veces cortaríamos la cadena y no estaríamos colaborando con la desinformación al compartirla con nuestros contactos en las redes.

En el periodismo profesional, existen varias herramientas para detectar la procedencia de una noticia, lo que se denomina la fuente. Esto permite seleccionar contenidos para evitar seguir historias que no son verídicas o no se han podido comprobar. Pero también es cierto que aquello que leemos en los medios de comunicación siempre tiene una intencionalidad y cada órgano de información prioriza sus noticias de acuerdo con un interés específico.  
De allí que los estados y sus gobiernos en cada país deban jugar un rol fundamental en el control del flujo de información, sobre todo en materia del bienestar colectivo, como cuando estamos  ante una pandemia.

Sólo garantizando la aplicación de una legislación en materia de derecho a la información se puede frenar la proliferación de información falsa en las redes sociales y en los medios de comunicación, algo que poco sucede en muchos países de Latinoamérica, desde donde se generan muchos de los contenidos que llegan a la comunidad Hispano hablante.
Sin embargo, nosotros, a nivel individual o familiar también podemos hacer nuestra parte. Una de las cosas que podemos hacer es mejorar nuestro conocimiento sobre cómo funcionan los medios y, en particular las redes sociales. A menudo, utilizamos una o más formas de comunicación en las redes, pero muy pocos sabemos bien cómo se manejan y quién está detrás de las cosas que vemos y escuchamos.

Muchas veces son empresas u organizaciones con intereses muy claros – económicos, ideológicos o políticos – quienes generan esas noticias y se encargan de distribuirlas por distintos canales o plataformas. Otra cosa que podemos hacer, es evitar sumarnos a redes que no tienen buenos criterios o reglas de control de la información.

En el mundo virtual hay de todo y algunas plataformas premian las noticias falsas, mientras otras las limitan. Al meternos en un sitio de fake news nos exponemos a consumir información falsa y tenemos más riesgo de contribuir a su distribución accidental o deliberadamente. Páginas de internet con demasiados avisos, por ejemplo, suelen reproducir noticias de dudosa credibilidad.
Finalmente, tal vez lo más importante que podemos hacer para evitar ser parte de la desinformación generalizada, es no compartir información de forma automática e instantánea. Como dijimos, las fake news apelan a nuestras emociones, a ese segundo después del momento de leer una noticia falsa, en el que somos altamente vulnerables y por lo tanto proclives al share o compartir. Hagamos una pausa. No compartamos contenidos sin haber reflexionado.

Mejor aún, antes de hacer clic o share detengámonos por unos segundos para verificar el origen de la noticia. Pensemos si lo que estamos por mandarles a nuestros contactos es realmente un hecho informativo o es simplemente un invento de alguien que tiene interés en que se distribuya este mensaje para polarizar, generar miedos o distraer nuestra atención de otros temas más importantes.   
Una manera fácil de darse cuenta es ver si la misma noticia está en muchos sitios de noticias creíbles como CBC (Canadian Broadcasting Corp.) o en diarios nacionales como el Toronto Star o el Globe and Mail. Si los principales diarios y canales han difundido una noticia es más probable que sea cierta, ya que en sus redacciones cuentan con periodistas que saben cómo filtrar los contenidos falsos o no verificados antes de difundirlos.

Si logramos tomar esta precaución, habremos dado un enorme paso para contrarrestar la desinformación que nos acosa diariamente y que, de no despabilarnos, nos seguirá castigando aún más en el futuro.


Fuente:
   1.   CCA (Council of Canadian Academies). (2023). Fault Lines. Ottawa (ON): Expert Panel on the Socioeconomic Impacts of Science and Health Misinformation, CCA.







contribuye   pixotronmedia
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