Línea Uno CDH

Boletín de información comunitaria

Consejo de Desarrollo Hispano
Boletín 44. Febrero 26, 2021

La ficha ganadora

por Rodrigo Briones

Desde que comenzamos a quedarnos en casa se nos ha puesto la zanahoria por delante. Dice la fábula que para que un burro tire del carro hay que ponerle una zanahoria adelante lo bastante cerca para que crea que la va a alcanzar, pero a su vez, lo suficientemente lejos para que no lo logre, lo que me recuerda la canción de Joan Manuel Serrat cuando dice “… cuando más cerca está, más lejos queda”.

 

Ya no hay más argumentos para remediar esta sensación, que como la fabula del burro y la zanahoria, atraviesa a la comunidad internacional; con matices, obviamente. En Israel están todos vacunados, en Ghana la mayoría de la población, en países como Chile hay un avance sostenido. Y podríamos seguir con los ejemplos. Mientras tanto en Canadá, aún estamos esperando.

 

Caja de herramientas

 

Desde Línea Uno hemos venido informando sobre las vacunas, tratando de acompañar a nuestra comunidad en el entendimiento de cómo funcionan, cuáles son los tipos y toda la información científica disponible. Siempre dentro de los parámetros que le corresponde a Canadá. Pues no es lo mismo lo que sucede en otros países, con otras regulaciones, otros desafíos y respuestas a esta larga pandemia. Lo invito a releer lo que se ha escrito aquí (1) y después retomar la lectura de este artículo.

 

En nuestra relación con los adultos mayores de Toronto, hemos podido constatar que hay un cierto grado de incertidumbre, como diría el filosofo penquista radicado en la zona de High Park. La incertidumbre ha sido el sello distintivo de la pandemia, pues al clausurarse todas las avenidas posibles de futuro, la única alternativa que se mostró como posible para salir del encierro y sus consecuencias ha sido la famosa vacuna.

 

El daño ya está hecho, estamos transitando el onceavo mes de esta pandemia, a un tiro de piedra de cumplir el año. Y como se explica en esta misma edición, los calendarios más optimistas llevan la fecha hasta más allá del verano, y aún con incógnitas.

 

Es cierto que algunos de nosotros hemos venido insistiendo en la necesidad de estar atentos a todas las herramientas disponibles en nuestra caja, para ir transitando el camino que nos lleve al vacunatorio, y nos deposite allí con salud y tranquilos de que estaremos colaborando a la salud de toda la población, a la vez que tomamos un reaseguro nosotros mismos.

 

Nuestro sistema inmune puede trabajar bien, y podrá aprender el código genético del coronavirus si es que está en buenas condiciones. Por tanto, atender a los siempre sabios consejos es una buena alternativa.

 

Entrenar el cuerpo y la mente

 

La restricción de salir de casa ha tenido un impacto en nuestro nivel de ejercicio. Por suerte tengo mi oficina en el segundo piso, así es que al final del día he subido y bajado esas escaleras tantas veces que representa un beneficio adicional. Pero he perdido el caminar por las calles, el respirar el aire de la mañana. Hay que buscar entonces, las alternativas. Si no puede salir de la casa, trate de hacer ejercicios en el lugar. Es posible encontrar en internet buenos videos explicativos de gimnasia simple, incluso sentado en una silla.

 

Sé que es difícil enfrentar el momento de dormir, sobre todo cuando hay tanta incertidumbre. El peso de no saber nos llena de presagios de toda naturaleza. Entonces practicar deliberadamente algún ejercicio de meditación antes de dormir, podrá inducirnos al sueño más tranquilamente. Recordemos que al dormir es el único momento en que nuestro cuerpo recarga energía, se repara a sí mismo. No dormir lo suficiente puede causar enfermedades, y la falta de sueño está relacionada con el aumento de peso, la alta presión arterial y la depresión. Al dormir se producen células T que ayudan a combatir las infecciones. Hay que lograr 7 a 8 horas de sueño sólido e ininterrumpido.

 

La preocupación, como su nombre lo indica, son ocupaciones previas al suceso. Es como una anticipación de lo que vendrá, en un intento por estar preparado. Digamos que es un cazador que se prepara para el ataque de una presa, esa que ha decidido llevar a la mesa en ese mediodía. Esta metáfora del cazador nos habla de como Homo Sapiens ha preparado su organismo para la pelea en siglos de evolución y adaptación. Eso que comúnmente se llama estrés.

 

Cuando nos preocupamos en exceso podemos inundar nuestro cuerpo con cortisol, la hormona que manda el mensaje al cuerpo para estar listos para el combate. El exceso puede atacar nuestros glóbulos blancos y volvernos menos capaces de combatir una serie de enfermedades, incluido el cáncer. El cuidado personal regular, incluyendo el ejercicio, puede ayudar a sobrellevar mejor el estrés.

 

En busca de la felicidad

 

El camino opuesto a la preocupación y el estrés son los estados de felicidad. En algunos estudios sobre la felicidad se ha concluido que hay una predisposición genética a la felicidad. La genética determina que haya personas que tienen mayor predisposición a reciclar, producir y entregar al torrente sanguíneo serotonina conocida como la hormona de la felicidad.

 

Algunos investigadores creen que es de un 50% la influencia genética en nuestra capacidad para ser felices. Asimismo, establecen en un 10% la influencia de los factores externos, dada la escasa influencia del entorno en nuestra capacidad para ser felices permanentemente. El ganar la lotería nos puede inundar de felicidad, pero a poco del suceso, se vuelve al estado anterior, ese que está determinado por nuestra genética.

 

Pero aún nos queda un 40% para completar la ecuación y esto se corresponde con lo que hacemos y pensamos, es decir nuestras actividades intencionales y nuestras estrategias mentales para ser felices. Entonces es nuestra responsabilidad encontrarlas y ponerlas en práctica.

 

Aquí la lista queda a cargo de usted. Puede ser la comida, la lectura, la música, las películas, los programas de radio – esto es una desviación profesional, pero le recuerdo que muchos de nosotros nos hemos criado escuchando radio.

 

Busque deliberadamente aquello que le produce una sonrisa, que le despierta el ánimo y empiece a tirar de la punta de ese ovillo, seguramente esa noche podrá dormir tranquilo.

 

A mí no me gustar jugar en el casino, todas las propuestas me parecen aburridas. Pero me entretuve muchas veces mirando a los jugadores de ruleta. En las otras mesas si me quedaba mucho tiempo mirando, siempre se me acercaba alguien a preguntarme: “a que tanto interés en mirar?”. Parece que trae mala suerte. Volvamos a mi mesa de ruleta, allí aprendí que saber con certeza cuál número saldrá cada vez, es un acto de adivinación imposible. Por tanto, los jugadores más expertos, pueden seguir una estrategia, que las hay y muchas, pero siempre ponen una ficha en la estrategia opuesta, para poder seguir jugando.

 

Espero que, en este tiempo de incertidumbres, donde es imposible adivinar cuál será el próximo número premiado, y sin necesidad de estar esperando que sea el próximo, siempre es bueno tener una ficha en la apuesta ganadora.

 


Fuentes:

(
1 ) Tiempo de vacunas, Primera Parte:

      http://www.hispanic-council.ca/covid19_02/lineauno-bol-34/page3.html
     
      Tiempo de vacunas, Segunda Parte:
      http://www.hispanic-council.ca/covid19_02/lineauno-bol-35/page3.html