Furgón de Cola Número 132
20 January 2023
por Rodrigo Briones
El lunes pasado en alguna radio de Toronto se hablaba sobre el “blue monday” (lunes depresivo), que siempre es en el tercer lunes de enero. Me puse a buscar sobre el origen de esto y es tan pobre que es mejor no avanzar por ahí. Alguien me dijo que se trataba del Día Mundial de Lucha contra la Depresión. Hay fuentes que lo sitúan en el 13 de enero, pero no encuentro nada original, sólo reproducciones de un mismo artículo sin fundamento.
Para aumentar mi confusión, alguien sumó a la idea depresiva, la llegada del resumen de la tarjeta de crédito, lo cual refleja la cascada de gastos de las fiestas de fin de año.
Lo que sí es evidente es que en estos días tan grises tomarse un descanso en zonas más templadas puede ser una tentación, sobre todo después de tantos días sin sol. No hay más que probar para darse cuenta como se recargan las pilas.
Lo cierto es que la falta de sol en el cuerpo, naturalmente, nos tienta para hacer “la del oso”, es decir, comer y dormir. No me animaría a despertar a un oso mientras esta hibernando, allí podría conocer del mal humor.
Sin embargo, hay una explicación científica: la menor exposición a la luz solar – típico del invierno prolongado de este lugar en que vivo, hace descender el nivel de una hormona – la serotonina, que cumple varias funciones, entre ellas levantar el ánimo.
Pero hay una solución a mano: súbete a una bicicleta y pedalea durante 15 minutos, verás la sensación de bienestar que aflora por entre las piernas cansadas. Tomar una dosis diaria de vitamina D también le ayudará y, por último, una lampará imitación luz solar será de gran ayuda.
Es decir que hay algunos elementos a nuestra mano que nos permiten sobrellevar esta época del año. Mientras escribo esto escucho a Joan Manuel Serrat, una buena fuente de inspiración por aquello de que “hacerlo depende en parte de ti”. Acá te dejo el enlace: https://youtu.be/_qBpcloExbk
Una buena noticia
Entre todo el caos que observamos a nivel mundial, se dio a conocer una buena noticia, que, definitivamente, es el resultado de años del trabajo consciente de la sociedad, los gobiernos y la ciencia.
La Organización de las Naciones Unidas anunció que la capa de ozono podría recuperarse por completo en las próximas décadas, como resultado de la lucha contra el cambio climático. “Un acuerdo internacional firmado en Montreal en 1987 para dejar de usar los productos químicos nocivos que dañaron la capa de ozono ha tenido éxito, indica una evaluación del organismo internacional.” (1)
Esto demuestra que cuando la humanidad trabaja en conjunto desde varios frentes, estatal, privado, comunitario, familiar e individual las cosas se pueden solucionar y los desastres que otras generaciones nos dejaron son reparables. Esto del ozono nos alienta a seguir por esta senda.
Una buena oportunidad
Quizás habría que acercarles a los presidentes de América Latina - esta información – la de la capa de ozono y la canción de Serrat: “Hoy puede ser un gran día, hacerlo depende en parte de ti”, para animarlos en la búsqueda de consensos, para el bien de todos.
Esta semana se reunirá en Buenos Aires, el 24 de enero, la cumbre de la CELAC – Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, una organización que no incluye a Canadá ni Estados Unidos.
La unión hace la fuerza dice el refrán, pero será muy difícil que los estados de la región coincidan en una propuesta conjunta. Incluso es un camino que supera los intereses mezquinos hacia dentro, siempre teñidos por la contienda electoral, sin tener en cuenta el saldo negativo de estas políticas de entrega de los recursos naturales.
Más allá de las tentadoras ofertas de las grandes corporaciones que, a juzgar por la experiencia del último siglo, sabemos que dejan de lado a los pueblos involucrados, por no decir avasallados.
El caso del litio, que en este momento es la cereza del postre por ser metal estratégico, podría estar en las presiones sobre los gobiernos en Argentina, Bolivia y Chile donde se encuentran vastos depósitos naturales. Alberto Juan Barrientos nos presenta en esta edición de Línea Uno una nota educativa al respecto, que se puede acceder desde aquí. Allí se explaya sobre los desafíos por la alta demanda de litio.
