La sal en exceso enferma
24 March 2023
por Edna Amador
Cuando
Jesús en su sermón del Monte, según el Evangelio de Mateo, le dijo
a la gente congregada que eran “la sal de la tierra”, el Mesías
no se refería a la fuerza en el sabor de la sal, sino a su valor.
(1)
Y,
es que en tiempos bíblicos y miles de años antes, la sal era un
recurso muy valioso porque no existía en la disponibilidad global de
hoy día. La sal era muy
cara y hasta fue usada como moneda. La palabra salario se deriva de
la palabra sal, posiblemente debido a un antiguo impuesto aplicado a
la misma, o porque según cuentan, los soldados romanos dentro de su
pago recibían una asignación extra para comprar sal, que era una
materia prima muy cara pero necesaria para el desempeño de sus
campañas militares. (2)
Actualmente,
la sal es tan accesible para todos que no se necesitan más que
centavos para comprar una libra y además está fortificada con yodo.
La sal no puede faltar en
ninguna cocina porque sus granos son como cristales mágicos que le
agregan sabor.
El
sodio es vital para el cuerpo, pero la gente en la actualidad consume
casi el doble de lo recomendado afectando seriamente la salud.
El
cloruro de sodio es el nombre del compuesto químico que todo mundo
conoce como sal de mesa y que ha sido usada por la humanidad por
miles de años e incluso ayudó a desarrollar civilizaciones, al ser
utilizada para preservar alimentos (porque donde hay gran cantidad de
sal no crece bacteria), permitir su transportación a largas
distancias y de paso eliminar la dependencia por la comida fresca o
en estación. (3)
La
sal comestible se halla en el mar y también en el mineral de halita
o la sal de roca, que es el resultado de fuentes antiguas de agua que
se secaron.
El sodio y la salud
El sodio y la salud
El cuerpo humano necesita de una pequeña cantidad de sodio para transportar los impulsos de los nervios, contraer y relajar músculos y mantener el balance correcto del agua y minerales. El organismo requiere de alrededor de 500 miligramos de sodio por día para mantener estas funciones vitales, pero demasiado sodio en la dieta puede aumentar la presión arterial y dar paso a problemas cardíacos y accidentes cerebrales. El exceso de sal en el cuerpo también causa pérdida de calcio al sustraerlo de los huesos. (4)
En
la mayoría de las personas, los riñones se ven en problemas
procesando el exceso de sodio. En la medida que la sal se acumula, el
cuerpo retiene agua para diluirla y esto incrementa la cantidad de
líquido alrededor de las células y el volumen de sangre en venas y
arterias, lo que significa más trabajo para el corazón y más
presión en la válvulas. Con el tiempo, ese trabajo y presión
extras pueden endurecer los vasos sanguíneos aumentando la presión
arterial hasta provocar un ataque al corazón y hasta derrame
cerebral. También puede causar fallo cardíaco. Existe
la evidencia que mucha sal puede dañar el corazón, la aorta y los
riñones, sin previamente incrementar la presión arterial.
Los
síntomas inmediatos tras comer mucha sal son aumento de la sed,
manos o pies inflamados y en algunos casos dolor de cabeza, por lo
que comer demasiada sal con el tiempo resulta en consecuencias serias
y crónicas de salud. La
sal hace que la gente beba más, y si la gente bebe más bebidas
azucaradas o altas en calorías es porque están consumiendo más
sal.
La
gente antes tenía que buscar y hasta pelear por la sal, pero en la
actualidad la mayoría de la sal en la dieta no proviene tanto de las
frutas, vegetales, granos o carnes que consumimos - que tienen muy
bajo contenido, ni siquiera de la que agregamos a los platillos que
cocinamos o de la que le ponemos al plato del salero en la mesa, sino
de las comidas comercialmente preparadas.
Consumo casi al doble
Consumo casi al doble
La mayoría de la sal en la dieta humana es mucha más que los 5 gramos o la cucharadita diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según
un informe de la OMS, los canadienses en promedio están consumiendo
9.1 gramos de sal al día, casi el doble de la recomendación y según
los expertos en dieta, la mayoría de esa sal, más del 75%, proviene
de las comidas de restaurantes y las procesadas que venden los
supermercados.
