Congestión hospitalaria
10 March 2023
Traducido por Fernando Rouaux
Hace
tiempo que remarcamos desde estas páginas la importancia de la
prevención, no sólo como un mecanismo de protección de los demás
y nosotros mismos, sino también como un reaseguro frente a la
situación crítica que vive el sistema de salud en Canadá y, en
particular, en Ontario.
Los largos tiempos de espera hacen que los resultados de una enfermedad sean mucho peores, con mayor probabilidad de enfermedad grave, internación y muerte.
Los largos tiempos de espera hacen que los resultados de una enfermedad sean mucho peores, con mayor probabilidad de enfermedad grave, internación y muerte.
Lamentablemente,
no corren buenos tiempos para necesitar un hospital. Esto se da hace
muchos años y la pandemia vino a empeorarlo más aún.
La situación, según este artículo publicado en The Conversation, sigue empeorando. Ahora ya no podemos confiar en que una ambulancia llegará a tiempo cuando la necesitamos. La prevención entonces está, más que nunca, en nuestras manos.
La situación, según este artículo publicado en The Conversation, sigue empeorando. Ahora ya no podemos confiar en que una ambulancia llegará a tiempo cuando la necesitamos. La prevención entonces está, más que nunca, en nuestras manos.
El
hacinamiento en el departamento de emergencias ha ido más allá de
los pasillos a las rampas de las ambulancias. Ahora ya no queda nada
que esperar, según explica el siguiente artículo escrito por Peter
Vanberkel,
Profesor en el Departamento de Ingeniería Industrial de la
Universidad de Dalhousie:
“El
servicio de urgencias de un hospital ha sido considerado desde hace
tiempo el canario de la mina de carbón para el sistema de salud:
cuando está atascado, todo el hospital está atascado.
Desde
entonces, la congestión rutinaria y prolongada del departamento de
emergencias ha llevado a la declaración de que los pacientes que
esperan en una ambulancia fuera del departamento de emergencias son
los nuevos canarios en la mina de carbón.
Pero
cuando las esperas de las ambulancias fuera del departamento de
emergencias se vuelven rutinarias y prolongadas, aparece otro nuevo
canario: pacientes en casa esperando una ambulancia. Pueden
representar la analogía más verdadera para el canario en la mina de
carbón, porque literalmente están muriendo y son un claro indicador
de que el sistema de atención médica está congestionado a un nivel
peligroso.
Puntos críticos
La
demora en la entrega de los pacientes que llegan en ambulancia es un
problema que desde hace décadas desafía a los sistemas de atención
médica en todo el mundo. En el Reino Unido, el Servicio Nacional de
Salud ha hecho de la eliminación de los retrasos en la
transferencia, una de sus tres reformas prioritarias para la atención
urgente prehospitalaria en su Plan a Largo Plazo de 10 años.
En
Canadá, donde la atención de la salud está a cargo de las
provincias, Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan, Manitoba,
Ontario, Quebec, Nuevo Brunswick y Nueva Escocia han tenido
dificultades para trasladar a los pacientes a tiempo.
Australia
también ha visto largas filas de ambulancias haciendo fila en los
hospitales, y se ha comprometido a contratar a miles de paramédicos,
en un esfuerzo por combatir el aumento interanual de los tiempos de
entrega de pacientes.
Más
allá de los traslados de ambulancias, también se producen retrasos
y congestión en otras áreas: el departamento de emergencias, las
salas y la atención a largo plazo son algunos de los puntos de
críticos comunes en los sistemas de atención médica en todo el
mundo.
Como
ingeniero industrial que investiga y trabaja en el flujo de pacientes
de atención médica, esto plantea la pregunta: ¿cuál es el
siguiente punto clave?
Código cero
Código cero
Sabemos
que la congestión hospitalaria es causada rutinariamente por el
bloqueo de acceso, que ocurre cuando los pacientes son impedidos de
avanzar a través del sistema por una falta de capacidad aguas abajo.
