Impacto ambiental del closet

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Boletín No 140 Toronto, 17 de Marzo de 2023
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Impacto ambiental del closet

Boletín Línea Uno 140 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
17 March 2023

por Edna Amador

La vestimenta es una necesidad que nació para estar protegidos de las inclemencias del clima, pero con el paso del tiempo se fue convirtiendo en un símbolo de estilo y estatus. Hoy el exceso de ropa desechada produce un impacto ambiental mayor que el de los aviones.
En tiempos no tan lejanos, mediados del siglo XX, la mayoría de las personas compraban sólo la ropa necesaria para cada estación, y los más pequeños del hogar estrenaban atuendos en ocasiones especiales, como la Navidad o el día de su cumpleaños. Esa costumbre ha quedado en el pasado, porque la moda es posiblemente una de las industrias que más se beneficia del consumismo.

Una cuestión de estatus

El consumismo se origina de la creencia que adquirir bienes materiales aumenta el éxito personal, sentimiento que hoy día predomina mucho más con la proliferación de publicistas, artistas y farándula promoviendo estilos y marcas en las redes sociales. (1)

Junto al aumento del consumismo, o a causa de éste, actualmente todos los países experimentan la proliferación de lo que se conoce como "moda rápida" que es ropa, calzado y accesorios producidos en masa y a precios relativamente económicos, para generar interés en los consumidores de todas las edades y en anticipación de la constante demanda que la gente tiene para vestir nuevas prendas.  

La vestimenta ahora es más desechable que duradera. Los fabricantes de ropa y textiles saben que la gente quiere vestir alta moda a bajo costo, pero la verdad es que las prendas son hechas sin mucha calidad, porque la intención es que sean usadas muy poco, no múltiples veces y menos aún durante años, como antes se acostumbraba. (2)

Armarios reventados

De acuerdo con la autora del libro
"Cómo romper con la moda rápida” las personas en general sólo usan un 10 por ciento de la ropa de forma regular y un 60 por ciento de toda nuestra ropa se usa por un período menor a un año. (3)
Y se puede jurar que no hay alguien que en su vida no haya expresado "no tengo nada que ponerme," ante un armario lleno de ropa.  Pero en estos tiempos de excesivo desperdicio, la cantidad de veces que usemos la ropa hace una gran diferencia para la salud del planeta.

Si uno se topa con ropa de los años 70 y 80, algo que sorprende es que muchos de los textiles de esa época todavía se conservan, los pantalones de mezclilla "o blue jeans" de hace 50 años duraban casi toda una vida, pero en la actualidad, tanta confección textil barata se torna rápido en basura, porque hoy día cada prenda de ropa o accesorio se usa un promedio máximo de siete veces.

Con reciclar no alcanza

Mucha gente ya combate el consumismo y la moda rápida al comprar y vestir ropa usada, tendencia que se ha puesto de moda porque ha perdido el estigma de que solo era para personas de muy pocos recursos o con mucha necesidad económica.

El reciclaje de la ropa es una actividad buena para el ambiente y también la billetera, y donar la ropa que ya no se usa es también altruista.  Las tiendas de segunda mano o de ropa usada han perdido de todo el estigma. Ahora hasta existen las dedicadas a vender vestimenta usada, pero de marcas exclusivas. (4)

Muchas organizaciones de ayuda comunitaria manejan tiendas de ropa usada como una forma de convertir en efectivo las donaciones que reciben, entre éstas
The Salvation Army y The Good Will.  Otras tiendas como Value Village compran en lotes la ropa, calzado y accesorios donados a organizaciones sociales como la Asociación contra la Diabetes y luego la revenden con fines de lucro.

El problema es que con tanta ropa nueva que la gente compra, no toda puede ser reciclada y muchas prendas terminan en los basureros al aire libre, contribuyendo al problema de la contaminación ambiental, porque tres cuartas partes de la ropa donada a tiendas de ropa usada no hallan un segundo hogar.