La
doctora Mary Sco, residente de medicina del Hospital College para
Mujeres de Toronto, y quien también tiene un doctorado en Ciencias
de Nutrición, dice que la primera cosa que le recuerda a sus
pacientes es “que la mayoría de la sal que consumen es la que ya
trae la comida, pero no la que ellos le agregan”.
La
presión arterial alta o hipertensión es el riesgo mayor en la
enfermedad del corazón, que de paso es una de las principales causas
de muerte y discapacidad en Canadá, dice Sco.
En
el año 2020, casi 54 mil personas fallecieron a causa de enfermedad
cardíaca, según el Ministerio de Estadísticas de Canadá.
La
dietista Samantha Chabior en el programa “The
Dose”
(La Dosis) de radio CBC, advirtió que el pan es otra fuente
escondida de sal en la dieta. Chabior
dice que las tres grandes categorías de comidas que más agregan sal
a la dieta son los productos de panaderías, platos preparados como
pizza, lasaña, comidas congeladas, sopas, quesos, salsas y
condimentos y las carnes procesadas como jamones y embutidos.
Y
aunque parezca sorprendente, pan blanco, galletas y panquecitos
tienen un alto contenido de sal, aunque no sepan salados, porque el
atributo de la sal es que puede mejorar otros sabores y además
balancear lo dulce y eliminar el sabor amargo.
Cómo reducir la sal en la dieta
Cómo reducir la sal en la dieta
Al conocer todos los riesgos asociados con el excesivo consumo de sal, lo mejor es realizar cambios en la dieta, por muy difícil que parezca.
Chabior
aconseja enfocar la dieta en frutas, vegetales, granos enteros,
legumbres, nueces y semillas, carne, aves y pescado no procesados y
sustituir la sal y agregar sabor con ingredientes como vinagre y jugo
de limón, condimentos aromáticos como jengibre, ajo y cebolla y con
hierbas frescas o secas y especias. También
se recomienda utilizar sazonadores premezclados sin sodio.
Para
lograr reducir la sal hay que cambiar el hábito de comprar comida
hecha y cocinar en casa, así como buscar formas para reducir o
eliminar la barrera del costo y del tiempo que toma preparar comidas
saludables, sobre todo porque las comidas procesadas por lo general
son más baratas, pero al cambiar bocadillos como patatas fritas o
galletas saladas por una fruta, nueces sin sal o maíz reventado es
un primer paso.
Saber leer las etiquetas
Saber leer las etiquetas
Al hacer la compra del supermercado, los expertos recomiendan leer la etiqueta con los datos de nutrición donde se halla el porcentaje de sodio en cada producto. De acuerdo al porcentaje recomendado por día, se puede saber si el producto tiene sal en exceso. Si la comida tiene 5% o menos de sodio, significa que el contenido es bajo. Si el producto alimenticio tiene más de un 15% del porcentaje diario de sodio recomendado, significa que es mucho.
Consuma sal con menos sodio
Hay
varias clases de sal y las mismas varían en el contenido de sodio.
La sal de mesa finamente molida es más densa y tiende a contener más
sodio que la sal gruesa. El contenido de sodio también puede variar
de marca a marca, por lo que es importante leer la etiqueta.
Fuentes:
1. Word watch: The origins and nuances of salt of the earth:
https://www.courant.com/2018/11/21/word-watch-the-origins-and-nuances-of-salt-of-the-earth/
2. Salary:
https://www.vocabulary.com/dictionary/salary
https://www.vocabulary.com/dictionary/salary
3. You probably eat twice the recommended salt per day. Here's how to cut back:
https://www.cbc.ca/radio/whitecoat/canadian-salt-intake-tips-1.6780633
https://www.cbc.ca/radio/whitecoat/canadian-salt-intake-tips-1.6780633
4. The nutrition source: Salt and Source:
https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/salt-and-sodium/#:~:text=But%20too%20much%20sodium%20in,more%20than%20our%20bodies%20need
https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/salt-and-sodium/#:~:text=But%20too%20much%20sodium%20in,more%20than%20our%20bodies%20need