Y ya que estamos en las notas de Línea Uno, recomiendo la lectura – aquí está el enlace a la nota que preparó Carmen Delia Cruz. Allí aborda el rol de cuidadores, esas personas que se encargan de aquellas que ya no pueden solas. A lo mejor le ha tocado. Es muy probable que en algún momento de su vida tenga que asumir uno de los dos extremos de la ecuación: cuidar o ser una persona cuidada. Es bueno prepararse para saber de qué se trata y cuáles son los escenarios posibles. Ya lo dije, el que avisa, no es traidor.
Estoy escribiendo estas líneas en mi laptop, de paso una muy confiable y me produce placer escribir en ella ya que me remonta a las primeras escrituras a máquina. Aprendí muy joven a usar cuatro dedos para aporrear la vieja Olivetti Lettera que nos prestaba mi padre. Pero nunca he dejado la escritura a mano. Quienes me conocen me han visto lamentarme por la pérdida de algunas de mis antiguas “lapiceras o plumas fuente” con las cuales me deleito escribiendo. Ahora, luego de la lectura de las viñetas de Luis Carrillos, que se puede acceder aquí, me informo que esta práctica es beneficiosa, pero también necesaria por las conexiones cerebrales que implica y que termina siendo preventiva de las enfermedades degenerativas del cerebro. Parafraseando a como dirían en las canchas de fútbol de mi país: ¡Aguante la escritura a mano! – disculpas, son resabios del mundial.
Estoy escuchando a Sandra Farias hablando con una inmunóloga en el podcast Línea Uno, que aquí se puede escuchar completo. Es muy interesante escuchar como una científica ha puesto su sapiencia y tiempo en difundir la verdad detrás de las vacunas de COVID-19. Es paradójico que con todo lo que tenemos que atender aún hay quienes se oponen al uso de las vacunas. Pero lo peor es que se reproduce información no verificada sobre las vacunas, los efectos y en general como actuar frente a esta pandemia que está por cumplir cuatro años. Además, en este enlace hay un artículo oportuno sobre los desafíos de las campañas de vacunación.
La próxima semana Línea Uno estará de nuevo al alcance de quienes ya se han suscripto, si aún no lo está siga este enlace. El boletín semanal siempre traerá ese bagaje de información necesaria y verificada, que nació con el ánimo de establecer contacto cuando el contacto personal nos estaba vedado. El conjunto de quienes hacemos Línea Uno tiene la sensación de que seguimos siendo un canal de comunicación válido. Los comentarios que recibimos lo confirman, siempre son bienvenidos.
Notas:
Para aumentar mi confusión, alguien sumó a la idea depresiva, la llegada del resumen de la tarjeta de crédito, lo cual refleja la cascada de gastos de las fiestas de fin de año.
Lo que sí es evidente es que en estos días tan grises tomarse un descanso en zonas más templadas puede ser una tentación, sobre todo después de tantos días sin sol. No hay más que probar para darse cuenta como se recargan las pilas.
Lo cierto es que la falta de sol en el cuerpo, naturalmente, nos tienta para hacer “la del oso”, es decir, comer y dormir. No me animaría a despertar a un oso mientras esta hibernando, allí podría conocer del mal humor.
Sin embargo, hay una explicación científica: la menor exposición a la luz solar – típico del invierno prolongado de este lugar en que vivo, hace descender el nivel de una hormona – la serotonina, que cumple varias funciones, entre ellas levantar el ánimo.
Pero hay una solución a mano: súbete a una bicicleta y pedalea durante 15 minutos, verás la sensación de bienestar que aflora por entre las piernas cansadas. Tomar una dosis diaria de vitamina D también le ayudará y, por último, una lampará imitación luz solar será de gran ayuda.
Es decir que hay algunos elementos a nuestra mano que nos permiten sobrellevar esta época del año. Mientras escribo esto escucho a Joan Manuel Serrat, una buena fuente de inspiración por aquello de que “hacerlo depende en parte de ti”. Acá te dejo el enlace: https://youtu.be/_qBpcloExbk
Una buena noticia
Entre todo el caos que observamos a nivel mundial, se dio a conocer una buena noticia, que, definitivamente, es el resultado de años del trabajo consciente de la sociedad, los gobiernos y la ciencia.