Alguna de la ropa donada es reciclada al ser cuarteada para uso industrial, otra es molida y reprocesada como aislante o relleno en los asientos infantiles para carros. (5)

Mucha de la ropa donada en recipientes recolectores en plazas comerciales nunca llega a las tiendas de segunda mano. En resumen: el 80 a 90 por ciento de la ropa que se dona en Canadá no es revendida dentro del país.
Y aunque comprar ropa usada ayuda a aliviar algo el problema, es tanta la producción de ropa que la industria de la moda tiene un gran impacto en el calentamiento global porque su uso de carburantes es en efecto más alto que el usado por las industrias del transporte de contenedores y hasta de las misma industria aérea.

La Alianza de las Naciones Unidas para Moda Sostenible atribuye a la industria textil y de la moda la responsabilidad del 2 al 8 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, y por su causa, un 9 por ciento de micro plásticos son desechados en los océanos anualmente.

El desecho de ropa que apenas se vistió es tan alto que no toda puede ser reciclada o vendida, lo que incrementa el problema ambiental, sobre todo porque muchísima de la ropa usada está siendo exportada a otros países.

De toda la ropa usada que se recolecta en Canadá, mucha es clasificada y vendida con fines de lucro a comerciantes de ropa usada en países de América Latina y África.  Un ejemplo es Kenya, que compró cerca de 21 millones de dólares en ropa usada de acuerdo al Ministerio de Estadísticas de Canadá.

Producir y comprar menos ropa

China, Alemania e India son algunos los principales productores y exportadores de textiles en el mundo y la producción parece aumentar en lugar de reducirse. Se calculó que los ingresos del mercado mundial de prendas de vestir ascenderían a 1,53 billones de dólares estadounidenses en 2022 y se pronostica que los ingresos aumentarán en 2023, a más de 1,7 billones de dólares.

Teniendo este dato en cuenta, lo más seguro es que la mayoría de las personas no sepan la cantidad exacta de piezas de ropa, zapatos y otros accesorios que poseen.
Un informe de un grupo de expertos sobre sostenibilidad del Instituto “Hot or Cool” de Berlín, Alemania, dice que toda persona que vive en cualquier país con cuatro estaciones dentro del Grupo de los 20 solo debería de poseer 85 prendas de vestir. Este número solo incluye ropa, abrigos y calzado.  

Las 85 piezas pueden formar un total de 23 atuendos de una y hasta cuatro prendas.  Además, entre las 85 piezas figura ropa de trabajo, para practicar deporte o hacer ejercicio, para ocasiones festivas y para salir, así como para estar en casa. El informe también recomienda reducir el lavado de ropa en exceso, así como el comprar por impulso y tratar de extender la vida útil de nuestro vestuario, ya sea con arreglos, comprando ropa usada o por el intercambio de prendas.  El informe destaca la necesidad de reducir drásticamente nuestro consumo de ropa, si queremos alcanzar la meta de 1.5 grados centígrados fijado por el Acuerdo de París para la salud ambiental del planeta. (6)

Hoy en día, la compra de ropa por persona en Norte América es de 37 kilos por año, según Katherine White, profesora de Mercadeo y Ciencia del Comportamiento de la Universidad de British Columbia. Solamente en Ontario, las personas generan 500 millones de kilos de desperdicio textil por año, pese que al 86 por ciento de ese material puede ser reusado o reciclado.

Erin Polowy, del sitio “My Green Closet” (Mi Armario Verde) para vestimenta sostenible en Canadá, recomienda a las personas pensar en prendas y no en atuendos, porque con “planificación cuidadosa se puede tener un vestuario diverso y a la moda con pocas piezas”. Polowy asegura que esto puede lograrse incluso con menos de 85 prendas, y asegura que ella arma de 40 a 50 atuendos con un guardarropa de 33 prendas que prepara para cada estación. En sus videos aconseja poner atención a la ropa que más se usa en el día a día y diseñar un guardarropa con unas cuantas piezas favoritas de calidad y claves. Para aprender más del método del armario verde, en este YouTube video se explica cómo mezclar y coordinar las 23 piezas de ropa que contiene.







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