Esto, a menudo, se debe a la incapacidad de dar de alta a los
pacientes del hospital, que a menudo se debe a la falta de espacio en
la atención a largo plazo.
Naturalmente,
esto detiene el flujo de pacientes, haciendo que esperen en camas de
sala para ser dados de alta del hospital, en pasillos de emergencias
esperando camas de sala, en ambulancias esperando camas de emergencia
y, finalmente, en casa esperando una ambulancia.
Este
último grupo representa un nuevo punto de contacto. Aunque
las ambulancias que no cumplen con los tiempos de respuesta
establecidos no son algo nuevo, que no haya ambulancias disponibles
para responder a las llamadas de manera oportuna es un fenómeno
relativamente nuevo, una situación conocida como “código cero”.
Sin
embargo, este nuevo punto crítico es sustancialmente diferente de
los demás. Los pacientes
afectados todavía no han sido atendidos por los profesionales de la
salud, no se encuentran a metros de los servicios de atención de la
salud y se desconocen sus urgencias. Estos pacientes están en casa,
bajo condiciones desconocidas, esperando.
Se
sabe que los pacientes que esperan en una ambulancia, en la “rampa”
o en un pasillo entre el departamento de emergencias y el pabellón
tienen un mayor riesgo de resultados adversos. Los
pacientes con estancias hospitalarias prolongadas por retraso también
tienen un mayor riesgo de infecciones transmitidas por el hospital y
resultados adversos.
Se
sabe menos de pacientes que esperan una ambulancia en casa, pero dada
su precaria situación, es lógico suponer que también están en
alto riesgo.
Pacientes en riesgo
Pacientes en riesgo
Muchas
evaluaciones de sistemas de servicios de emergencia en Australia,
Canadá y el Reino Unido han informado de tiempos de espera más
largos de los que deberían. Pero los largos tiempos de espera es una
situación nueva.
Se
ha vuelto muy común leer sobre situaciones de código cero, en las
que no hay ambulancias disponibles. Nuevamente
hay informes de Australia, el Reino Unido y Canadá. La
gente está muriendo mientras espera.
En
Australia, las ambulancias en rampa y los retrasos en las llamadas se
vincularon recientemente a 33 muertes en 18 meses.
En
el Reino Unido, una mujer murió luego de 16 horas de espera para una
ambulancia, un hombre murió cuando no había ninguna ambulancia
disponible para llevarlo al hospital, y un hombre de 87 años murió
luego de esperar 17 horas para una ambulancia y luego 13 horas en la
ambulancia en el hospital.
En
los tres casos en el Reino Unido, se identificaron largos retrasos en
la entrega y ambulancias en las rampas como la causa de la falta de
ambulancias.
Errores del sistema que se desbordan
Errores del sistema que se desbordan
En
Canadá, la frecuencia de cero ambulancias disponibles se duplicó en
Ottawa en 2022, con retrasos en las descargas identificados como la
causa número uno. Los
códigos cero se reportan como ocurrencias diarias, con frecuencias y
duraciones prolongadas en Hamilton, Ontario. Una mujer murió en
Montreal después de esperar siete horas por una ambulancia.
Un
“canario en la mina de carbón” es un indicador temprano de
peligro potencial o fracaso. La
respuesta fue insuficiente cuando falleció el canario del
departamento de emergencias y la falla se trasladó al servicio de
ambulancias. Ahora,
con los prolongados retrasos en las descargas que rutinariamente
hacen que no haya ambulancias disponibles, el “canario” esperando
en la ambulancia en una rampa tampoco va a vivir mucho tiempo más.
Pero esta vez, cuando la falla se derrama, el “canario” en riesgo
no es un pájaro metafórico, sino un paciente que espera en su casa
por una ambulancia”.
Fuente:
The Conversation
Emergency department crowding has gone beyond hallways onto ambulance ramps. Now there’s nowhere left to wait. Published: February 27, 2023 4.26pm EST