La Organización de las Naciones Unidas anunció que la capa de ozono podría recuperarse por completo en las próximas décadas, como resultado de la lucha contra el cambio climático. “Un acuerdo internacional firmado en Montreal en 1987 para dejar de usar los productos químicos nocivos que dañaron la capa de ozono ha tenido éxito, indica una evaluación del organismo internacional.” (1)
Esto demuestra que cuando la humanidad trabaja en conjunto desde varios frentes, estatal, privado, comunitario, familiar e individual las cosas se pueden solucionar y los desastres que otras generaciones nos dejaron son reparables. Esto del ozono nos alienta a seguir por esta senda.
Una buena oportunidad
Quizás habría que acercarles a los presidentes de América Latina - esta información – la de la capa de ozono y la canción de Serrat: “Hoy puede ser un gran día, hacerlo depende en parte de ti”, para animarlos en la búsqueda de consensos, para el bien de todos.
Esta semana se reunirá en Buenos Aires, el 24 de enero, la cumbre de la CELAC – Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, una organización que no incluye a Canadá ni Estados Unidos.
La unión hace la fuerza dice el refrán, pero será muy difícil que los estados de la región coincidan en una propuesta conjunta. Incluso es un camino que supera los intereses mezquinos hacia dentro, siempre teñidos por la contienda electoral, sin tener en cuenta el saldo negativo de estas políticas de entrega de los recursos naturales.
Más allá de las tentadoras ofertas de las grandes corporaciones que, a juzgar por la experiencia del último siglo, sabemos que dejan de lado a los pueblos involucrados, por no decir avasallados.
El caso del litio, que en este momento es la cereza del postre por ser metal estratégico, podría estar en las presiones sobre los gobiernos en Argentina, Bolivia y Chile donde se encuentran vastos depósitos naturales. Alberto Juan Barrientos nos presenta en esta edición de Línea Uno una nota educativa al respecto, que se puede acceder desde aquí. Allí se explaya sobre los desafíos por la alta demanda de litio.
Y ya que estamos en las notas de Línea Uno, recomiendo la lectura – aquí está el enlace a la nota que preparó Carmen Delia Cruz. Allí aborda el rol de cuidadores, esas personas que se encargan de aquellas que ya no pueden solas. A lo mejor le ha tocado. Es muy probable que en algún momento de su vida tenga que asumir uno de los dos extremos de la ecuación: cuidar o ser una persona cuidada. Es bueno prepararse para saber de qué se trata y cuáles son los escenarios posibles. Ya lo dije, el que avisa, no es traidor.
Estoy escribiendo estas líneas en mi laptop, de paso una muy confiable y me produce placer escribir en ella ya que me remonta a las primeras escrituras a máquina. Aprendí muy joven a usar cuatro dedos para aporrear la vieja Olivetti Lettera que nos prestaba mi padre. Pero nunca he dejado la escritura a mano. Quienes me conocen me han visto lamentarme por la pérdida de algunas de mis antiguas “lapiceras o plumas fuente” con las cuales me deleito escribiendo. Ahora, luego de la lectura de las viñetas de Luis Carrillos, que se puede acceder aquí, me informo que esta práctica es beneficiosa, pero también necesaria por las conexiones cerebrales que implica y que termina siendo preventiva de las enfermedades degenerativas del cerebro. Parafraseando a como dirían en las canchas de fútbol de mi país: ¡Aguante la escritura a mano! – disculpas, son resabios del mundial.
Estoy escuchando a Sandra Farias hablando con una inmunóloga en el podcast Línea Uno, que aquí se puede escuchar completo. Es muy interesante escuchar como una científica ha puesto su sapiencia y tiempo en difundir la verdad detrás de las vacunas de COVID-19. Es paradójico que con todo lo que tenemos que atender aún hay quienes se oponen al uso de las vacunas. Pero lo peor es que se reproduce información no verificada sobre las vacunas, los efectos y en general como actuar frente a esta pandemia que está por cumplir cuatro años. Además, en este enlace hay un artículo oportuno sobre los desafíos de las campañas de vacunación.
La próxima semana Línea Uno estará de nuevo al alcance de quienes ya se han suscripto, si aún no lo está siga este enlace. El boletín semanal siempre traerá ese bagaje de información necesaria y verificada, que nació con el ánimo de establecer contacto cuando el contacto personal nos estaba vedado. El conjunto de quienes hacemos Línea Uno tiene la sensación de que seguimos siendo un canal de comunicación válido. Los comentarios que recibimos lo confirman, siempre son bienvenidos.
Notas:
