Furgón de Cola Número 91

Reflexiones, diálogo y comunidad
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Boletín No 91, Toronto, 8 de Abril de 2022
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Furgón de Cola Número 91

Boletín Línea Uno 91 Informativo y cultural - Consejo de Desarrollo Hispano / Hispanic Development Council - Toronto - Canada
7 April 2022
por Rodrigo Briones

 
El neoliberalismo ha pulverizado la democracia”, leo en un comentario publicado en redes sociales. Las tendencias que se vienen evidenciando en las últimas elecciones en Latinoamérica no pueden ser soportadas por los sectores que detentan el poder económico. Entonces tienen que contagiar su furia a los sectores populares y el resultado son Bolsonaro, Milei, Kast, la hija de Fujimori… Las opiniones se multiplican.

 
Es que lo que está sucediendo en estos días en Perú, donde las protestas sociales están montadas en un descontento de los que esta vez no salieron a las calles. Es que el costo de vida por el aumento del petróleo afecta a todos, pero los que cargan con el peso del dolor cotidiano es la población más vulnerada.

 
Durante dos años hemos soportado la pandemia, que aún está latente y tiene sus desafíos – es esta edición de Línea Uno hay una nota que se puede leer aquí, en la que Fernando Rouaux se explaya sobre el impacto y las posibles respuestas que están a la mano de cada individuo. Porque desde marzo lo único obligatorio es el uso de máscaras tapaboca en el transporte público de Toronto y en los servicios de salud o en los lugares de cuidado de adultos mayores. Todo lo demás es responsabilidad individual. Entonces, somos cada uno de nosotros los que debemos decidir dónde y cómo cuidarnos. De cómo afectará esta nueva ola de COVID al sistema de salud pública, sólo tenemos una muestra: en un día se registraron 30 muertos, hay 168 camas de terapia intensiva ocupadas sobre un total de más de mil internaciones, tal como lo resume Sandra Farias en el podcast que se puede escuchar aquí.

 
Daría la sensación de que el año electoral es menester pasarlo sin irritar a los votantes, de ahí que se abran sin límites los bares y patios ahora que estamos en primavera. Aunque como dice Luis Carrillos en sus Viñetas, que se pueden leer aquí, aún tendremos días fríos, ya se ven signos en la fuerza de la naturaleza que se expresa. El otro punto de su escrito de esta semana tiene que ver con la salud mental y la exhortación a que, como comunidad, hagamos propio el reclamo que algunos en la política provincial parecen haber sintonizado.

 
No se nos puede escapar que el mar de fondo, como se escucha decir, es llevar los niveles de productividad y ganancia a los niveles prepandémicos. Podría ser cierto este dato, un poco insensible para mi gusto, frente a la necesidad de los trabajadores que se han llevado la peor parte, antes, ahora y espero que no sea para siempre.

 
Y como si esto fuera poco, el conflicto en Ucrania se ha globalizado. En Perú el precio de los combustibles se disparó porque salió de la escena mundial un productor de energía, Rusia por su repudiable conducta con los vecinos.  Como todo está concatenado, el agricultor de Tarapoto en la Amazonía peruana tiene que pagar lo que los estrategas de la guerra deciden en Kiev.

Es parte de la filosofía del café con leche, por la cual se debe pagar lo mismo en la Vía Veneto romana que en un bar de Costa Rica por una taza de café. La comparación es apropiada y tan vieja como cuando en 1973 se instauró en Chile este modelo económico que todo lo globaliza. Rumear mucho estas verdades afecta mi salud, por tanto, seguiré las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud: “En medio de una pandemia, de un planeta contaminado, de un aumento de enfermedades como el cáncer, el asma y las cardiopatías, la OMS aprovechará la celebración del Día Mundial de la Salud 2022 este 7 de abril para llamar la atención del mundo sobre las medidas urgentes que se necesitan para mantener la salud de los seres humanos y del planeta e incentivar un cambio para que las sociedades se preocupen del bienestar”.

 
La OMS calcula que, cada año, se producen más de 13 millones de defunciones debidas a causas ambientales evitables, sin ir más lejos, a la crisis climática, que es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad. La crisis climática es también una crisis de la salud.

 
Nuestras decisiones políticas, sociales y comerciales están favoreciendo la crisis climática y sanitaria. Más del 90% de las personas respiran un aire insalubre que es consecuencia de la quema de combustibles fósiles. Debido al calentamiento del planeta, los mosquitos propagan las enfermedades más lejos y más rápido que antes.

Los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación del suelo y la escasez de agua están desplazando a las personas y afectando a su salud. La contaminación y los plásticos llegan hasta el fondo de nuestros océanos más profundos, de las montañas más altas y se han abierto paso en nuestra cadena alimentaria.

Los sistemas de fabricación de alimentos y bebidas, muy transformados y poco saludables, están impulsando una ola de obesidad, aumentando el cáncer y las enfermedades cardíacas, al tiempo que generan un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.  

 
Aunque la pandemia ha mostrado la capacidad curativa de la ciencia, también ha puesto de manifiesto las desigualdades de nuestro mundo. La pandemia ha evidenciado deficiencias en todos los ámbitos de la sociedad y ha hecho patente la necesidad urgente de forjar sociedades del bienestar sostenibles y comprometidas con la consecución de una salud equitativa, tanto ahora como para las generaciones futuras, sin sobrepasar los límites ecológicos.

 
El planteamiento actual de la economía conduce a la distribución no equitativa de la renta, la riqueza y el poder. Hoy hay demasiadas personas que siguen viviendo en situaciones de pobreza e inestabilidad. Las economías del bienestar deben velar por el bienestar de las personas, la equidad y la sostenibilidad medioambiental. Estos objetivos se han de plasmar en inversiones a largo plazo, presupuestos enfocados al bienestar, protección social y estrategias legales y fiscales. Para romper estos ciclos de destrucción del planeta y de la salud humana es necesario adoptar medidas legislativas, reformar las empresas y apoyar e incentivar a las personas para que tomen decisiones saludables.” (1)

 
Seguramente, está implícito en el mensaje del organismo supranacional, el estrés que esto trae acarreado. Por suerte Edna Amador con espíritu previsor nos da todo lo necesario para disfrutar del buen clima que se viene y de las oportunidades de entretenimiento, pero cuidando nuestra salud, en una nota que se puede leer aquí.

 
Hace poco más de dos mil años, un barbudo que caminaba por las calientes arenas del desierto, dejó una enseñanza. Nos pedía que nos amemos los unos a los otros, sería bueno retomar su ejemplo. Hay 1.300 millones de católicos y otros tantos sumando a quienes siguen a Cristo desde otras denominaciones. Es un buen número que debiera pensar qué hay del cuidado del prójimo en poner el mercado primero, sea de venta de petróleo o de armas o lo que sea, antes que el bienestar del vecino.

 
¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre.  Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.”
(Biblia de Jerusalén, Evangelio de San Mateo 23:27 y subsiguientes)

 
Podría ser un buen punto de partida para reflexionar en la Semana Santa, que se celebra a partir del próximo Domingo de Ramos. Nos encontramos la próxima semana.



Notas:
 









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